Sol Cirocco comenzó su carrera como bailarina, demostrando desde muy joven una pasión y disciplina que rápidamente la destacaron en el competitivo mundo de la danza. Su talento y carisma la llevaron a trabajar en reconocidos eventos y clubes de Argentina, como el icónico Club Araoz y el popular Caserío, donde sus presentaciones temáticas junto al DJ se convirtieron en un sello distintivo de la noche porteña.
En la fiesta Blin Blin en Mar del Plata, la artista brilló sobre el escenario gracias a su habilidad, dedicación y profesionalismo, promoviendo las fiestas durante el día y actuando como parte de un equipo de bailarinas por las noches. La masividad del evento le permitió elevar su popularidad y crear una cercanía natural con la audiencia. Su energía contagiosa y su compromiso con cada detalle, desde el diseño de vestuarios temáticos hasta su capacidad para cautivar al público, fueron elementos clave de su éxito.
Desde entonces, su carrera no ha dejado de ascender: participó en producciones de videoclips para artistas de renombre como Wanda Nara y en proyectos como Superjunte RKT, Perreo Rosani y Bandida. En estos espacios, Sol Cirocco no solo demostró su versatilidad como bailarina, sino también su capacidad de adaptarse a distintos géneros y formatos.
A Sol la impulsa un genuino y respetuoso amor por la danza, una herramienta que le permite conectar y destacar en la industria del entretenimiento. Desde cumpleaños temáticos hasta producciones de gran escala, su presencia eleva cada proyecto en el que participa.
El origen
Durante su trayectoria, Sol ha consolidado una sólida formación en danza y comedia musical. Inició en 2015 con un seminario de comedia musical y danza jazz en la Escuela Laura Fidalgo, continuando con una carrera integral en la Escuela Reina Reech (2015-2017). Posteriormente, se especializó en danza y acrobacia en Studio Flavio Mendoza (2018-2022). Además, obtuvo certificaciones en CrossFit (L1 y L2) en 2020 y actualmente cursa la carrera de Diseño de Indumentaria en la Universidad de Palermo desde 2021.
En cuanto a su experiencia laboral, ha trabajado como bailarina profesional en destacados clubes y eventos de Argentina, como Río Electronic Music, Mandarine Park, Tequila Club, Club Araoz y Palacio Alsina, entre otros. También fue parte del equipo artístico en los Juegos Olímpicos de Buenos Aires 2018. Ha participado en videoclips de artistas como Wanda Nara, Alejo Isaakk, Lolo OG, Gusty DJ, Ecko, Lauty Gram, Oscu y L-Gante, sumando más de 100 millones de reproducciones.
Backstage
Sol ha enfrentado, como muchas artistas, un camino lleno de desafíos emocionales. Desde joven entendió que el mundo de la danza no solo exige técnica y perseverancia, sino también una fortaleza interna para superar las altas y bajas del oficio. Las largas horas de ensayo, los sacrificios personales y las críticas constantes pueden ser desgastantes, pero también la impulsaron a crecer.
La presión por destacar en un medio tan competitivo, junto a la exposición constante, la llevó a experimentar momentos de duda y ansiedad. “En un medio tan exigente, las expectativas son tan altas que uno siente que nunca puede dejar de ser excepcional. Y eso es muy desgastante", reflexiona Sol.
A medida que su carrera avanzaba, las oportunidades crecían, pero también las exigencias. El arte, que inicialmente era su refugio, se convirtió en un campo de batalla donde la competencia y la vulnerabilidad se entrelazaban. La ansiedad no tardó en aparecer. “Los sacrificios personales, las críticas… todo eso pesa mucho. A veces siento que nunca es suficiente”, confiesa Sol, quien reconoce que el éxito en el escenario es efímero y genera vacío cuando las luces se apagan.
A brillar
Sol superó cada obstáculo y logró resurgir. Tras graduarse como bailarina en el Studio Flavio Mendoza, comenzó a trabajar en Club Araoz y luego en Blackcream. Fue ahí donde Ivana Salas, quien la vio bailar, la integró al mundo de los videoclips. Este fue un punto de inflexión en su carrera, abriéndole muchas puertas.
Reconciliada con sus emociones, Sol encontró un equilibrio entre la exigencia de su trabajo y el cuidado de su salud mental. Admite que los momentos de ansiedad son parte del proceso creativo: “El verdadero desafío no es solo alcanzar el éxito, sino mantenerse fuerte frente a las incertidumbres que vienen con la carrera artística”. Actualmente, sigue trabajando en Club Araoz, Blackcream y eventos privados. También ha participado en la fiesta electrónica Bastardo y en Blin Blin, en Mar del Plata.
La historia de Sol Cirocco es un reflejo de los desafíos emocionales que enfrentan muchos artistas. La presión por destacar y la competencia constante pueden llevar al desgaste emocional, pero su trayectoria es un ejemplo de resiliencia. Ha demostrado que la superación personal no solo se trata de triunfar en el escenario, sino de mantenerse firme frente a las sombras que acechan en el camino artístico.
por R.N.
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