Axel Kicillof y su equipo llegaron al búnker del Gobierno en Chacarita un rato después de las 16 horas. Estaban confiados: los números que manejaban indicaban que se encaminaban a salir primeros. Pero ni siquiera los más optimistas imaginaban sacar más del 45% de los votos, apenas 5% por debajo de las elecciones del 2019.
“Es que Axel venía trabajando para esto”, decía uno de sus colaboradores en el búnker. La lectura de las elecciones es más que optimista: Unión por la Patria recuperó el control de varios municipios y peleó voto a voto por el de La Plata, un enclave estratégico. Además, La Cámpora logró una elección histórica: Quilmes, Suipacha, Mercedes, Hurlingham, Colón, Carmen de Areco, Bransen, Lanús, Rosales Bahía, Olavarría y Azul irán a manos del espacio de Máximo Kirchner.
“Falta todavía algo clave para saber cómo será la segunda gestión de Axel: ver si gana Sergio o si gana Milei. Cambiaría mucho”, dice otro hombre del equipo del gobernador reelecto. “Pero la idea es profundizar el trabajo que ya se viene haciendo”, sentencia, y descarta grandes cambios para la segunda gestión de Kicillof. Todo dependerá de lo que pase el 19 de noviembre.
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