Desde que se inició la campaña, el contacto entre Patricia Bullrich y Javier Milei se redujo exclusivamente a los mensajes de WhatsApp. Más allá de un encuentro fortuito en un canal de televisión tras las PASO, en el que la presidenta del PRO se fusionó en un abrazo con el liberal, decidieron dejar de lado las reuniones con cenas incluidas para no generar más suspicacias políticas. Pero el armado sigue firme: mientras la dirigencia mira al 2021, el ala dura le apunta al 2023.
El coqueteo político de la ex ministra de Seguridad con el candidato más polémico genera incomodidades dentro de Juntos. Pero el impacto electoral de Milei lo colocó como un protagonista destacado de la contienda y ahora nadie se atreve a menospreciar el caudal de votantes que pueda juntar. Lo de Bullrich y el liberal cada vez es una cosa más seria.
Estrategia. En el entorno de la presidenta del PRO se refieren al armado que se está tejiendo con los liberales con precisión de cirujano. Es que, atento a las declaraciones de Milei, tienen que saber qué apoyar y cuándo distanciarse. “Patricia es una persona disruptiva y Milei también. Ambos dicen lo que piensan con franqueza. Eso en el círculo rojo cae pesado”, le dice a NOTICIAS Gerardo Milman, candidato a Diputados de Juntos y ladero de Bullrich.
“Coinciden en el plan económico. Argentina necesita un proyecto de libertad”, suma Milman, aunque se despega de las cuestiones más temerarias de Milei, quien pide que se disuelva el Banco Central: “Hay matices, claro. Si no, estaríamos en la misma lista. Y Patricia apoya a Vidal”.
Entre esas diferencias, la más rotunda surgió luego de que Milei expresara que Horacio Rodríguez Larreta habría planeado poner droga en su vehículo: “Me cuentan por la cucaracha que el Steve Jobs falso y el encargado de campaña negativa han ordenado plantarme merca en el auto para mostrarme como loquito merquero”, escribió a través de su cuenta de Twitter.
Tras la polémica declaración, Milman se distanció: “Conocemos a María Eugenia y a Horacio. Son incapaces de hacer algo así. A veces Milei pasa los límites”.
Del otro lado también hay algunos reparos. En La Libertad Avanza no quieren entrar en el juego de Juntos por el Cambio. Los sorprendió gratamente el resultado de las PASO y la ilusión va en aumento: en la última encuesta de CB Consultora, de finales de septiembre, aparece Milei empatado con el candidato del Frente de Todos, Leandro Santoro. Y quieren ir por más.
“No vamos a entrar en el juego de la interna del PRO. Ellos se están disputando sus propios liderazgos y nos van a intentar usar”, dijeron en la mesa chica de los liberales, como una de las estrategias de cara a las Legislativas.
Sin embargo, tampoco niegan la cercanía de Milei con Bullrich. “Tenemos afinidad con los ‘Halcones’ del PRO. De hecho, nuestro logo partidario es un halcón, por lo que nos sentimos representados con la misma imagen que el ala dura de ellos”, cuenta como curiosidad uno de los armadores del espacio liberal.
Desconfianza. En el larretismo no subestiman el fenómeno electoral de Milei en la Ciudad de Buenos Aires, pero lo enredan de argumentos para restarle entidad al candidato. Creen que es un fenómeno propio de los sufragios de medio término y que no vale la pena salir a responder a sus provocaciones.
También entienden cuál es el juego de Bullrich: “Patricia lo hace como una provocación. Pero no hubo ninguna advertencia de nuestra parte, ni la habrá”, dicen muy cerca del jefe de Gobierno porteño. Y agregan: “Además, sabemos que si le decimos que no lo haga, lo va a hacer peor”.
Más allá de los canales de comunicación abiertos con Milei, están conformes con la actuación de Bullrich en campaña: “Al final de cuentas, ella recorre la Ciudad con Vidal”, indican.
Hay una diferencia de criterios entre la decisión de Larreta y la de Bullrich, a pesar de que hayan acordado una tregua durante la campaña. “Juntos retuvo el porcentaje de votantes del 2019. Falta un 10% más para la presidencia y para lograr eso hay diferentes estrategias”, analizan cerca de Bullrich. Y completan: “Algunos van por el peronismo y Patricia le apuntó a Milei, que tiene un voto joven, disruptivo y que está cansado de los manejos políticos”.
Hasta Mauricio Macri opinó sobre el fenómeno Milei: “Yo soy un profundo creyente de la libertad, pero no estoy de acuerdo con las posturas anarquistas”, dijo para plantar bandera, aunque admitió que estaban en conversaciones de cara al 2023.
La discusión, en definitiva, es el mediano plazo, cuando lo que se vea en el horizonte sean las presidenciales. Todos saben que, apenas pasadas las generales, la discusión se va a precipitar.
Bullrich piensa recorrer 18 provincias en campaña. Esa es una de las dificultades más grandes de Milei. Su armado político se reduce a Capital.Mientras tanto, cuidarán de no encontrarse públicamente. Luego de las generales, el acercamiento podría empezar a materializarse
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