Cómo fue la primera (y única) reunión entre Cristina y Macri

La reunión entre Mauricio Macri y Alberto Fernández del lunes 29, apenas 12 horas después de que el Frente de Todos ganara la elección presidencial, es un acontecimiento inédito para la historia de la democracia moderna del país. Pero el hecho toma mayor relieve si se lo compara con la última experiencia, la del 2015, que culminó sin el traspaso de los atributos entre la mandataria saliente, Cristina Kirchner, y el entrante, el candidato de Cambiemos que ahora empieza a despedirse de la Casa Rosada.

Apenas Macri había obtenido la victoria frente a Daniel Scioli, en noviembre de 2015, cuando empezó el debate sobre cuándo y dónde Cristina debía hacer la entrega de mandos. Lejos de lo que empieza a esbozarse en esta oportunidad, una transición ordenada, en ese momento no hubo más que chispazos y cortocircuitos entre el Gobierno que se iba y el que entraba. Eso redundó en uno de los argumentos más utilizados por el macrismo para explicar sus traspiés en materia económica: “Estábamos peor de lo que creíamos, pero no lo supimos hasta el 11 de diciembre”, indicaron en numerosas oportunidades.

En 2015, entre las elecciones y la entrega del poder, Cristina y Macri sólo se vieron en una oportunidad. Fue corto. Demasiado. Y poco fructífero, según relataron desde ambos lados del ring.

La ex presidenta relató en su libro Sinceramente que Macri fue a la Quinta de Olivos los primeros días de diciembre “para coordinar el traspaso de gobierno”. “Llegó por la tarde. Lo esperé en el despacho presidencial de la jefatura de gabinete parada en la puerta, de modo tal que cuando esta se abriera y él ingresara, yo estuviera ahí para extenderle la mano. Sin embargo tardó un buen rato porque lo primero que hizo, antes de verme, fue ir al baño”, escribió Cristina.

Y agregó: “Cuando me dio la mano sentí que estaba muy tenso, duro. Casi no hablaba y me miraba muy fijamente hasta que me dijo, como si fuera una orden: ‘Usted tiene que entregarme el poder en Casa Rosada’. ‘No’, le contesté. ‘Eso hay que hacerlo en el Parlamento’”. Según el relato de la ex mandataria, le leyó el artículo 93 de la Constitución que le daba la razón.

Desde el entorno de Macri confirman que la reunión duró pocos minutos, pero suavizan la situación: ni el Presidente estaba tan tenso como Cristina relató ni fue tan agresivo en la discusión. “Es un poco fabuladora la señora, ¿no?”, lo tomaban con cierta gracia muy cerca del actual mandatario, ante las preguntas de NOTICIAS.

Finalmente, la ex presidenta se salió con la suya: no hubo entrega de atributos, tal como ella pretendía. “Aquel 10 de diciembre, Macri se perdió algo que es esencial: la simbología de un acto de triunfo político expresado en su más amplio grado institucional. Porque ¿qué otra cosa era sino ese traspaso de mando?”, se felicitó a sí misma Cristina. En el macrismo, protestaban por esa decisión: “Si el traspaso del bastón es una rendición, parecería que su análisis de la realidad está muy afectado”.

“Aquel 10 de diciembre, Macri se perdió algo que es esencial: la simbología de un acto de triunfo político expresado en su más amplio grado institucional. Porque ¿qué otra cosa era sino ese traspaso de mando?”, se felicitó a sí misma Cristina

Cuatro años después, la imagen de aquella transición fallida e inexistente contrasta con el trabajo que, desde el lunes, se comprometieron a dar Macri y Fernández. Los presidentes, el que está en funciones y el electo, parecerían estar dando una lección de derecho cívico a Cristina. No era una rendición política, era la democracia.