La Corte Suprema de Justicia se inclinó a favor de la Ciudad de Buenos Aires en el reclamo porteño por el recorte de la coparticipación que se produjo en agosto de 2020 cuando el presidente Alberto Fernández decidió tomar esos fondos para darle un aumento a la Policía Bonaerense, en medio de una protesta de efectivos que puso en jaque la seguridad de la provincia.
Horacio Rodríguez Larreta ganó la pulseada y el gobierno nacional deberá compensar a la Ciudad de Buenos Aires con el 2,95% de la masa de fondos coparticipables (CABA pide 3,50% en el reclamo de fondo que continuará en la Justicia) y que dichas transferencias se realicen en forma diaria y automática por el Banco de la Nación Argentina.
La quita de un punto de la coparticipación que recibe la Ciudad de Buenos para transferirlo a la Provincia de Buenos Aires, ya había puesto en foco el debate por el sistema de reparto para las distintas jurisdicciones del país, un esquema que lleva tres décadas de polémicas, en perjuicio de provincias como Buenos Aires, en ayuda de otras, que dependen de los giros diarios para su funcionamiento.
Santiago del Estero es el distrito más dependiente de la "copa", como le llaman los políticos: representa el 80% de sus ingresos totales, según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).
En el ranking les siguen La Rioja (76%), San Luis, Jujuy, Catamarca y Formosa (todas con el 74%) y Chaco (69%). Se trata de las provincias con menor desarrollo económico propio, lo que las lleva a necesitar de más fondos de la Nación para sus gastos.
Del otro lado, Neuquén es la menos dependiente: la coparticipación representa el 19% de sus ingresos totales. Después aparece la ciudad de Buenos Aires (24%) y Chubut (29%).
Para la provincia de Buenos Aires, el reparto federal supone el 36%. Para Córdoba, el 44%; Mendoza, 47%; Santa Fe, 51%; y Tucumán, 68%. Para el total de los 24 distritos, la "copa" es el 46%.
por R.N.
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