Este domingo 13 de abril, Santa Fe irá a las urnas para elegir convencionales constituyentes. En la superficie, se trata de una reforma parcial de la Constitución provincial, pero debajo del ropaje institucional se libra una pulseada política con efectos que trascienden los márgenes santafesinos. Nicolás Mayoraz, diputado nacional y abogado constitucionalista, es el nombre que encabeza la apuesta de La Libertad Avanza para dar ese golpe. No sólo busca sentarse en la convención: quiere dinamitar desde adentro el sistema político tradicional de la provincia. Y lo hace con la bendición directa de Karina Milei y el respaldo explícito del Gobierno nacional.
La apuesta libertaria: ocupar el vacío, disputar el futuro
“Llenamos un vacío que había sin candidatos de LLA”, afirma Mayoraz con tono de quien no sólo quiere ganar una elección, sino reconfigurar el mapa político provincial. En 2023, La Libertad Avanza no jugó en la elección a gobernador. Ese espacio lo ocupó Maximiliano Pullaro, que hoy tiene en Mayoraz a su primer rival verdaderamente alineado al proyecto presidencial. “El voto que fue a Pullaro no era de él, era de Milei”, repite el candidato libertario, que apunta a reconquistar ese electorado huérfano.
El escenario no es menor: con un peronismo fragmentado, sin liderazgo claro y aún sacudido por el vacío de poder que dejó Omar Perotti, Mayoraz cree que puede posicionarse como la oposición más nítida al oficialismo de Unidos para Cambiar Santa Fe. Y para ello apuesta fuerte: eliminar el Senado provincial, reducir la “casta legislativa” y dar una batalla discursiva de alto voltaje con eje en la seguridad y el gasto político.
Unicameralidad: la madre de todas las reformas
La principal bandera de campaña de Mayoraz es clara: transformar el sistema bicameral en uno unicameral, suprimiendo el Senado santafesino. “La bicameralidad le cuesta a los santafesinos más de 60 mil millones de pesos por año”, denuncia. Su propuesta es eliminar lo que considera una institución obsoleta y costosa, que sirve más para la rosca entre senadores que para representar a la ciudadanía.
En términos jurídicos, el planteo es audaz. La ley que habilita la reforma no contempla explícitamente la posibilidad de discutir el sistema legislativo, pero Mayoraz sostiene que la convención puede resolver esos límites. “No es que no se puede, es que no quieren”, argumenta, con una interpretación maximalista del poder constituyente. Y advierte: si La Libertad Avanza logra una bancada relevante, forzarán el debate aunque eso implique tensar la legalidad del proceso.
Seguridad, ley antimafia y el modelo Rosario
Como buen representante del discurso de la “mano dura”, Mayoraz también propone incorporar en la nueva Constitución figuras penales como la “reiterancia” para impedir la liberación de reincidentes, así como una “Ley Antimafia” que habilite penas más duras y herramientas judiciales para combatir a las bandas criminales. “Rosario bajó los homicidios por el Plan Bandera de Patricia Bullrich, no por Pullaro”, insiste, buscando corroer uno de los pocos activos de gestión que el gobernador busca capitalizar.
En ese eje, Mayoraz se desmarca también de los discursos republicanos más clásicos: propone endurecer penas y acelerar procesos penales, aún cuando eso implique conflictos con el garantismo constitucional. La campaña libertaria en Santa Fe huele más a Ministerio de Seguridad que a deliberación constituyente.
Apoyo nacional y armado territorial
La candidatura de Mayoraz tiene detrás el sello inequívoco del oficialismo nacional. Fue respaldado por Karina Milei, por Patricia Bullrich en campaña, y por figuras de peso como Romina Diez. El propio Javier Milei lo recibió en Expoagro, aunque su agenda impidió un apoyo más visible. Pero el mensaje es claro: Santa Fe es un laboratorio para que La Libertad Avanza se ensaye como partido real.
A eso se suma un armado territorial que, aunque joven, ya exhibe nombres competitivos en varias regiones: Juan Pedro Aleart en Rosario, Javier Meyer en Belgrano, Ana Cantiani en la capital, Eugenia Rolón en San Lorenzo. Mayoraz se muestra confiado y repite que habrá sorpresas. El dato político de fondo es que, a diferencia de lo que fue Milei en 2021, este armado libertario no es testimonial: quiere poder real.
Pullaro, la reelección y la batalla simbólica
El blanco recurrente en el discurso de Mayoraz es el gobernador Maximiliano Pullaro. Lo acusa de utilizar la reforma como pretexto para habilitar su reelección —aunque el propio texto de la reforma aún no lo garantiza— y de manipular los tiempos electorales para esconder el verdadero alcance del proceso constituyente. “No quiso explicar que se reformaba la Constitución. No fue transparente”, denuncia.
La crítica no es sólo legal, sino política: Pullaro aparece retratado como el nuevo rostro de la casta. Un gobernador que, en alianza con los senadores que hoy Mayoraz quiere eliminar, promueve una reforma hecha a medida de sus ambiciones personales.
El libertario, en cambio, se ofrece como lo opuesto: un outsider con credenciales académicas, pero sin compromisos con el statu quo. “La alternancia le ha ido bien a Santa Fe. No es momento de cambiar eso”, remata, sugiriendo que detrás del operativo reelección hay más especulación que necesidad institucional.
por R.N.
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