El 17 de noviembre de 2009, Alberto Fernández daba una conferencia de prensa para 400 estudiantes de TEA. Hace una década, el actual primer mandatario electo confesaba, por primera vez en público cuál era su objetivo en la política.
Rodis Recalt, periodista de la revista NOTICIAS, entonces estudiante, le preguntó si le gustaría ser presidente. En ese momento quien estaba como primera mandataria era su actual vice, Cristina Kirchner y él ya había dejado el cargo de jefe de Gobierno que había ejercido durante cinco años. Estaba en el llano, pero con la mirada en el horizonte.
“Me gustaría ser presidente”, sentenció en el Paseo La Plaza. Y agrego: “Si la Argentina se anima a tener un proyecto político duradero. Las campañas presidenciales tienen sentido si pueden encarnar un proyecto que se sostenga en el tiempo. No me da miedo ser presidente”.
Llevaba más de un año retirado de la función pública y le faltaría una década para volver a la Casa Rosada, aunque esta vez con su anhelo cumplido.
“La Argentina necesita un proyecto progresista, que en buena parte se hizo en el gobierno de Néstor Kirchner pero que hay que continuar. Y me gustaría hacerlo con gente de mi generación: Graciela Ocaña, Juan Manuel Urtubey, Jorge Capitanich y un montón de gente que piensa que se puede romper con esto", señaló Fernández ese día. Muchos de los que nombró estuvieron en la vereda de enfrente en estas elecciones.
Tampoco ahorró, en esa charla con alumnos de TEA, críticas al gobierno de Cristina: “Tiene, desde el conflicto con el campo, una dificultad muy grande para entender lo que pasa en la calle. Si Kirchner tuvo un mérito, fue el de escuchar las demandas de la sociedad".
"El problema de la política argentina no es la ley sino la política. No hay recambio generacional, que es lo que la política argentina está reclamando”, le decía a los 400 chicos. Pocos medios se hicieron eco de aquellas declaraciones, como Perfil. Hoy es un archivo que cobra mucho valor.
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