Elisa “Lilita” Carrió volvió a provocar con sus declaraciones el enojo de varios actores relevantes en Juntos por el Cambio, y la respuesta de la titular de Pro, Patricia Bullrich, marcándole la cancha: “Basta, Carrió. Se tiene que terminar la impunidad de la palabra”.
La presidenta de la Coalición Cívica había exigido fijar “reglas de decencia” hacia el 2023. “Hacia delante, Juntos por el Cambio tiene que tener reglas decentes, tiene que estar conformada por decentes. No puede haber más negocios”, había apuntado Carrió, posicionándose como el "rescate moral" de la coalición.
“Macri y yo somos los líderes de Juntos por el Cambio, del Pro y la Coalición Cívica, que fuimos los que armamos. Y está el líder del radicalismo (Gerardo Morales), que es el presidente del partido. Cada uno es líder de su espacio”, había dicho en su arranque “Lilita”, en dialogó con Jonatan Viale y Eduardo Feinmann en el pase de LN+ .
Frase que Patricia Bullrich entendió como uno más de los “ninguneos de Carrió”, explican entre los halcones del Pro. De hecho ya en abril, la ex diputada había expresado lo mismo: “Hay un conflicto que es muy claro: Patricia se presentaba como la sustituta de Macri y hoy Macri es candidato. El líder indiscutido del PRO es Macri como la de la Coalición Cívica soy yo”, sostuvo.
En esta vuelta, Carrió avisó antes de disparar: “Estaba como atragantada de no poder decir algunas cosas en el nombre de la unidad”. Y la ex diputada cargó acto seguido contra los “peronistas” de Juntos por el Cambio: el presidente del bloque de diputados de Pro, Cristián Ritondo, el actual legislador y exministro del Interior Rogelio Frigerio, y el ex presidente de la Cámara de Diputados durante el gobierno de Mauricio Macri, Emilio Monzó.
“Hay sociedad con el massismo en Juntos por el Cambio. El exministro de Seguridad bonaerense, Cristián Ritondo, y el que era ministro de Justicia, de negocios con el massismo, Gustavo Ferrari. Hay personas clave de Juntos por el Cambio que hacen negocio”, arrancó. “(Frigerio) me puso un amante en una lista, y dije ‘Me bajo de la lista de Capital si no me sacan a la amante de Frigerio', que estaba incluso como su testaferro”, denunció. Y concluyó con Emilio Monzó: “tenía negocios con Massa porque lo veía”.
A través de un picante hilo de Twitter, Bullrich respondió a las declaraciones de Carrió: “Como presidenta del PRO no puedo ver con buenos ojos el espectáculo degradante de Elisa Carrió, al golpear a dirigentes de Juntos por el Cambio objetando sus conductas éticas”, escribió. “No aceptaré el insulto a nuestros dirigentes, ni a otros que conforman nuestra coalición. No vale todo. No vale eso de que ‘porque es Carrió nadie la enfrenta‘”, sumó la exministra de Seguridad en un versus que viene de larga data.
En marzo de este año, Carrió y Bullrich se enfrentaron luego de que Juntos votara el acuerdo con el FMI, algo por lo que la presidenta había abogado, y la presidenta del PRO estaba en contra y cuestionaba públicamente, por haber tendido una mano al rival. En una charla en el Instituto Hannah Arendt, y ante un grupo de periodistas, Carrió no ahorró entonces sus disparos contra los halcones del Pro, sector encabezado por Patricia Bullrich, a quien acusó de empantanar y boicotear las negociaciones.
“Mi decepción es absoluta. No confío en nadie, solo en la Coalición Cívica”, sostuvo Carrió, cuya cuenta de Twitter se dedicó a citar los artículos que mencionaban sus conceptos. “Había que pensar en la Argentina, no en el posicionamiento de cada uno”, remarcó.
La ex diputada señalaba que la miraban pero no las escuchaban, y que le habían faltado el respeto. “La oposición tiene que ser responsable”, resaltó Carrió que entonces también apuntaba contra Cristian Ritondo y “quienes consideran que cuanto peor, mejor", en referencia a Bullrich (hubo allí también rescate a la figura de Horacio Rodríguez Larreta).
Más atrás, en noviembre del 2020, Carrió ya perfilaba su posición -autopercibida- moderada, tras haberse sacado una foto en su chacra en Exaltación de la Cruz junto a Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal. Y había desparramado una serie de críticas a Mauricio Macri, a la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, y nuevamente al ex ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
“Mauricio Macri me dijo ‘tu única función es denunciar; es para lo único que servís’. Le corté el teléfono y después le dije que no le iba a hablar nunca más. Y así va a ser”, había definido Carrió entonces. “Rogelio Frigerio nos entregó en la elección apoyando a los candidatos del PJ y no a los nuestros”, había agregado. Y finalmente señalando a Patricia Bullrich: “No comparto con ella el uso que hace de las marchas”.
La pelea entre Carrió y Bullrich es sin dudas histórica: desde la época en que la ex ministra de Seguridad era una aliada de la presidenta de la Coalición Cívica, y una pelea terminó mal y a los gritos. Y aunque confluyeron en Cambiemos tiempo después, nunca recompusieron su vínculo. Pero sus segundas líneas pudieron articular bien en la Ciudad: Juan Pablo Arenaza como legislador porteño tenía un buen vínculo con el bloque de “Lilita”.
Sin embargo, Carrió denunció que el accionar de Bullrich en Seguridad era un circo: “Le ponen droga para que ella la encuentre, pero continúa el negocio. Están haciendo el negocio, pero le entregan una parte porque dicen que están luchando”, insistió la diputada sobre la guerra narco, otro sonado combate.
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