Thursday 2 de May, 2024

POLíTICA | 18-07-2023 06:09

Oficialismo: unidad con fórceps

El peronismo se encolumna con Massa pero siguen las peleas. Premios a los heridos.

Los fórceps son un instrumento con forma de pinzas que sirve para ayudar al nacimiento de un bebé, cuando el parto atraviesa una complicación.
En el Gobierno, la metáfora del nacimiento es la reelección y, frente a la crisis económica, los fórceps son la unidad. No quedó otro camino porque, de lo contrario, el único escenario era la reedición de una derrota como la que ya vivieron en el 2015, cuando el kirchnerismo perdió la elección nacional y también la Provincia de Buenos Aires.

La unidad que logró Sergio Massa conserva una tensa calma que solo se explica en los deseos de ganar de todo el oficialismo. El candidato trabaja las 24 horas de todos los días para sumar aliados o recuperar heridos. Así se explican las primeras imágenes tras el lanzamiento. Tal vez la foto más relevante de ese movimiento fue la que se sacaron Massa y Daniel Scioli en la puerta del Ministerio de Economía en la semana posterior al cierre de listas, para mostrar que el ex motonauta estaba alineado con la estrategia del oficialismo. Massa, en contraprestación por aquel apoyo público, afirmó que iba a sumar a Scioli como asesor. Lo mismo hizo con Julián Domínguez, el ex ministro de Agricultura que se fue del Gobierno cuando el tigrense asumió al frente de Economía y absorbió Agricultura e Industria. El ministro de Industria era Scioli.

Domínguez, además de sumarse como asesor, participó de un encuentro con Hugo Moyano en el ministerio, también para mostrar su apoyo a Massa. Moyano era el candidato a diputado de Scioli, es decir que fue otro que quedó colgado tras la unidad.

Juan Luis Manzur, el gobernador saliente de Tucumán y fugaz compañero de fórmula de Eduardo “Wado” De Pedro, también visitó a Massa en persona junto a Osvaldo Jaldo, el gobernador electo de Tucumán.

El premio consuelo más grande se lo llevó “Wado” De Pedro, que quedó como “jefe de campaña” de Massa, aunque en los papeles no está ni cerca de cumplir ese rol. Un jefe de campaña es aquel que está en todos los detalles del candidato, como el diseño de la agenda, la estrategia de comunicación e incluso la recaudación del dinero. Para este trabajo se suele elegir personas con perfil mucho más bajo y que están disponibles a toda hora para esa tarea. De Pedro no podría llevar adelante estas misiones por tres motivos: tiene otras como ministro del Interior, no goza de la absoluta confianza del  ministro de Economía y, por último, Massa ya tiene otras personas que trabajan desde hace más tiempo en su estrategia electoral.

Una de ellas es el platense Raúl “Cabezón” Pérez, operador todoterreno del tigrense, y el otro es el ex ministro de Justicia Juan José Álvarez, quien, para más datos, estuvo en el acto del candidato de La Cámpora en Hurlingham, Damián Celsi, que competirá contra el actual intendente y amigo de Alberto Fernández, "Juanchi" Zabaleta. Traducción: el kirchnerismo y el massismo van unidos contra un amigo del Presidente. Zabaleta dará la pelea, pero por las dudas ya tuvo acercamientos con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, que en un hipotético segundo gobierno necesitará aliados.

Estilo. El kirchnerismo tiene una forma dual de vincularse con sus socios políticos. Es incondicional en campaña y conflictivo en la gestión. Un ejemplo de esto se vio el domingo 9 de julio en la inauguración del gasoducto Néstor Kirchner, que conecta a Vaca Muerta con uno de los gasoductos que recorren la provincia de Buenos Aires. Antes de eso, Cristina Kirchner venía de reprocharle a Massa, en el primer acto que compartieron tras su designación, que en realidad "nuestro candidato era 'Wado'". Pero cambió a modo electoral el día de la Independencia, frente al gasoducto, y desplegó palabras elogiosas para Massa. Alberto Fernández sólo las veía pasar. “Te lo tenía que agradecer, Sergio, por la fuerza que le pusiste al gasoducto pero también por la fuerza que le venís poniendo desde que sos ministro. La verdad, te hiciste cargo en un momento muy difícil, muy complejo. No arrugaste y la verdad es que vas para adelante, y eso siempre es bueno”, le endulzó los oídos al candidato.

Fue llamativa la frase “no arrugaste”. ¿Alguien arrugó? Cristina Kirchner siempre le reclamaba a Fernández que no usara la lapicera. En un tramo anterior del discurso, la vicepresidenta decía que un Gobierno no debe hacer lo que le conviene a las mayorías o a las minorías, sino lo que le conviene al país en su conjunto, y que eso debería ser “el eje que debe tener la gestión de gobierno”. Indirectas nada solapadas para su antiguo compañero de fórmula.

Unión Por la Patria tiene el desafío de hacerle honor a su nombre, porque el peronismo tiene la memoria muy fresca de la última vez que estuvieron divididos. Fue en la elección del 2015, cuando Scioli era el candidato del oficialismo y Massa el otro candidato peronista, pero por afuera. En aquella oportunidad ganó la oposición y quedaron cuatro años en el llano. Aquel fantasma todavía los atormenta. 

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Rodis Recalt

Rodis Recalt

Periodista de política y columnista de Radio Perfil.

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