El hijo de la vicepresidenta, Máximo Kirchner, está en una doble campaña. Por un lado recorre la Provincia de Buenos Aires buscando cerrar los acuerdos para presidir el PJ en ese territorio. Por el otro y en paralelo, busca que nuevos referentes de La Cámpora pueden pelear en las próximas elecciones, armando el listado de posibles reemplazos para las intendencias que quedarán vacantes en 2023.
La elección de autoridades en el PJ bonaerense estaba prevista para el 17 de diciembre de este año. Pero Máximo busca los apoyos para adelantarlas, y tener el control de “la lapicera” en el armado de las listas para las legislativas de 2021, apuntadas para el domingo 24 de octubre (debería haber PASO, pero hay un proyecto de ley para suspenderlas, aunque está por ahora frenado en el Congreso).
El “operativo clamor” para pedir a Máximo al frente del PJ bonaerense fue idea de Martín Insaurralde (intendente de Lomas de Zamora). Algunos resistieron: Gustavo Menéndez (Merlo) y Fernando Gray (Esteban Echeverría), que se alternan hoy en la conducción del partido en la Provincia. Y también Juan José Mussi (Berazategui), Mario Ishi (José C. Paz) y Alberto Descalzo (Ituzaingó), ausentes a fin de año en el acto de cierre en La Plata, donde presidieron Alberto Fernández y Axel Kicillof, acompañados por Cristina Fernández y Máximo.
La molestia de los “barones” con la crecida de La Cámpora en la Provincia es sabida. Pero varios intendentes se alinearon. “Hay que organizar la política bonaerense, que necesita de una etapa en la que nos preparemos para la contienda electoral dándonos mayor contenido, con más cuadros, y atendiendo las distintas instancias de un frente que es heterogéneo”, marcó el intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk, quien definió a Máximo como “un ordenador de la política”.
Y el ordenador dio la primer orden hace una semana cuando distintas voces criticaban desde la gobernación las relajadas vacaciones de los jóvenes en la Costa Atlántica, donde las imágenes mostraban el relajo en el uso de barbijo y el respeto al distanciamiento social. “Yo estoy seguro que la juventud le va a hacer entender a quienes no entienden que esto lo hacemos para cuidar el trabajo, la producción y la salud”, había apuntado Sergio Berni, ministro de Seguridad bonaerense.
“Aflojemos con los jóvenes”, fue el mensaje de Máximo a Kicillof, que recalculó rápidamente y salió a comunicar: “Es mentira que el problema son los jóvenes”, dijo después de un encuentro con intendentes de localidades de la Costa Atlántica. “Los jóvenes cumplen, aun cuando no son los que más se contagian", agregó el gobernador, en contra del propio Presidente, que había colocado de manera expresa el foco en los jóvenes: “Son los que más se descuidan”.
Los jóvenes son mayoritariamente -no sólo en la Provincia de Buenos Aires-, votantes del Frente de Todos. Y La Cámpora supo, con su apoyo y militancia, ganar terreno en ese territorio. Si los barones ondean la bandera de un peronismo más tradicional, La Cámpora logró ganar el “voto verde”. “Si la juventud se hace Patria, la Patria se hace joven”, fue uno de los lemas repetidos por Máximo Kirchner durante la campaña de 2019, buscando la participación de los jóvenes en las urnas.
Esa misma línea de pensamiento sostiene también la idea de renovar cuadros y figuras, aunque todos sus referentes han pasado los 40: Máximo tiene 43 como Andrés Larroque; Eduardo “Wado” de Pedro tiene 44; Juan Cabandié 42; y Mariano Recalde 48. Mayra Mendoza, con 37, hoy al frente de Quilmes, uno de los distritos más beneficiados por el presupuesto 2021 en la provincia, es referente de la “segunda ola” que busca territorialidad en la Provincia, con más participación femenina: se anota también Luana Volnovich (41), hoy al frente del PAMI.
Frenar restricciones y dejar de discutir con la Ciudad de Buenos Aires por la vuelta a clases fueron algunos de los lineamientos de Máximo Kirchner como DT bonaerense, ante el riesgo de espantar a los votantes jóvenes en los que confía para llegar todavía más lejos con su armado político.
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