Hace tiempo que el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, macera una candidatura nacional. En algún momento coqueteó con la posibilidad de ser vice en la fórmula del ex presidente Mauricio Macri para las elecciones del 2019. Y hoy, sin posibilidad de reelección en su provincia, el camino parece señalado. Es la Presidencia o nada.
En los últimos meses ha tejido, con la ayuda de su esposa Alejandra Vigo como hábil armadora desde en Senado nacional, una serie de alianzas con políticos de primera línea, sobre todo en el interior del país. El objetivo es mostrarse como el primus inter pares de los gobernadores no alineados con el kirchnerismo y convertirse en una opción presidencial con moderación y gestión.
Marzo es un mes clave en términos de anuncios, tanto en lo nacional como para el calendario electoral cordobés. Y sin embargo, Schiaretti buscará estirar una definición sobre su candidatura presidencial (tiene hasta fines de junio) a la espera de que el escenario en otras provincias se aclare.
Mientras tanto, seguirá hilvanando. Su último guiño fue con Florencio Randazzo, el diputado nacional del Interbloque Federal que podría ser su pata bonaerense. “Ambos manifestaron la intención de trabajar en un espacio nacional superador”, comunicaron desde la cuenta del gobierno de Córdoba.
El ex ministro de Interior de Cristina Kirchner se suma a otros peronistas con los que Schiaretti ha demostrado sintonía: el salteño Juan Urtubey, el ex presidente Eduardo Duhalde, y el titular del gremio de Comercio, Armando Cavalieri, por citar algunos.
También hubo reunión con el gobernador puntano Alberto Rodríguez Saá, y con el santafecino Omar Perotti. Y buscará sumar las voluntades del gobernador de San Juan, Sergio Uñac, y los diputados bonaerenses Emilio Monzó y Alejandro “Topo” Rodríguez. También la diputada Graciela Camaño, esposa de Luis Barrionuevo.
Por fuera de las filas peronistas aparece la ex intendenta de Rosario, Mónica Fein, y la diputada y presidenta del GEN, Margarita Stolbirzer, así como el neuro-radical Facundo Manes, quien destacó su buena “química con Schiaretti”. Ambos comparten consultor político: Guillermo Seita, el mismo que aconseja a Perotti y Horacio Rodríguez Larreta, entre otros muchos clientes.
Seita y Schiaretti se conocen desde principios de los años 90, cuando coincidieron en la Cancillería de la mano de Domingo Cavallo. Y justamente el ex ministro de Economía del menemismo y la Alianza fue una de las figuras elogiadas en el encuentro de la Fundación Mediterránea la semana pasada, en la que Schiaretti ofició de orador principal para el círculo rojo presente, y pidió dejar atrás la grieta “que inventó el kirchnerismo”.
“Hay que acabar con las discusiones ideologistas, tenemos que terminar con que el Estado debe hacerse cargo de todo”, afirmó “El Gringo”, quien criticó, entre otras cosas. la política de los subsidios. “No es posible que se subsidie de la misma manera a alguien que puede pagar su factura de luz o gas que a aquel que no puede”, marcó, a la par que dejó una definición sobre los planes: “Millones y millones de compatriotas ya se han acostumbrado a vivir del subsidio”.
Schiaretti ya corre con spots nacionales que muestran los puntos altos de su gestión, incluyendo miles de kilómetros de fibra óptica y rutas provinciales. Está lanzado, aunque aún no lo oficialice. “Es un año electoral donde se tiene que ver reflejado en resultados lo construido en cuatro años de gestión. Me parece que la marca de Hacemos por Córdoba es el trabajo y la implementación de políticas públicas. La de Schiaretti es una gestión de fuerte obra pública concebida como restitución de derechos. Todo eso, en términos de gestión, se tiene que ver reflejado en la elección”, apunta la legisladora cordobesa Nadia Fernández.
Son los mismos ejes de campaña que los elegidos por Rodríguez Larreta, a quien el cordobés podría restarle votos en caso de presentarse porque comparten el mismo electorado de centro. De allí, tal vez, que el jefe de Gobierno porteño lo haya salido a criticar duramente: “Schiaretti es contradictorio. Es como una gallina, pone los huevos en un lado y grita en el otro. No queda claro cuál es su posición. Ha acompañado al kirchnerismo en muchas posiciones y en otras tuvo puntos de vista diferentes. Es errático, no es claro”, dijo. Y criticó su gestión en seguridad: “Hoy Buenos Aires tiene la tasa de delitos más baja de su historia, mientras Córdoba está cada día más insegura”.
En el circulo del candidato porteño aseguran que Schiaretti no mide a nivel nacional más que un 3 por ciento en las encuestas, porque la política argentina está muy “ambalizada”, y los buenos números en Córdoba, donde la imagen positiva del gobernador es del 54,8 puntos, no son extrapolables. Una subestimación del potencial del interior, contestan en Córdoba, donde cuentan con el desgaste de los otros candidatos y la aparición del “Gringo” como la apuesta sensata.
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