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SHOWBIZ | 06-06-2016 16:45

Quiénes son los cocineros millonarios de la TV

En el top 10 de chefs más ricos del mundo la mayoría son estrellas de TV. Cómo construyeron sus carreras mediáticas a la par de su riqueza.

Ocurrentes, divertidos, curiosos, con espíritu de docencia. Una receta puede llegar acompañada de alguna anécdota familiar, la opinión sobre un plato junto a un chiste y un viaje se plantea como un mapa de sabores.

Los programas de TV de cocina son más que un compendio de ingredientes, preparaciones y modos de consumo. Los chefs que los protagonizan, por otro lado, muchas veces se convierten en referentes de la pantalla chica, con sucesivos programas que alimentan esa figura mediática; explotan de seguidores en sus redes sociales y acompañan su presencia en otras plataformas, como la publicación de libros, revistas, productoras propias. Su fama televisiva se construye a la par de su carrera en destacados restaurantes, o incluso sin ser parte de ellos.

Cada año, las revistas Forbes, The Richest y SHS Online publican el listado de cocineros con mayores ingresos, que suelen coincidir en nombres pero varían en el orden. Además de profesionales con estrellas Michelin y reconocimiento mundial, aparece otra característica en común: muchos de los hombres y mujeres que allí aparecen son cocineros mediáticos. Claro que hay excepciones: nacido en Japón, descendiente de una familia hawaiana-china y nacionalizado estadounidense, Alan Wong es el referente de la cocina regional de Hawai, en donde tiene dos restaurantes, además de otro en Shangai; según los datos que difundió días atrás SHS Online y que coinciden con The Richest, Wong es el líder del ránking, con mil millones de dólares y sólo una participación como jurado en “Top Chef”.

El francés Paul Bocuse, creador de la nouvelle cuisine, dueño del restaurante l’Auberge du Pont de Collonges (en Lyon, Francia) que tiene tres estrellas Michelin y del espacio de recepciones L'Abbaye de Collonges es otro de los que dedicó su vida a la gastronomía. A los 90 años, miembro de la Legión de Honor, ideólogo del campeonato mundial de la cocina que lleva su nombre, el Bocuse d'Or (en Argentina la academia tiene su sede, dirigida por Martín Molteni, chef de Pura Tierra) y autor de uno de los libros de recetas imprescindibles, La cuisine du marché, se calcula que posee un patrimonio de US$ 185 millones. Alain Ducasse, el otro gran referente de la gastronomía francesa, dueño de más de 20 restaurantes, poseedor de tres estrellas Michelin y director de su propia academia, se calcula que acumula US$ 185. Pero un “foodie” es capaz de enumerar de memoria a esos chefs que disfruta de ver en acción en una pantalla y que, justamente, coinciden con los que acumulan fortunas.

“Cocinar será reir, será simple, sabroso, divertido”, dice un Jamie Oliver de 24 años en el primer capítulo de “The naked chef”, su primer programa de televisión, que tuvo tres temporadas en la pantalla de BBC2. De chico, el inglés solía cocinar en el pub que sus padres tenían en Clavering, en el sudeste del país. Luego incursionó como pastelero en el londinense Neal Street Restaurant, de Antonio Carluccio, donde conoció al también italiano Gennaro Contaldo, su mentor. Después llegó como sous chef a The River Café, donde en 1997 el canal estatal de televisión británico lo reclutó como uno de sus protagonistas. Desde aquel entonces Jamie Oliver encabezó 30 programas -algunos pueden encontrarse en iTunes-, publicó 21 libros (el año pasado RBA editó en el país “Escuela de cocina”, $395, y “La cocina italiana de Jamie Oliver”, $395, y Penguin Random House sacó cuatro títulos, “Tapas”, “Platos Mediterráneos”, “Ensaladas” y “Postres”, todos $159), lanzó una revista gastronómica con su nombre, tres apps para dispositivos móviles y tiene tres canales oficiales de YouTube, entre los que suma 2.6 millones de suscriptores. Su carrera no se limitó a los medios: tiene cinco cadenas de restaurantes, una fundación -desde la que desarrolla la campaña “Food Revolution Day”, entre otras acciones- y creó su propia productora audiovisual, Fresh One, en la que enmarca sus programas y los de otros cocineros. Veinte años después de su primer trabajo profesional, con la megaempresa que montó alrededor de su figura, Jamie Oliver se convirtió en el segundo chef más rico del mundo: posee U$S400 millones.

Ojos celeste turquesa, pelo rubio, ceño fruncido cuando algo no está bien. Gordon Ramsay -que se presenta a sí mismo en su web como “restauranter y TV chef”-, nació en Escocia, se crió en Inglaterra y fue jefe de cocina en Aubergine, Londres. A los 31 años montó el primero sitio con su nombre en la marca; hoy es propietario de 30 restaurantes en el mundo, desde Doha hasta Las Vegas y Bodeaux, con 14 espacios en Londres, y mantiene vigentes seis estrellas Michelin. A la par de su crecimiento como empresario gastronómico, Ramsay se convirtió en una de las caras más conocidas de los programas de cocina de Estados Unidos e Inglaterra. Emitido por Fox en el país americano -en el otoño de allí se estrenará la decimosexta temporada-, Ramsay es el host de Hell's Kitchen (la décima temporada se ve los sábados y domingos por TLC), reality en el que los aspirantes a cocineros deben pasar etapas eliminatorias con pruebas y servicios, y también es el malvado jurado de Masterchef yanqui. Según Forbes, Ramsay posee una fortuna de US$ 38 millones, el chef que encabeza su listado.

Anthony Bourdain, viajero y buscador de sabores de diferentes culturas del mundo, llegó a la televisión luego de trabajar en diferentes cocinas de Nueva York y publicar algunos artículos que causaron ruido. En 1978 se graduó en el Culinary Institute of America, integró el equipo de tres restaurantes y llegó como chef ejecutivo a Brasserie Les Halles -un reconocido espacio francés en el distrito financiero de Manhattan- en 1998. El chef publicó un artículo en la revista The New Yorker sobre la intimidad de los restaurantes, cocinas, equipos de trabajo y costumbres. Esa nota, “Don't eat before reading this” (se puede encontrar online) luego fue el disparador para su primer libro, “Confesiones de un chef: aventuras en el trasfondo de la cocina” (en Argentina se consigue una edición de Del Nuevo Extremo, $390), que fue bestseller y tuvo cinco ediciones. Al año siguiente llegó su primer libro sobre gastronomía y viajes, de la mano de su debut en la televisión “A cook's tour”, con el que dio su primera vuelta al mundo. En 2005 estrenó su ciclo más duradero y conocido, “No reservations”, en el que se metió en diferentes cocinas de todo el mundo -visitó Argentina, con un recorrido que lo llevó por Buenos Aires, Bariloche y Calafate- en los 142 capítulos que duró el ciclo: estuvo al aire siete años en la pantalla, ganó dos premios Emmy y se vio en pantallas de alrededor del mundo. El mercado editorial sumó más títulos con su firma: sacó 11 libros, incluidas dos ficciones. Durante dos temporadas fue jurado en el reality Top Chef y en The Taste (está disponible online en Fox Play) y en 2013 volvió con su último ciclo estrenado, “Parts unknown”, esta vez por CNN (en Argentina podrá verse por TLC desde el 3 de junio, todos los viernes a las 21), en el que nuevamente explora los rituales de comida de diferentes comunidades y para el que hace unas semanas grabó una comida junto al presidente Barack Obama en un pequeño local de comidas de Hanoi, Vietnam. Según el reciente ranking de SHS Online, el patrimonio de Bourdain se ubica en los U$S5,3 millones.

Rachael Ray es la cocinera de estos ránkings que mejor se ajusta al mote de “exitosa mediática”: no posee restaurant propio. Nacida en una familia gastronómica, trabajó en la apertura de un mercado gourmet en Nueva York e inventó sus “30 Minute Meals”, clases de media hora en la que enseña a hacer un plato. Una pequeña señal de televisión la reclutó y luego pasó con ese ciclo a Food Network, señal estadounidense que desde 2014 está disponible también en América latina, incluido Argentina. En ese canal Ray continúa haciendo “30 Minute Meals”, que ya va por su temporada 24 (se emite los miércoles a las 18), realizó “Tasty Travels” y pronto estrenará “Rachael vs. Guy: Kids cook.off”, junto al también celebritie Guy Fieri, en el que ocho chicos cocinarán para demostrar quién tiene más talento (se verá desde el 10 de julio, los domingos a las 19). La estadounidense también es anfitriona en un talk show ganador de dos Emmy, “Everyday with Rachel Ray”, tiene su propia revista de lifestyle, una línea de productos de cocina, otra de alimentos premium para perros y una Yum-O, una ONG que busca afianzar el vínculo entre los niños y la comida. Ray además tiene una fuerte presencia en el mundo editorial: lleva lanzados 22 libros, con recetas de hamburguesas, recetas italianas y comfort food. Forbes y The Richest calculan que sus ingresos son de 53 millones de euros e integró el listado de las 100 personas más influyentes.

Colega de señal televisiva de Ray, Ina Garten también armó su imperio desde la pantalla. Garten era empleada de la Casa Blanca cuando viajó a Nueva York en busca de inspiración creativa, que encontró en un pequeño local de comidas en Hamptons: lo compró y se mudó allí junto a su marido. Durante 18 años Ina, que no tenía experiencia gastronómica, estuvo a cargo de Barefoot Contessa. Una vez que lo vendió encaró la escritura de su primer libro de cocina, al que le siguieron otros ocho. En 2002 hizo su debut televisivo, medio del que ya no se alejaría: con el mismo nombre del restaurante, “Barefoot Contessa”, comenzó a conducir el ciclo que el 18 de julio estrenará su décima temporada por Food Network (lunes a las 17), con recetas fáciles que muestra desde su casa en el este de la zona playera neoyorquina. Con una fortuna de 39 millones de euros, el año pasado Garten también integró la selección de las 100 personas más influyentes del mundo de la revista Time. Son muchos los programas de cocina que tiene la TV internacional. También los millones en ganancias que generan sus protagonistas.

por Daniela Rossi

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