La actividad de la Temporada 2024 del Teatro Colón continúa a pesar del cambio de sus autoridades. Tras el sorpresivo desplazamiento de Jorge Telerman, se anunció que el reconocido bailarín Julio Bocca y el gestor cultural uruguayo Gerardo Grieco, se harán cargo de nuestro primer coliseo (ambos gestionaron juntos ya el Auditorio Nacional del Sodre, en Montevideo).
“Aurora”, la ópera de Héctor Panizza con libreto del italiano Luigi Illica, célebre por su labor en el género lírico y responsable de los textos de las populares “Tosca”, “Madama Butterfly” y “La Bohème” de Puccini, además de “Andrea Chénier”, de Umberto Giordano, retorna a la espléndida sala porteña después de veinticinco años ausente en la programación, con dirección de escena de Betty Gambartes y bajo la batuta de Ulises Maino en cuatro únicas funciones.
Ensayos
En las entrañas del Colón se cocina la puesta a punto, para llegar al estreno con la maquinaria escénica aceitada y en busca de lograr la mejor performance. Allí, en el tercer subsuelo, Betty Gambartes trae nuevamente a la vida una historia escrita hace más de cien años.
Estrenada en 1908, en vísperas de la celebración del centenario argentino que se conmemoraría en 1910, cuenta la historia de amor entre Mariano, un joven patriota de la Independencia, y la muchacha cuyo nombre da título a la obra, hija del jefe de las fuerzas españolas afincadas en la provincia de Córdoba.
A lo largo de sus actos aparecen personajes históricos como Santiago de Liniers y Martín Miguel de Güemes, e incluye la famosa aria “Alta en el cielo”, que se volvería famosa y popular al ser escindida de la ópera, a partir de 1945, para incluirse, a través de un decreto, en todos los actos de las escuelas argentinas con el nombre justamente de “Aurora”.
“Mi intención, desde la puesta, es hablar de la necesidad de conciliar. En la época en que transcurre la historia era preciso desligarse del poder español y tener autonomía, pero entiendo que no a través de la lucha armada. Siempre es indispensable acordar, ceder, escuchar, fundamentalmente. Con esta obra, en un momento de grandes cambios como el que estamos viviendo, queremos demostrar que se debe conciliar, escuchar y aceptar”, enfatiza Gambartes en diálogo con NOTICIAS, al referirse a la actualidad de la pieza.
Gambartes realizó estudios pianísticos y musicales en el Instituto Superior de Música de la Universidad Nacional de Rosario y se graduó en la carrera de Regie de ópera del Instituto Superior de Arte del teatro donde hoy concreta el montaje de la ópera de Panizza. A partir de 1991 comenzó a interesarse en la dramaturgia que surge de la poética de la canción popular. Así creó numerosos espectáculos como el recordado “Arráncame la vida”, donde Chico Novarro y Andrea Tenuta se enamoraban al ritmo de canciones de Agustín Lara y otros grandes autores de la canción romántica.
También montó “Manzi, la vida en orsai”, en el que trajo a escena la figura del emblemático compositor Homero Manzi y la de su musa y cantante Nelly Omar. Además, junto a Diego Vila, creó “Orestes”, la primera ópera tango comisionada por The World Music Theater Festival de Holanda y cuyo estreno dirigió en ese país y posteriormente en Buenos Aires.
Cuando Jorge Telerman, exdirector general y artístico del teatro, la convocó para este trabajo lo primero que hizo antes de aceptar fue ponerse a estudiar la partitura. Al hacerlo, tomó conciencia que debía realizar una nueva versión que incluyó algunos cortes para evitar reiteraciones, pero también el rescate de un aria de carácter revolucionaria que había sido excluida. En ella un patriota enfrenta a un obispo que dice representar el pensamiento de la Iglesia. Todo esto se logró gracias a la labor conjunta con el director musical Ulises Maino, previa gestión de permiso ante la poderosa Casa Ricordi que gestiona los derechos del compositor.
“Lo que no tocamos es la canción Aurora porque está en el inconsciente colectivo de todos nosotros o por lo menos en el de varias generaciones de argentinos. He aprendido la letra y la cantaba todas las mañanas en el colegio, mientras se izaba la bandera y recuerdo cómo me emocionaba. Aurora me lleva a ese momento en que todos volvemos a ser niños, llenos de fe en nuestra patria mientras veíamos con esperanza izarse la bandera”, señala.
Otra innovación, esta vez propuesta por la talentosa escenógrafa y vestuarista Graciela Galán, estará presente en el sol de la bandera que se verá en las representaciones. “Si hay un pintor que tenía identidad americanista en Argentina, es mi papá, Leónidas Gambartes. Graciela vio el cuadro Deidamia y eligió ese rostro para el sol. En lugar de algo anodino imaginó algo que tiene que ver más con nuestra identidad”, ratifica.
Valiente
“Aurora es una mujer audaz, curiosa, valiente. El desafío de este rol es poder mostrar todas estas cualidades a lo largo de la ópera, siendo que, el libreto deja muchas decisiones al azar y no hace un desarrollo profundo de la trama ni de la identidad de los personajes. Junto con Betty Gambartes y Ulises Maino, todos los cantantes estamos haciendo un trabajo minucioso de texto y partitura, para lograr subsanar este detalle”, resume sobre su personaje Daniela Tabernig.
La excelente soprano argentina, una de las cantantes más destacadas del país, nació en Santa Fe donde pasó su infancia y adolescencia acompañando el trabajo de la panadería en el negocio familiar fundado por su abuelo. Allí atendía a la gente detrás del mostrador y comenzó a hacer empanadas que vendía para poder pagarse clases de canto. “El canto forma parte de mi vida desde que tengo uso de razón. La música en general siempre fue mi herramienta preferida para comunicarme con el mundo. Tomé contacto con la ópera recién terminada la secundaria, cuando comencé mis estudios en el profesorado de música. Recuerdo que, siendo adolescente, compré la colección completa de CDs de música clásica de la Revista Noticias que escuchaba todo el tiempo. Me fui enamorando de la ópera poco a poco. Es una pasión que sigue creciendo en mí día a día y que defiendo para que otras personas como yo, puedan descubrirla sin importar la edad, ni el contexto sociocultural”, afirma.
Actualmente, instalada con su marido en Málaga, regresa a la Argentina todos los años para ver a la familia, cantar y trabajar en proyectos gratificantes como el Primer Concurso Nacional de Canto Lírico CLARA (Cantantes Líricos Asociados de la República Argentina), para intérpretes de todo el país, que fue un éxito y tiene asegurada una segunda edición el año próximo.
Asegura que interpretar “Aurora” es todo un reto. Y sobre el trágico final de la heroína, afirma: “No hay una preparación previa para la muerte, como pasa con los roles de Cio Cio San (Madama Butterfly) o Mimi (La Boheme), sino más bien todo lo contrario, es muy similar a Tosca. Luego de estas escenas, quedo muy conmovida y con adrenalina corriendo por todo mi cuerpo. Es por esto que para lograr la fragilidad con que el personaje muere, debo manejar muy bien la energía”.
Además de Daniela Tabernig, los cantantes del numeroso elenco de “Aurora” son el tenor Fermín Prieto (Mariano), el bajo Hernán Iturralde (Don Ignacio) y el barítono Alejandro Spies (Raimundo). Las funciones con participación de la Orquesta Estable tendrán lugar 24, 26 y 20/9 y el 1/10. Una oportunidad para volver a disfrutar esta historia que presagia el despertar de nuestra nación en tiempos refundacionales.
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