Un hombre conduce a su trabajo hasta que, en una curva, el auto vuelca y queda inconsciente. Despierta en la cama de una clínica. Además del dolor físico, todo lo desconcierta; desde el entorno, los rostros antes familiares, hasta el mundo exterior. Pronto descubre que, tras seis horas en coma, su memoria retrocedió doce años y no recuerda nada de lo acontecido en ese lapso. Debe averiguar cómo comenzar de nuevo.
Podría ser la sinopsis de un buen guion, pero le ocurrió al doctor italiano Pierdante Piccioni, en 2013. Por entonces, tenía 54 años, y en la ruta al hospital cerca de Pavía, donde era jefe, sufrió un accidente automovilístico y un traumatismo de cráneo. Al volver a estar consciente, pensó que transcurría 2001 y su edad era de 42 años. El singular caso, inspiró la serie italiana titulada originalmente “Doc. Nelle tue mani (Doc. En tus manos)” que ahora el Sony emite como “Doc”, los lunes, a las 22 hs.
En dialogo con NOTICIAS, el mismo Piccioni cuenta de que va: “aquí en Italia, la primera temporada se estrenó en marzo de 2020, por la RAI, y se prepara la segunda. No es exactamente mi historia. A mi personaje lo interpreta Luca Argentero, con otro nombre, y el mensaje fundamental es que nunca te des por vencido”.
Es que después de muchísimas sesiones de terapia y pruebas neurológicas, para tratar de recuperar, en vano, los años que desaparecieron de su memoria, por la lesión en su corteza cerebral, a Pierdante le propusieron una jubilación anticipada. No sólo había olvidado lo qué sucedió en esa última década de su existencia, tampoco recordaba ninguno de los avances científicos y nuevas tecnologías de su profesión. “Ni siquiera sabía qué era un smartphone. Me enseñaron la fotografía de un hombre negro, que pensé que se trataba de un jugador de baloncesto, ¡y era Obama! Desde el punto de vista profesional estaba en otro mundo”, describe.
Lejos de darse por vencido, Piccioni tomo las riendas de su vida: “como la gente se planteaba si podría desarrollar mi tarea, volví a estudiar todo lo que fuera necesario para convertirme, de nuevo, en alguien eficiente. Así retorné a desempeñarme, otra vez, de manera profesional”, afirma.
Autor, entre otros libros, de “Menos doce. Perder la memoria y recuperarla: mi lucha por reconstruir los años y la vida que he olvidado” escrito a cuatro manos con Pierangelo Sapegno, advierte “el problema no fue sólo la memoria, perdí emociones que nadie puede devolvérmelas. Ni eso ni las personas amadas que murieron en ese tiempo, por ejemplo, mi madre. No se puede imaginar lo que fue para mí ir al cementerio a ver la fotografía de mi madre en una lápida. En mi cabeza, ella estaba viva”.
La ficción que retrata la particularidad de su problemática parte de la premisa: ¿qué pasaría si perdemos el conocimiento y nos despertamos en el pasado? Y, por supuesto, se toma sus licencias creativas: Andrea Fanti, reputado médico de Milán, se despierta de un coma, luego de recibir un balazo en la cabeza, sin recordar absolutamente nada de los últimos 12 años. Ni siquiera que uno de sus hijos murió o que se divorció.
La pandemia del coronavirus y los confinamientos que trajo aparejada, elevó aún más el consumo de series dedicados a los profesionales de la salud. Incluso las más dramáticas. Sin duda, todos necesitamos el refugio de estas narraciones audiovisuales que exorcizan íntimas angustias y temores, y nos hacen manifiesta la vulnerabilidad física que nos caracteriza como especie capaz de pensarse a sí misma.
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