En los últimos años, la comedia argentina ha experimentado un renacimiento notable, impulsado en gran medida por la proliferación de plataformas de streaming como Netflix, Amazon Prime Video y Max. Este resurgimiento, conocido por algunos como la "nueva comedia argentina", ha dejado atrás el costumbrismo y las sátiras de décadas pasadas para dar paso a una narrativa más moderna, emocional y audaz.
Inspirada en la "nueva comedia americana" que comenzó a brillar a principios de los 2000, con figuras como Judd Apatow al frente (“Virgen a los 40”, “Knocked Up”), esta nueva corriente argentina adopta y adapta elementos esenciales de ese estilo, fusionándolos con la idiosincrasia local y logrando productos que conectan con el público de una manera fresca y auténtica.
El fin del costumbrismo
La comedia argentina tiene una larga tradición en la representación de lo costumbrista y lo grotesco, como lo demuestran clásicos como “Esperando la Carroza” (1985), dirigida por Alejandro Doria, donde la sátira y el humor negro eran los vehículos principales para criticar y exponer las disfunciones familiares y sociales.
Sin embargo, esta nueva generación de producciones ha dejado atrás ese enfoque para abrazar un tipo de comedia que se nutre de las emociones y los vínculos, presentando personajes y situaciones más cercanas al nuevo sentir. Series como “Envidiosa” (Netflix), “Felices los 6” (Max) y “Porno y Helado” (Amazon Prime Video) son claros exponentes de este cambio.
“Envidiosa”, por ejemplo, es una serie que se aleja del enredo y el humor absurdo por el absurdo mismo, para centrarse en una comedia dramática donde lo emocional y lo relacional son fundamentales. La historia de Vicky, una mujer de 40 años que enfrenta una crisis tras la ruptura de una relación de una década, resuena con el espectador por su autenticidad y humanidad. Este tipo de comedia, donde lo emocional expone sus absurdos en clave terapéutica, requiere un desarrollo más cuidadoso de los personajes y las relaciones.
Aquí, los diálogos y las interacciones están cargados de una mezcla sutil de humor y drama, algo que recuerda a las producciones de Apatow, donde las risas surgen tanto de las situaciones cómicas como de las verdades humanas que se revelan en ellas.
El guion de “Envidiosa”, de Carolina Aguirre, es un ejemplo perfecto de cómo la nueva comedia argentina se está construyendo sobre cimientos sólidos: humor picante y reflexivo, con personajes complejos que transitan por emociones profundas. Griselda Siciliani, en el papel de Vicky, lleva sobre sus hombros gran parte del peso narrativo. Su interpretación logra capturar no solo el humor físico (algo que muchas veces subestimamos en las comedias dramáticas), sino también momentos más íntimos y vulnerables, en los que el espectador es capaz de empatizar completamente con su travesía emocional. Esto marca una distancia con la tradición de comedias que apostaban más por el chiste visual o el sketch basado en situaciones exageradas, el kitsch de las décadas pasadas.
La Influencia americana
No podemos hablar de esta nueva comedia argentina sin mencionar la influencia que ha tenido la "nueva comedia americana", una corriente que comenzó a redefinir el humor en el cine y la televisión a partir de películas como “Virgen a los 40” (2005) y “Ligeramente Embarazada” (2007). Judd Apatow, uno de los principales referentes de este estilo, supo integrar el humor con un enfoque narrativo basado en personajes emocionalmente complejos y situaciones de la vida real, muchas veces incómodas o poco glamorosas, pero profundamente humanas.
La comedia estadounidense de los últimos años ha evolucionado para alejarse del humor físico y slapstick que caracterizaba a películas como “Loco por Mary” o “Ace Ventura”. En cambio, ha centrado sus esfuerzos en mostrar a personajes con inseguridades, defectos y problemas emocionales, enmarcados en situaciones cómicas que, a su vez, reflejan experiencias cotidianas. Este cambio ha calado hondo en la comedia argentina, que ha sabido tomar estos elementos para crear productos más íntimos y cercanos, donde las emociones juegan un rol fundamental en el desarrollo de la narrativa.
Series como “Envidiosa”, “Porno y Helado” o “Felices los 6” beben de esta fuente. Sus personajes, aunque situados en escenarios muchas veces absurdos o fuera de lo común, están profundamente conectados con las realidades emocionales del espectador contemporáneo. Estos no son héroes infalibles ni arquetipos exagerados; son individuos con problemas de autoestima, inseguridades, relaciones fallidas y dilemas morales que navegan entre lo humorístico y lo trágico, logrando una conexión más honesta con el público.
Elencos Renovados
Otro factor que ha contribuido al éxito de esta nueva comedia argentina es la renovación en los elencos y la incorporación de nuevos talentos que provienen de espacios menos tradicionales, como las redes sociales, el teatro independiente y el mundo del streaming. “Porno y Helado” es un ejemplo claro de cómo la comedia argentina ha comenzado a abrazar a estas nuevas figuras. La serie, creada por Martín Piroyanski, quien también protagoniza junto a Nachito Saralegui y Sofía Morandi, ha logrado captar la atención no solo por su humor absurdo y bizarro, sino también por la frescura de sus guiones y el carisma de sus actores, muchos de ellos figuras emergentes de la escena digital.
El éxito de “Porno y Helado” radica en su capacidad de mezclar humor absurdo con situaciones cotidianas exageradas, sin perder de vista la construcción de personajes sólidos y narrativas que se desarrollan de manera coherente. Esta serie utiliza un estilo narrativo que podría calificarse de "humor autoconciente", donde los personajes están plenamente abiertos al ridículo en el que están inmersos y, a menudo, lo usan a su favor para generar una complicidad con el espectador.
A nivel de guiones, la nueva comedia argentina destaca por ser fresca y audaz, pero también por mantener una sofisticación narrativa que la separa de las fórmulas repetitivas del pasado. El ejemplo de “Felices los 6” es representativo: la serie, que explora las relaciones abiertas y el poliamor en un contexto contemporáneo, logra generar reflexiones interesantes sobre los vínculos afectivos sin caer en moralismos. Los personajes, liderados por Delfina Chaves y Nicolás Furtado, son complejos y se enfrentan a situaciones que desafían tanto sus creencias como las del espectador. El uso del humor aquí no es superficial, sino que sirve como herramienta para desarmar tensiones y llevar al público a reflexionar sobre temas sociales actuales.
Películas
Tal es el caso de División Palermo, la serie de Netflix creada por Santiago Korovsky, utiliza la comedia para explorar el absurdo en temas de inclusión y diversidad. La serie, está protagonizada entre otros por Marcelo Subiotto e Iair Said, partícipes también del equipo de “Puan”, que sigue la historia de Marcelo (Subiotto), un profesor de filosofía que enfrenta una crisis personal y profesional tras la llegada de Rafael (Leonardo Sbaraglia), un carismático colega que lo desafía en la competencia por una cátedra universitaria. Un abordaje desde el ridículo de la crisis y la politización que hoy viven las universidades.
Por otro lado, Adrián Suar, uno de los nombres más poderosos de la producción audiovisual argentina, sigue en la vanguardia con dos nuevos proyectos en Netflix: “Envidiosa”, donde es productor, y una película que explora la adicción a las redes sociales y la presión de la vida online, “No puedo vivir sin ti”, donde interpreta a un hombre cuya dependencia del celular amenaza con destruir su vida familiar.
Además, Netflix ha apostado fuerte por las comedias argentinas protagonizadas por jóvenes figuras. El caso de “Las hermanas fantásticas”, protagonizada por Sofi Morandi (conocida por “Porno y helado”) y Leticia Siciliani, presenta una historia de enredos familiares y secretos tras la muerte de su padre. Esta comedia de situaciones combina humor, drama y una dinámica familiar caótica, donde las protagonistas heredan un lujoso departamento en Puerto Madero junto con una inesperada fortuna.
por R.N.
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