Según anticipan, una mujer trans reconstruye el encuentro con un hombre de la esfera del poder político, para quien fue su amante y su asesora de carrera durante varios años. Luego de ausentarse meses atrás, el hombre, junto a su guardaespaldas, irrumpe en el departamento de la mujer; acaso buscando su silencio, acaso su perdón.
La obra, en su mayoría, es un monólogo en segunda persona, dirigido a un personaje ausente. Con eso la puesta en escena busca dar lugar a tres lecturas posibles y simultáneas: que lo narrado es revivido por ella, pero ya sucedió, que es imaginado, o que está sucediendo y solo podemos acceder a su punto de vista. Las tres apreciaciones buscan dirigirnos al mismo punto, lo narrado y la situación personal de soledad y vulnerabilidad de su protagonista.
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