El reconocido actor estadounidense Rob Lowe (“Square Dance”, “The West Wing”, “Killing Kennedy”) es el protagonista de esta serie británica de seis episodios que filmó en 2019, y Film&Arts estrenó el pasado 4 de julio. Bill Hixon (Lowe), viudo, jefe de policía de Miami, ha sido el más destacado durante el último tiempo. Hasta que resulta apartado de la fuerza por agredir a un chico que había colgado en internet imágenes con contenido sexual de su hija Kelsey (Aloreia Spencer, en un promisorio debut), de catorce años. Sin trabajo en Estados Unidos, decide aceptar la oferta de hacerse cargo de una comisaría en la costa este de Inglaterra, situada en la ciudad portuaria de Boston, perteneciente al condado de Lincolnshire.
A ese lugar se muda con la rebelde preadolescente, y la esperanza de poder huir de su pasado reciente. Aunque todo cambio requiere de una adaptación, su nueva comunidad, que tiene la tasa de homicidios más alta de Reino Unido y el peor historial de integración racial y étnica, lo obligará a replantear su vida y preguntarse si ha hecho lo correcto con semejante decisión, tan radical. Dueño de una licenciatura en criminología, un máster en psicopatología y un doctorado en cartografía, está más que capacitado para enfrentarse a las cifras de delincuencia del condado, a cuyas reuniones laborales concurre munido de gráficos, tablas y algoritmos. Sin embargo, es recibido de mala gana por sus colegas, quienes no ven con buenos ojos la presencia de una autoridad americana en su departamento. Pronto se hacen muy evidentes las muchas e importantes diferencias en la forma de trabajar los casos que tiene la policía inglesa con respecto a la norteamericana. La única persona que parece entusiasmada por su presencia es la joven y vehemente detective Muriel Yeardsley (Bronwyn James, estupenda) con quien Bill forma un peculiar equipo profesional.
Hixon se dará cuenta de que casi todo el mundo es como él: sus habitantes son cínicos, presuntuosos, personas herméticas, en definitiva, y muy difíciles de impresionar. Así, dedicarse en exclusiva a su trabajo y no entablar relaciones con nadie, el objetivo que más tenía en mente, se ve forzado justo a lo contrario, rompiendo una rutina que le hará enfrentarse a situaciones inéditas.
Creado a seis manos por Dudi Appleton, Jim Keeble y David Griffiths, el envío cumple su objetivo de entretener, quizás con excesivos datos en sus sombrías tramas. El resultado se sostiene, claro está, en el indiscutido carisma de Lowe, un intérprete siempre eficiente, que transita una espléndida madurez.
Galería de imágenes
Comentarios