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SOCIEDAD | 27-10-2014 19:27

Rocío Oliva: "Maradona con el alcohol se ponía violento"

En junio pasado, NOTICIAS entrevistó a la pareja del ex astro del futbol y mostró las imágenes de los golpes. Fotos.

En la edición del 21 de junio de este año, Rocio Oliva dio una entrevista exclusiva a NOTICIAS donde además se mostraron las imágenes de los golpes que le había dado Diego Maradona. Por aquella publicación los abogados del ex astro del futbol mundial habían intentado frenar la salida de la revista.

A continuación la nota completa:

La historia que Rocío Oliva cuenta es esta: él había tirado una puerta a patadas y ella tuvo miedo. Hubo piñas, empujones. En la casa había más gente, pero nadie salió de su habitación. Fue hasta el teléfono y llamó a la policía. Cuando el patrullero llegó a la mansión de Dubai, Diego Maradona en persona salió a la puerta y les dijo –en un inglés precario– que estaba todo bien, que estaba discutiendo con su mujer, que era una pavada. Antes de irse, los oficiales le pidieron una foto y un autógrafo.

NOTICIAS: ¿Y usted qué hizo?

Rocío Oliva: Me quedé adentro porque vi que no me iban a ayudar, iba a ser peor. Todos sabían que Diego me pegaba.

La revelación de la última novia sacudió a todo el universo Maradona. Lo negaron sus hijas, su esposa, su otra ex. Hasta Cristina Sinagra, la madre del hijo italiano que el ídolo nunca quiso reconocer, apareció por teléfono desde Europa diciendo que, al menos con ella, jamás había sido violento. "Nunca fue denunciado por ningún delito, ni por amenazas ni por lesiones", dice Matías Morla, abogado del futbolista.

Es cierto que no hay denuncia: el abogado de ella dice que pedirá una orden de restricción cuando Maradona pise la Argentina. "Que se quede tranquila que nadie la va a visitar ni a tocar. Diego cuando va a la Argentina se instala en su casa de Nordelta", desestima Morla. Oliva revolea los ojos. Jura que entiende a quienes pretenden desmentirla, que incluso empezó a sacarse fotos después de cada golpiza: “Quería que él viera. Y que la cortara”. Las imágenes que NOTICIAS muestra en exclusiva habrían sido tomadas en la habitación de la casa que compartían en Dubai. “Una es de una vez que me agarró del cuello y la otra es de una patada en la canilla. Me sangró un montón y después me dolía tanto el pie que no lo podía apoyar”, asegura Oliva. Son todas las fotos que tiene. “Es que Diego me rompía los celulares. Tuve que cambiar un montón de veces de aparato porque se la pasaba revoléandolos. Siempre discutíamos por el teléfono”.

NOTICIAS: ¿Por qué?

Oliva: Si después de comer, yo iba a la habitación a llamar a mi mamá, se enojaba. Me preguntaba de qué habíamos hablado. Todo el tiempo tenía que estar cuidándome de lo que hacía, no la pasaba bien.

NOTICIAS: ¿Cuándo pasó Maradona de golpear puertas y romper celulares a pegarle a usted?

Oliva: Fue porque yo no me callaba, decía lo que pensaba. Me daba piñas.

NOTICIAS: ¿Piñas?

Oliva: Sí. Después me decía que era yo la que hacía que pasara eso, por contestar. Que cuándo iba a cambiar, que era pendeja, que tenía que aprender a quedarme callada. La culpa terminaba siendo siempre mía.

NOTICIAS: ¿Y usted qué pensaba?

Oliva: Me replanteaba cosas, qué tenía que cambiar. Hoy me doy cuenta de que nunca íbamos a conjugar, porque yo tengo 23 años y no me gusta que me quieran callar la boca. Él estaba acostumbrado a una mujer que, si le decían que se tenía que quedar sentada tres horas sin pestañar, lo hacía.

NOTICIAS: ¿Lo dice por Verónica Ojeda o por Claudia Villafañe?

Oliva: No creo que con Claudia haya sido así. No la quiero ni nombrar, pero lo digo por la ex. La relación conmigo era muy distinta y él no lo podía controlar, se le iba de las manos.

NOTICIAS: Ojeda dijo que era usted la que le pegaba a Maradona.

Oliva: Yo lo que hacía era cubrirme. Y una cosa no justifica la otra, además. Ella tiene que decir eso para que su hijo (Diego Fernando) pueda ver al papá. Si ella contara que Diego le pegó, no lo ve más. Y uno por un hijo hace muchas cosas, la entiendo.

El domingo 15, Maradona pasó el día del padre con el menor de sus hijos y con Ojeda, que se quedaron en el mismo hotel en el que el ex jugador se hospedará durante todo el mundial. Desde Río de Janeiro, conduce De zurda” para Telesur con Víctor Hugo Morales. Ojeda volvió el martes 17 a Buenos Aires. El miércoles 18, fue Oliva la que viajó a Brasil.

HINCHADA VISITANTE. 24 horas antes de viajar al mundial, la rubia llevó su cabellera hasta una peluquería de Hurlingam. Tuvo frío, pero se la aguantó: sabe que el producto que usan para alisarle el pelo tiene un olor inaguantable y que lo mejor es aplicarlo al aire libre. No le importó que fuese de noche porque era una urgencia. La peluquera tiritaba mientras le pasa la planchita para domar el pelo platinado, pero Oliva necesitaba estar perfecta.

El llamado para pedir turno fue el primero que hizo después de saber que no había ningún pedido de detención en su contra, ni local ni internacional. Maradona la denunció por robo en Dubai y trascendió que podría quedar presa en Brasil, así que su abogado presentó un habeas corpus. Le informaron que Interpol aún no interviene en esta separación escandalosa. “Es ridículo, pero puede pasar, por eso le recomendé a Rocío que no viaje”, explica su abogado, José Vera. A ella no le importó: tiene entradas para ver a la selección contra Irán y un flamante contrato para hacer móviles sobre fútbol en el programa de Mariana Fabbiani.

Al cierre de esta edición, Matías Morla, abogado de Maradona, estaba en Dubai esperando que el juez que lleva la causa haga lugar al pedido del fiscal para extraditar a Oliva y conseguir una orden de captura internacional. La denuncia es por relojes, un ipad y otra serie de objetos que ella se habría llevado de la casa que compartían al terminar la relación, hace poco más de tres meses. “Yo no me robé nada. Capaz iba a un evento con Diego, nos hacían regalos a los dos y él considera que eso es suyo –explica ella–. Lo hace porque no se banca que sea independiente y me quiere cerrar todas las puertas para que no esté en televisión”.

La causa por robo no es el único asunto que Oliva y Maradona están dirimiendo en la Justicia. El ex jugador le pide a su ex novia y a su familia que desalojen la casa de Bella Vista –en la que se hicieron las fotos para esta nota– que él les ofreció para vivir en tiempos de amor y armonía. “Esta es la mansión que dicen que nos regaló Diego”, dice ella entre risas cuando abre la puerta de la calle Entre Ríos.

La casa es linda, pero está lejos de ser un palacio: en la planta baja está la cocina, amplia y bien equipada, con una ventana interna que da al comedor. Nada espectacular, apenas una mesa y seis sillas. El living tampoco es inmenso: tiene un ventanal que da al patio, un televisor y un falso hogar sobre el que reposan retratos de la rubia y su familia. Es fácil reconocer la ropa que usan porque el evento salió en todas las revistas: son del compromiso que celebró con Maradona en Roma, para San Valentín. Ese día, dijo ella después, terminó con una paliza. Semanas después, se terminaron los planes de casamiento, pero las fotos siguen en sus marcos.

NOTICIAS: ¿Qué pensaba durante ese festejo?

Oliva: Que iba a cambiar todo, porque era él el que quería comprometerse. Y yo lo veía enamorado. Todos me decían que Diego al lado mío era otro. Si hacíamos mate, yo ponía el agua y él cebaba. A la noche ya no había mucamas y él ponía la mesa. Hasta ha lavado los platos. Pero Diego es una persona muy perturbada y todo lo que pasa lo afecta.

NOTICIAS: ¿Qué lo perturba?

Oliva: Si necesita tomarse entre 10 y 15 pastillas para dormir, algo le debe estar molestando. Al principio me levantaba la mano cada tanto, pero empezó a ser más seguido. Me quise ir antes, pero él me había escondido el pasaporte. Nos reconciliamos, pero yo decidí venir a Argentina por un tiempo. Después se dio que no volví más.

ÍDOLO DE BARRO. Oliva cuenta que el teléfono suena a las 3 de la mañana y que del otro lado de la línea está Maradona. “Me pregunta donde estoy, si salí. Me dice que tiene gente que le cuenta todo lo que hago, con quién salgo, a dónde voy. Después me dice que me extraña y que me ama, que no puede estar con otra mujer porque ve mi cara”, cuenta la rubia en la cabecera de la mesa. En la cocina, su mamá le prepara un plato de Nestum. “Te va a parecer raro, pero a Rocío le gusta. Yo se lo preparo todo el tiempo”, trata de explicar la mamá. Oliva sonríe y hunde la cuchara en el alimento para bebé.

En Dubai no. En Dubai comía otra cosa. El menú era omelette en el desayuno, pescado o pollo en el almuerzo y la cena, solo acompañado por ensaladas verdes. “Teníamos una dieta proteica estricta por Diego. Conmigo bajó casi veinte kilos”, se jacta. Iban al gimnasio día por medio, de una hora por vez y también jugaban fútbol tenis. La rutina solo se rompía por atracones: “Lo vuelve loco lo dulce, pero también era capaz de despertarme a las cuatro de la mañana para que le hiciera un sándwich de jamón y queso”, recuerda.

NOTICIAS: ¿Y alcohol?

Oliva: Sí. Tomaba champagne. Cuando tomaba alcohol se ponía violento. A veces hay gente que lo incentiva y él no sabe decir “hasta acá llegué”.

Parecía alcoholizado cuando aterrizó en Buenos Aires para conocer a su hijo Diego Fernando.

Fue el comentario entre los periodistas que lo esperaban en Ezeiza. En el avión, Oliva asegura que los otros pasajeros vieron cómo él la corría entre los asientos y la levantaba del cuello.

Oliva: Diego hace siempre lo que tiene ganas. Obviamente no es el Che Guevara, pero a su manera quiere ser rebelde. Igual, allá no leíamos diarios, no mirábamos tele, ni nada. Él no quería así que nos enterábamos de lo mínimo.

NOTICIAS: ¿Habla con alguien del Gobierno?

Oliva: Con Guillermo Moreno y con su mujer. Cuando estuvimos en Roma, también habló con él. Y a (Florencio) Randazzo lo llama cuando necesita algún favor del aeropuerto. Le gusta juntarse con revolucionarios porque se siente parte de eso. Fuimos a Venezuela con Nicolás Maduro, estuvimos en la tumba de Chávez.

Oliva y Maradona compartían la intimidad con tres mucamas filipinas, dos choferes y una traductora que acompañaba siempre a la rubia.

NOTICIAS: ¿Tenía libertad en Dubai?

Oliva: Al principio iba a la peluquería pero después el peluquero empezó a venir a casa. A Diego no le gustaba porque era hombre. Pero bueno... No, mucho no salía. Tenía que estar al lado de él. Si yo venía a Argentina a ver a mi familia, a los tres días él ya me estaba llamando para que volviese.

NOTICIAS: ¿Y Maradona qué hace?

Oliva: Ve fútbol todo el día.

NOTICIAS: ¿Qué jugador le gusta?

Oliva: Cuando ve la tele, dice que él le pegaba mejor a los tiros libres que Messi, que le falta un montón. Muchos le dicen que Messi no le llega ni a los talones y él dice que no es así, pero le encanta que lo adulen. Conmigo que no la caretee, porque yo viví con él.

NOTICIAS: ¿Qué le dice la gente en la calle?

Oliva: Me apoyan porque consideran que soy la única mujer que tuvo ovarios para no dejarse manejar por Diego.

NOTICIAS: ¿Cree que lo siguen viendo como a un ídolo?

Oliva: Algunos sí.

Ella es fanática de River, pero el marido de su mamá es hincha xeneize. El cuadro más grande de la casa es una foto de Maradona dedicada a él por el Diez “con cariño”. El padrastro no tiene ningún plan de descolgarlo: “Más allá de lo que haya pasado con Rocío, él es mi ídolo. No hay que confundir las cosas, no se puede mezclar”, insiste ante la consulta. Desde el retrato, sonríe incuestionable la imagen de Maradona.

El video de Diego Maradona agrediendo a Rocío Oliva

por Marina Abiuso

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