El experto en consumo y presidente de la consultora W, Guillermo Oliveto, desmenuza la lógica del bolsillo argentino en la década kirchnerista. Asesor estratégico de grandes empresas privadas y autor del libro “Argenchip, ¿Cómo somos y pensamos los argentinos?”, integra la psicología, la historia, la política y la cultura para entender el a b c de la economía.
Noticias: ¿Cómo queda el mapa del consumo argentino?
Guillermo Oliveto: En esta última década, el alto nivel de consumo fue un rasgo destacado por dos motivos. Primero, porque la Argentina tuvo una etapa de escasez fuerte que se vivió entre los años '98 y '99 y el 2002 y 2003 en los que la pobreza llegó al 50%, la desocupación al 25% y el PBI cayó 18 puntos. Quedaron muchas necesidades y deseos latentes que los argentinos se dedicaron a recuperar luego de la crisis. Igual que el gobierno de (Carlos) Menem, el kirchnerismo entendió que la mejor manera de dominar la política era poniendo a la gente en los supermercados y en los shoppings. Y lo lograron, por lo menos durante un buen tiempo. Ese factor los trasciende, habla más de la sociedad que de los procesos en sí mismos.
Noticias: Somos fatalmente consumistas...
Oliveto: Somos una sociedad que se define de clase media. En la Argentina no pertenecer a la clase media es casi no ser: 5 de cada 10 argentinos es de clase media, pero 8 de cada 10 siente formar parte de ella. Esto hace que los iconos que definen la pertenencia de clase se vuelvan muy relevantes: la tecnología, el entretenimiento, el celular, el auto, poder irse de vacaciones a tal o cual lugar, poder vestirse con tal o cual marca, o sea, todos elementos relacionados al consumo.
Noticias: ¿cuál sería la relación ideal entre consumo y producción?
Oliveto: Para tener una política de incentivo al consumo, hay que producir. Este último año hubo una fuerte caída en la industria que generó recesión. El 2014 fue el peor año de la era kirchnerista en materia de consumo. Cayó la venta de alimentos un 2,2%, el poder adquisitivo perdió 5 puntos y la venta de primeras marcas bajó un 3%. El 86% de los argentinos dice haber recortado sus gastos y el 70% sintió pérdida del poder adquisitivo. El twit del año fue "laplatanoalcanza". Sin embargo, hay que aclarar que esa caída fue desde una base muy alta.
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Oliveto: ¿Tiene sentido incentivar el consumo cuando hay merma en la productividad?
No. Esa es una enorme contradicción que tiene este gobierno y genera tensiones hacia adentro. Existen problemas macro muy profundos que va a tener que arreglar el próximo gobierno.
Noticias: ¿Los programas de “Precios Cuidados”, “Ahora 12” y “Pro.cre.auto” ayudaron a aumentar el consumo?
Oliveto: Sí, totalmente. Sin esos planes, se hubiera vendido menos. Perofueron acciones paleativas que no solucionan los problemas de fondo.
Noticias: ¿Qué es lo primero que se recorta cuando la plata no alcanza?
Oliveto: El año pasado hicimos un análisis al que llamamos “la lógica de los 5 anillos” y demuestra la gran gimnasia que tienen los argentinos para reaccionar ante cambios de contexto. La gente recortó de afuera hacia adentro dejando de consumir los productos más prescindibles, empezando por los inmuebles (recortes del 25, 30%); productos durables de valor medio y servicios de confort: electrodomésticos, psicólogo, gimnasio, tecnología, indumentaria, entretenimiento (15%); productos más masivos como cremas, snacks, postres, cortes de carne caros (10%) y, en los peores casos, productos de la canasta básica (1, 2%). La sorpresa fue ver que los argentinos decidieron no resignar componentes propios de la clase media: educación privada, prepaga, internet, telefonía...
Noticias: ¿Cómo es hoy la pirámide económica del país?
Oliveto: Tenemos cinco clases sociales. La clase media total alcanza al 48% de la población, la clase baja al 46,5% y la clase alta sólo representa un 5,5%. El problema es la gran brecha que existe entre los niveles de ingresos más bajos y más altos, 28 veces de brecha. Eso genera una sociedad hiperfragmentada con un alto componente de conflictividad ante la diferencia de oportunidades. Esto es un factor clave para la gobernabilidad del que gane las elecciones de octubre. La sociedad ya no tiene el mismo nivel de tolerancia y no aguanta un ajuste ortodoxo como los que se dieron en los 80 y los 90.
Noticias: O sea, el recorte abrupto no es una opción...
Oliveto: El argentino puede tolerar muchas cosas, menos que le toques el bolsillo. Cuando le quitás algo que cree que se ganó con derecho propio está dispuesto a salir de su zona de confort. Eso es lo que pasó en el 2001. Por eso, que este país se defina identitariamente como de clase media explica muchas cosas. No quiere ser Venezuela, pero tampoco quiere un régimen como el que propone la derecha francesa. El argentino lo que quiere es vivir con cierta tranquilidad, disfrutar de su familia, de sus amigos y tener la posibilidad de ascender socialmente: que mis hijos estén mejor que yo.
Noticias: El símbolo emblema de la clase media es el de tener la casa propia. Sin embargo, eso es un sueño imposible para muchos en la actualidad. La gran asignatura que el kirchnerismo deja pendiente es, sin dudas, la del crédito hipotecario. Si bien, a partir del plan Pro.cre.ar ha desarrollado una herramienta, resulta escasa para la gran cantidad de demanda que hay.
Noticias: ¿El argentino ahorra?
Oliveto: Te diría que es más gastador que ahorrador y esto tiene que ver mucho con ese fantasma latente de la “ciclocrisis”, que explicado en criollo significa tener la sensación de que cada 7 o 10 años se pudre todo. Esto es algo que genera una conducta ciclotímica, pasar de la euforia a la depresión. En los procesos de euforia, el argentino es muy gastador, le cuesta ahorrar y sus mecanismos de ahorro son bastante primitivos: comprar dólares o abrir un plazo fijo. Le falta cultura financiera.
Noticias: ¿Qué expectativas para el 2015?
Oliveto: Creo que va a ser un año gris en materia de consumo, que podría tener una tasa de crecimiento del 1%, o tasa 0. No sería para hacer ninguna celebración, pero le permitiría a las empresas mantener la mecánica actual. Es muy probable que a mitad de año el gobierno procure estimular el consumo por la cercanía de las elecciones. Habrá que ver cuánta plata tiene, para qué le alcanza y cuánto lo puede beneficiar, pero el gobierno no se va a querer ir con un año frío en la economía, aunque sea, tibio.
por Noelia Fraguela
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