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CONSUMO | 05-09-2023 17:26

Feria virtual: el boom de la ropa retro en las redes

En todo el mundo y en Argentina también, hay una revalorización de las prendas viejas y usadas. Los secretos para emprender en internet.

Antes de entrar en el tema de las tiendas virtuales, es necesario definir el término “vintage”, palabra que viene del inglés. La traducción literal es  “antiguo” o “antigua”, pero no desde un punto de vista negativo, tratando algo de anticuado o feo. Vintage, realmente se utiliza para nombrar aquellos elementos (principalmente ropa, pero también incluye muebles y accesorios, entre otros) que a pesar de su antigüedad, dicha vejez ha hecho que su valor sea mayor, que se haya revalorizado, y no que se vea como algo viejo ni malo.

El nacimiento de la "ropa vintage" se ubica entre los noventa y los comienzos del 2000, cuando muchas personas, y principalmente bandas de música, comenzaron a utilizar remeras o camperas de épocas anteriores. Ya sea por su calidad superior, las medidas de las prendas (que en general en el pasado eran “oversize”), pero lo cierto es que arrancaba una moda diferente a las de la época. No era vestirse distinto o peinarse de cierta manera, era usar ropa ya usada en el pasado. Volver a los orígenes. 

Charly Garcia remera Nirvana
Charly Garcia usando una remera vintage de Nirvana, dias después de la muerte de Kurt Cobain

En cuanto respecta a los comienzos de las tiendas virtuales de ropa vintage, estas han estado en internet desde hace mucho tiempo: en Estados Unidos la compra de indumentaria de manera virtual es algo que desde hace varios años es típico y que con el tiempo ha llegado a todo el mundo. En Argentina, se puede decir que muchas de estas tiendas ( las más longevas en este área) surgieron en Facebook, donde había grupos de compra-venta de ropa, además de intercambios tanto de prendas como de información sobre las mismas.

El auge llegó después, con la aparición de Instagram como red social. A diferencia de Facebook, que en su mayoría se basa en mensajes de texto y alguna que otra foto, la modalidad de Instagram ofrecía grandes ventajas a la hora de vender ropa: todo el contenido se basa en imágenes, las cuales pueden subirse en conjunto mostrando la prenda entera y con sus detalles, además de videos donde podrían observarse desde roturas de la prenda, hasta detalles de reflex en las mismas.

Otra cualidad importante que tiene Instagram (que Facebook también agregó pero hace poco tiempo) son el formato de las historias; fotos/videos que pasadas 24 horas, se eliminan para siempre a menos que sean destacadas por la cuenta que las maneja. Estas historias, fueron vistas para muchos vendedores como la oportunidad de llegar a un público mayor, pero principalmente, para promocionar ofertas que en las publicaciones no aparecen, con el objetivo de crear una comunidad atenta a las prendas subidas y para ayudar también a los usuarios a conseguir artículos a un precio menor al valor de la misma.

Las claves del éxito

Pero, ¿Cómo se consiguen las prendas? ¿Es un ámbito libre de estafas y seguro? ¿Es rentable empezar un negocio de venta de ropa? Ninguna respuesta a estas preguntas está libre de subjetividades ni de experiencias personales, pero los especialistas tienen sugerencias.

Respecto a la obtención de prendas hay dos grandes modos. El primero es mediante la compra de ropa en ferias (como la de Solano, la del Parque Los Andes entre muchas otras), donde con tiempo y dedicación, pueden conseguirse artículos únicos a un precio muy barato, con una alta rentabilidad.

Feria Parque los Andes
Gente buscando ropa en Parque Los Andes, Chacarita, Buenos Aires.

El segundo método ha cobrado gran notoriedad en los últimos tiempos, debido a videos de muchos usuarios explicando el paso a paso, y se trata de la compra de fardos de ropa. En el norte del país, más precisamente en Jujuy, en la frontera con Chile y Bolivia, mucha ropa americana está a la vista y a un gran precio, desde remeras de fútbol americano, hasta camperas Columbia o The North Face aparecen entre las prendas con mayor rentabilidad. A pesar de ser esta la opción mas económica, al buscar “Fardos de ropa” en Google, nos aparecen varias paginas las cuales venden dichos fardos y hacen envio no sólo a todo el país, sino que a casi todo el mundo.

En estos fardos no se puede saber los productos que hay dentro, solo se dice la cantidad de prendas que incluyen, los talles, el género o edad (hay fardos de ropa solo “femenina”, así como solo “masculina” o hasta de ropa de bebés y niños) y en algunos casos, el valor de cada prenda respecto al total del fardo, esto con el motivo de demostrar que son rentables y que de un fardo de ropa bien vendido, puede comprarse 2 o 3 más.

Los emprendedores también deben ver la cuestión de la seguridad en su tienda. La gran mayoría tienen un apartado en su cuenta de Instagram llamado “clientes” o sinónimos del mismo, donde repostean historias subidas por los compradores cuando les llegaron sus prendas del correo, así también como despachando envíos o en algunos casos, dándole ropa a cantantes o influencers. A su vez, otras paginas tambien cuenta con la modalidad de punto de entrega, que se establece y coordina previamente con el vendedor (el cual a veces le suma un costo al producto por tema de movilidad, tiempo, etcétera) para poder tener el producto al momento y no correr el peligro de ser estafado. Además, algunas otras poseen un sitio web propio, el cual muestra todos los productos en stock y a su vez las compras están reguladas por el sistema (como Tienda Nube o Shopify) . Por último, algunas de las más prestigiosas y conocidas tiendas de ropa vintage, poseen locales abiertos al público, como Urban Luxury (con más de 11 sucursales abiertas) o Juan Perez Vintage (ubicado en Recoleta), donde no solo pueden verse, probar y comprar prendas, sino que también incluyen ( en el caso de Urban Luxury), la posibilidad también de vender ropa o intercambiarla por otra.

Con todo lo dicho, parece oportuno decir que la venta de ropa vintage es un negocio rentable, que con poco se puede hacer mucho, pero la realidad no es tan cercana a eso. Si bien muchas páginas han logrado triunfar y establecerse, siendo el método de trabajo para sus creadores, muchas otras han fracasado, sufrieron grandes pérdidas y han tenido que cerrar sus cuentas. Lo cierto es que el negocio no está en comprar y vender más caro, no es un pasamanos, es algo más allá; es saber vender, generar confianza en el público, crear una comunidad fiel, traer ropa cada vez mejor (no tiene que ser más variada, simplemente mejores marcas y prendas), esforzarse por ser una buena pagina y no solo una del montón; implica compromiso. A veces la suerte no acompaña, las prendas no se venden, las publicaciones pierden repercusión.

Sin embargo, los casos exitosos parecen demostrar que la clave, consiste en prestar atención a los gustos y preferencias de la clientela, buscar piezas realmente valiosas y tomar esto como un trabajo y no como un pasatiempo, a veces un bolso viejo, una prenda sin usar, puede ser el comienzo de un imperio.

 

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Dante Gabriel Bogani Sandez

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