Tuesday 23 de December, 2025

SOCIEDAD | Hoy 05:31

Los secretos y negocios de Toviggino, el tesorero de la AFA

El hombre que maneja las cuentas de la Asociación del Fútbol Argentino está en el ojo de la Justicia. Propiedades, empresas y caballos. Su vínculo con Zamora.

Pablo Toviggino ocupa dos lugares clave dentro de la AFA y eso explica por qué su nombre dejó de circular solo en los pasillos del fútbol y se expandió a la política y la Justicia. Es el tesorero de la entidad que preside Claudio “Chiqui” Tapia, el hombre que administra la caja cotidiana: pagos, contratos, movimientos internos. Y además conduce el Consejo Federal, el organismo que ordena el fútbol del interior y que funciona como una suerte de Ministerio del Interior del fútbol, con llegada a gobernadores, intendentes y hasta personas destacadas de los pueblos más remotos del país. Esa combinación lo volvió una pieza central del oficialismo en la AFA, alguien que ejecuta decisiones y, cuando hace falta, construye mayorías. Para propios y ajenos, Toviggino es parte del núcleo duro del poder.
No viene de una carrera deportiva ni de la exposición pública. Nació en Rosario en 1979, pero su construcción como dirigente fue en Santiago del Estero, lejos de la sede de la AFA en la porteña calle Viamonte. Se formó en estructuras del ascenso y del fútbol regional, con paso por Comercio Central Unidos, y durante años se movió en un segundo plano. Ese recorrido le dio algo más valioso que visibilidad: vínculos. En la AFA llegó por la política interna del fútbol y consolidó su posición desde ahí, con terminales provinciales y una relación muy aceitada con el poder local santiagueño, en especial con el ex gobernador Gerardo Zamora.
El cruce entre fútbol y política aparece de manera recurrente en su historia. En el territorio, sus emprendimientos privados convivieron con un Estado provincial activo en la difusión de obras y proyectos. Por ejemplo, cuando inauguró un hotel de su propiedad en Santiago del Estero, el gobierno de Zamora lo comunicó con una gacetilla. 
En el plano discursivo, Toviggino eligió las redes sociales como trinchera. Desde allí salió a confrontar con el Gobierno nacional en cada debate que tocó intereses de la AFA. Ese tono frontal lo expuso más de lo habitual para un dirigente que, hasta no hace tanto, prefería moverse sin micrófonos.
El problema es que la exposición dejó de ser solo política. La situación judicial es hoy el punto más delicado de su carrera. La causa se concentra en una megaquinta ubicada en Villa Rosa, partido de Pilar: un predio con helipuerto, galpones y sectores adaptados para la actividad hípica. Formalmente, la propiedad figura a nombre de una sociedad, que tiene por dueños a un jubilado y a su hijo, perfiles económicos que no parecen compatibles con el valor del inmueble. Para los investigadores, ahí aparece la sospecha de prestanombres.
En los allanamientos surgieron elementos que complicaron el cuadro. Un registro interno de un country lo ubica como residente permanente, con acceso irrestricto, junto a quienes figuran como dueños formales. También aparece el nombre de una de sus hijas en esa nómina. Dentro del predio se encontraron objetos que los investigadores interpretaron como señales de uso cotidiano: elementos vinculados a la AFA y una placa de Barracas Central dedicada a Toviggino. A eso se sumó el secuestro de cerca de 60 autos de alta gama, que abrió otra línea de investigación sobre el origen y la titularidad real de esos bienes.
El expediente no se limita a la quinta. El mapa empresario que rodea a Toviggino incluye hoteles, estaciones de servicio, un cementerio privado, marcas comerciales y sociedades con base en Santiago del Estero. El emblema es un hotel de alta gama inaugurado en 2023 sobre la Ruta 9, con spa y suites bautizadas con los nombres de sus hijos. Por ese lugar pasaron delegaciones deportivas de primer nivel. Cerca de ahí funciona un cementerio privado de gran escala, llamado Jardín Pentecostes, otro negocio sensible por su dimensión y su bajo perfil.
Hay también un entramado de marcas que se repiten: el nombre Neurus, pintado en el helipuerto de la megaquinta de Villa Rosa, vuelve a aparecer en un wine bar y en una línea de vinos premium. En ese recorrido aparecen vínculos con la estructura administrativa de la AFA. En otro capítulo más incómodo aparecen contratos con el Estado provincial de Santiago Del Estero: adjudicaciones millonarias para servicios de vigilancia y provisiones, con decretos y resoluciones que hoy forman parte del análisis judicial. Todos negocios con el Estado que terminan en manos de Toviggino. En agradecimiento, y como presidente de la liga de fútbol de Santiago del Estero, hizo que las copas de las divisiones de menores se llamasen “Gerardo Zamora”.  
La pasión por los caballos es otro rasgo visible en la vida de Tovigigno y, al mismo tiempo, uno de los rubros más documentados. Registros oficiales lo muestran como titular de numerosos caballos de salto inscriptos entre 2021 y 2023, con nombres que se repiten en competencias y catálogos. Los valores de mercado de esos animales ascienden a cifras altas. A ese núcleo se agregan frisones y ejemplares Akhal-Teke, razas exóticas y caras, algunas importadas. El “mundo HT”, en referencia a “Hermanos Toviggino”, ampliaría el número total de caballos a varias decenas. 
En paralelo, Toviggino acumuló frentes políticos abiertos. Con Patricia Bullrich, el conflicto escaló a una denuncia formal ante el Comité de Ética de la Conmebol. La respuesta de Toviggino fue, otra vez, pública: defendió a la AFA como entidad privada y negó cualquier manejo de fondos estatales, corriendo el eje de la discusión.
La situación procesal es hoy el dato central. La causa que investiga a los propietarios -en los papeles- de la quinta de Villa Rosa dejó la etapa de ruido y entró en fase de prueba. Hubo cambio de fuero, levantamiento del secreto de sumario y una batería de medidas orientadas a reconstruir el origen del dinero y a determinar quién es el beneficiario real de los bienes investigados. El foco está puesto en tres capas: propiedades y vehículos de lujo, sociedades interpuestas y pruebas de uso y acceso.
El escenario está abierto. Si la Justicia logra cerrar ese triángulo con evidencia concreta, el problema de Toviggino se vuelve serio. Si no, quedará flotando en una zona gris de sospechas y denuncias. El partido, esta vez, se juega en otro lado.

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Rodis Recalt

Rodis Recalt

Periodista de política y columnista de Radio Perfil.

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