Valentino, Gucci y Prada son apellidos de la nobleza del diseño estampados en los portatrajes que acarrea con el bolsón Vuitton dónde esconde, cual Cenicienta en deshora, zapatos de suela roja. No hay pedido de asistente, maquilladora ni peluquero. "Soy de un perfil hiperbajo”, dice la bella mujer con suave acento itálico que esconde una personalidad entre la pasión mediterránea y la responsabilidad obsesiva. Con puntualidad de relojería suiza, atraviesa con paso felino el lobby del hotel con la cabeza plagada de ruleros. Divismo cero para una profesional de la elegancia. Decidida y como de entre casa, se dirige a la habitación 100 de la Mansión del Hotel Four Seasons. Es la joya de la corona. Recientemente remodelada, fue estrenada por Juliana Awada y vuelve a abrir su puerta, sólo para ella. La dama es Rossella Della Giovampaola. Socialité de amabilidad infinita, coleccionadora serial de vestuarios de alta gama y doctora en idiomas y literaturas extranjeras en suspenso, que emigró a la Argentina por trabajo y se arraigó por amor. Pareja de poderosos como Jorge Garfunkel y Gustavo Yankelevich, amante de la haute couture (“No sigo las tendencias, prefiero poco pero bueno”), extremista del cuidado físico y viajera, asegura que “ante la muerte uno se da cuenta que las cosas materiales pueden ser nada y que el lujo está en el poder aprovechar los afectos”.
Noticias: Uno se la imagina en Montecarlo paseando en un auto de lujo, ¿cómo aterrizó en Buenos aires?
Rossella Della Giovampaola: Conocía la Argentina porque tenía un tío que vivía en Uruguay y vinimos a visitarlo. Cuando terminé la facultad, apareció una pasantía como asistente del agregado cultural de la embajada italiana. Vine por seis meses y a los 15 días conocí a Jorge Garfunkel y me enamoré profundamente.
Noticias: Siempre fue desenvuelta, su hermana Patricia dice que de jovencita se la podía ver bailando arriba de la mesa en Montecarlo.
Della Giovampaola: ¡Nada que ver! (risas). Mi hermana, que es cuatro años mayor, era el centro de atención y yo era patológicamente tímida. Para desbloquear la situación, mamá me mando a estudiar actuación. Hice una audición para la escuela de Vittorio Gassman. Quedé seleccionada, pero mi papá no quería una actriz en la familia así que me inscribí en Literaturas extranjeras.
Noticias: Una actriz frustrada...
Della Giovampaola: Sí, pero fue una experiencia liberadora, me permitió desterrar inseguridades.
Noticias: Al poco tiempo de casada, su marido se enfermó y quedó viuda con una hija chiquita.
Della Giovampaola: Tenía 34 y María Toscana sólo cuatro. Fue difícil.
Noticias: ¿Pensó en volver a Italia?
Della Giovampaola: La familia de Jorge y mi cuñado me apoyaron muchísimo. Después de dos años quise volver. Mi padre también estaba solo. Un mes antes de hacer las valijas, lo conocí a Gustavo (Yankelevich) ¡y ya no me pude ir!
Noticias: Otro flechazo.
Della Giovampaola: Esas cosas de la vida. No tenía idea de quién era Gustavo porque no prendía la tele, y si lo hacía, sólo miraba dibujitos. Gustavo fue a ver a Andrea Frigerio para un programa. Cuando se estaba yendo, Andrea le pregunta: "¿Estás de novio?". Le dijo que no. Ella ni me conocía, pero le dijo que tenía alguien para presentarle. Cuando mi hermana se enteró, como conocía a Gustavo, armó una cena. Éramos cinco y con el claro propósito del enganche. Él estaba histérico, me dijo: "Hablo poco, soy tímido y hasta antipático". ¡Pero no cerró la boca! Pensé, “qué esfuerzo”. Debe ser muy piola e inteligente. Me mató.
Noticias: A simple vista sus brillos y el estilo descontracturado de Gustavo no pegan. ¿Por qué nunca se casaron?
Della Giovampaola: Él es más tímido y menos fashionista y yo más sociable. El casamiento es una vez en la vida. Vivimos en casas separadas, la mejor fórmula, pero nos vamos de vacaciones juntos.
Noticias: ¿Nunca trabajó?
Della Giovampaola: Poco. Cuando me ofrecieron renovar en la embajada, Jorge no quería. Insistía con formar una familia. Después nos fuimos a vivir durante 9 años a Punta del Este. No tuve tiempo de realizarme.
Noticias: ¿Cómo se llevan con su hermana?
Della Giovampaola: De chicas yo era rebelde y ella estaba bajo el dominio de mamá. Para cuando ella fue adolescente, yo jugaba a las muñecas. Cuando cumplí 15, ella había desaparecido de Italia. Nos reencontramos cuando empezó a salir con Rodrigo (D'Arenberg). Igual estamos un poco desencontradas. Ella vive mucho tiempo en París. Cuando voy a Europa, paro en su casa, pero ella no siempre está.
Noticias: Ella ha dicho que usted parece tranquilita pero es brava.
Della Giovampaola: ¡Tiene razón! Me pone loca la impuntualidad. Soy Géminis con ascendente en Acuario y me salta el acuariano para defenderse del caos de los geminianos. Mi mamá se obstinaba con vestirme de blanco para ir al parque, pero yo era machona y volvía sucia. Patricia era más sumisa, yo no. En la adolescencia me metí para adentro. El sexto sentido de mi madre hizo que fuera a teatro para liberarme. Lo logró, pero terminé como ella, ¡bien prolijita!
Noticias: No me diga que detrás de este modo amable se esconde una estructurada controladora.
Della Giovampaola: Un poco. Me da ansiedad cumplir con las cosas porque soy responsable. Si me comprometo, lo hago y es un estrés.
Noticias: Siempre está impecable y tiene un guardarropa increíble, ¿no quiso hacer algo en la moda?
Della Giovampaola: Lo que me gusta de la moda ¡es comprar! He escrito notas para Caras y hay algún proyecto de hacer algo en la web.
Noticias: ¿A veces no se siente overdress?
Della Giovampaola: En muchas cosas es mejor menos que más, pero cuando me visto mi objetivo es estar de más que de menos. Prefiero pasar por mejor vestida que por estar fuera de lugar. ¡Tampoco estoy todo el día de paillettes! También compro en Zara.
Noticias: ¿Hay algo nuevo en la moda?
Della Giovampaola: Todos se copian. Si agarrás la colección de Gucci son todos vestidos de Chanel de hace 25 años.
Noticias: ¿Qué diseñador le gusta?
Della Giovampaola: Estoy con Valentino porque tiene esa cosa moderna chic que prioriza lo artesanal. Me gusta Oscar de la Renta y estoy mirando qué pasa con el recambio de diseñadores en las casas... De acá me gusta Javier Saiach, un artesano, algo de Gabriel Lage y me enamoré de un vestido de Tramando, aunque no es mi estilo.
Noticias: ¿Cómo se cuida?
Della Giovampaola: Hago gimnasia todos los días. En una época corría de lunes a lunes, era un poco enfermizo, hasta que me arruiné el sacro. También soy estricta con el cuidado de la cara. Si no hay milanesa de soja donde voy, me la llevo en la valija. Hoy no como carne, lácteos, dulce ni fruta. Solo pescado, el blanco del huevo y algún tipo de verdura.
Noticias: Es una mujer muy estética, ¿le tiene miedo a la vejez?
Della Giovampaola: Para nada, espero llegar en buena salud. Por eso soy fanática de la buena comida y la gimnasia. Es un esfuerzo, pero prefiero matarme tres horas en una maquina que hacerme un corte en la papada, ¡soy hipocondríaca! Mi madre nunca tuvo celulitis ni arrugas, pero la ley de gravedad existe. Soy fan de las cremas y creo que botox me podría poner. Pero hasta ahí, me parece ridículo parecer de 20 cuando tu hija tiene esa edad. Me da más miedo la muerte que la vejez.
Noticias: ¿Qué le gusta de la Argentina, más allá de sus hombres?
Della Giovampaola: Argentina siempre fue muy generosa. Más allá de las crisis y de las cosas que no funcionan, hay algo que te atrapa que no se puede explicar. Puedo estar en el lugar más lindo de Europa, pero si tengo tres días, me vuelvo a Buenos Aires.
Gabriela Picasso
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por Gabriela Picasso
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