Dice que no sabe. Algunos de sus amigos y familiares lo miran con algo de sorpresa. ¿Será cierto? “Es complicado volver. Hay que abandonar un montón de cosas. No sé si me voy a presentar, tengo el corazón dividido”, le repite Florencio Randazzo a quien se lo cruce en la playa pública de Valeria del Mar, donde se tomó dos semanas. El frustrado candidato a gobernador de Buenos Aires intenta mostrarse así, relajado, lejos de todo, con la única idea de disfrutar su tiempo en la costa atlántica. Aunque le repite a su círculo que su futuro cercano está lejos de los flashes, tiene un ojo puesto en las legislativas de octubre que se acercan y una promesa –o un sueño–: si Cristina Kirchner se presenta a competir en unas primarias abiertas del peronismo, él irá a buscar su vendetta política. Ni la arena le pudo bajar el enojo a Randazzo.
Descanso
Sale a correr todos los días, en general a la tarde. No mira la televisión (“¿para qué?, si casi siempre los periodistas dicen mentiras”) y evita estar con el celular encima. Rechaza a todos los periodistas que se le acercan, incluidos a los enviados de NOTICIAS, y asegura que por un tiempo no dará ninguna entrevista. Quiere “estar tranquilo”: aunque, les dice a sus amigos, si CFK quisiera competir en las legislativas “la historia sería otra”. “No sé en qué andará, jamás volví a hablar. Si ella se presenta sería un error, pero bueno... ya ha cometido muchos”.
Galería de imágenes
Comentarios