En ocasión de su estreno no dijimos: “La célebre novela de Dostoievski (1821-1881), quien describió con gran detalle el embelesamiento que se produce al estar enamorado, se ofrece en una conmovedora versión actualizada, pergeñada por el talentoso dramaturgo y director Ariel Gurevich”.
La propuesta rescata la historia de un hombre taciturno que vive retirado del mundo. Una madrugada encuentra a un joven en la calle y lo invita a su hogar. Cada noche el muchacho regresa con la sola condición que el dueño de casa no se enamore de él.
En nueva temporada, los lunes a las 21, el sutil montaje de Gurevich construye imágenes en las que el comprometido trabajo de Nelson Rueda, muy bien secundado por Esteban Masturini y Silvana Tomé, logra acercarnos a los misteriosos senderos del amor.
por Jorge Luis Montiel
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