Barry Eichengreen (65) es uno de los columnistas económicos más famosos de la prensa mundial. Profesor de la Universidad de California Berkeley, publica sus artículos con regularidad en The Guardian, Financial Times, O Estado de S. Paulo, Il Sole 24 Ore y Caixin, de China. Fue asesor senior del Fondo Monetario Internacional (FMI) entre 1997 y 1998, aunque después lo criticó.
Noticias: ¿Por qué Argentina sufre nuevamente una crisis?
Barry Eichengreen: El enfoque gradualista de Macri hacia la estabilización y las reformas, quitando el exceso de inflación fuera de la economía e implementando reformas estructurales gradualmente en el tiempo, fue una manera sensible de mantener el apoyo político hasta aquí al minimizar el dolor y los trastornos para la gente en el corto plazo. Pero para mantenerse en el curso se requería que todo fuera bien por un periodo extenso. Y dos eventos arrojaron el proceso fuera del curso. Primero, el Gobierno cometió un error al insistir en elevar la meta de inflación y poner en cuestión la independencia del Banco Central. Segundo, es probable que la Fed (Reserva Federal de Estados Unidos) ahora suba las tasas de interés, incluso más rápido de lo que previamente se esperaba. Ambas perturbaciones obviamente hicieron más difícil que el Gobierno financiara su déficit endeudándose en el exterior. Al ver eso, los inversores comenzaron a huir. Por esa razón colapsó el tipo de cambio, se perdieron reservas internacionales y hubo crisis.
Noticias: ¿Qué hizo bien y qué mal el Gobierno de Macri?
Eichengreen: Pienso que la estrategia básica era buena, tenía sentido bajo las circunstancias políticas argentinas. Pero requería que el Gobierno evitara los goles en contra, por mencionar el problema en términos familiares basados en el fútbol. Elevar la meta de inflación y comentar excesivamente sobre la política del Banco Central fueron claramente goles en contra.
Noticias: ¿Qué le ocurrirá a la Argentina en el corto plazo?
Eichengreen: La independencia del Banco Central puede reafirmarse y el compromiso del Gobierno con las reformas puede restablecerse. La confianza puede todavía volver. Pero el daño es serio. Así que recuperar la confianza demandará un programa del FMI y muchos meses de otra vez dedicarse a la estabilización y las reformas.
Noticias: ¿Qué puede hacer la Argentina?
Eichengreen: Tiene que tener una exitosa negociación de un préstamo stand-by del FMI. El Gobierno entonces tiene que cumplir con las condiciones de ese paquete. Esto incluirá dejar que el Banco Central haga su propia tarea y permitirle que baje la inflación a niveles de un solo dígito hacia final de año. El hecho de que no haya elecciones en el corto plazo es una fuente de al menos algo de confianza de que todo esto será posible, aunque no esté asegurado.
Noticias: ¿Qué opina del rescate del FMI a la Argentina?
Eichengreen: No hay forma de evitarlo en este momento. Desafortunadamente, el Gobierno cometió un leve error al pedir inicialmente una línea de crédito precautoria, cuando estaba claro que un país con una inflación de dos dígitos y un déficit sustancial sólo podría calificar para un estándar préstamo stand-by del FMI. Los inversores podrían haberse sentido más seguros si el Gobierno hubiese reconocido la realidad y hubiese pedido desde un principio el crédito stand-by.
Noticias: ¿Cómo analiza la situación internacional que impacta en la Argentina?
Eichengreen: El alza de las tasas de interés de Estados Unidos obviamente le torna más difícil a la Argentina el financiamiento de su déficit fiscal con crédito externo, en dólares. Cuánto más difícil dependerá de cuán rápido la Fed suba las tasas. Mi conjetura es que habrá cinco, en lugar de cuatro, incrementos de 25 puntos básicos en la política de tasas de la Fed este año ya que la escasez de mano de obra está profundizándose ahora en Estados Unidos y la inflación de salarios está a punto de acelerarse significativamente. Si estoy en lo cierto, esto tornará la situación de la Argentina más difícil aún. El otro factor clave es si problemas igualmente serios llevan a que otros gobiernos busquen ayuda del FMI para aplicar en sus países, en Turquía por ejemplo, algo que podría poner a los inversores internacionales más reacios a financiar los déficits de los mercados emergentes. Sólo el tiempo nos dirá si esto ocurrirá.
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