En el micro estadio de Ferro, en el barrio de Caballito, una importante cantidad de personas le hizo frente al calor para escuchar hablar a Cristina Fernández de Kirchner. La exmandataria, que formó parte del primer “Foro Mundial de Pensamiento Crítico”, organizado por Clacso, contó con la presencia de sus fieles laderos: diputados, sindicalistas e intendentes se sentaron en la primera fila para oír a "la jefa".
Con la idea de debatir sobre "capitalismo, neoliberalismo y crisis de la democracia", según anunciaba la propia organización del evento, la presencia de Fernández era uno de los platos fuertes de la jornada. Así, dieron el presente a la cita figuras importantes vinculadas a lo que se denomina como el "kirchnerismo duro". En las primeras filas se lo pudo ver a Agustín Rossi, actual jefe de la bancada del FpV en Diputados, así como a sus compañeros de recinto: Fernando Espinoza, Leopoldo Moreau, Juan Cabandié y Mayra Mendoza. Esta última se mostró con un cartel que exigía la liberación de Amado Bodou, último vicepresidente de CFK.
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Además, se los pudo ver Martín Sabbatella, líder de Nuevo Encuentro, junto a Jorge Taiana, excompañero de fórmula de la actual senadora, quien no llegó a entrar al Congreso. Cerca de ellos también se los pudo ver a los intendentes Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) y Verónica Magario (La Matanza).
Por parte del sindicalismo, se mostraron atentos a los dichos de CFK el titular de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky y el secretario de Suteba, Roberto Baradel. A esta lista también se puede sumar al periodista Horacio Verbitsky, al empresario de la carne, Alberto Samid y al ex intendente de Tres de Febrero Hugo Curto.
Durante la exposición, Cristina Kirchner aprovechó para criticar al gobierno de Mauricio Macri, al cual consideró que fomenta el individualismo y la meritocracia. "La condición humana es tener una identidad, que es lo que nos diferencia de los animales. No somos todos perros, todos gatos. Los gatos son todos gatos", dijo de manera poco inocente la senadora nacional en relación al apodo que se le suele decir al actual presidente.
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En medio de risas y aplausos, CFK agregó: "Las yeguas son todas yeguas", trayendo a colación el apodo que usaban sus detractores durante sus 8 años de gobierno. Con ese argumento, aprovechó a hablar de la necesidad de un Estado con mayor presencia en la generación de empleo.
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