A fines de marzo del 2018, Natacha Jaitt se sentó en la mesa de Mirtha Legrand para denunciar que un grupo de periodistas, políticos y empresarios de los medios participaban de una red de pedofilia cercana al Club Independiente. Su presencia en el programa generó un escándalo no sólo por los nombres mencionados sino también por la persona que la había acompañado al estudio de El Trece: Ana Polero, una periodista que la había aconsejado con el vestuario y que había sido empleada de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).
Aquella noche, Jaitt había dicho que tenía información debido a que una empresa la había contratado para que investigara varios casos. Las especulaciones sobre la relación entre los servicios de inteligencia, la noche y la prostitución crecieron con el correr de las semanas y tanto Natacha como Polero tuvieron que enfrentarse a la Justicia. El periodista Carlos Pagni, además de denunciarlas, habló de "espionaje clandestino" y el jefe de la AFI, Gustavo Arribas, presentó una demanda para que se investiguen las supuestas tareas de inteligencia ilegal que habría realizado la mediática.
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Polero, señalada como la intermediaria de Jaitt y los servicios de inteligencia, prefirió mantenerse en silencio hasta hoy. Luego de la noticia de la muerte de Natacha, NOTICIAS dialogó con el abogado de la vestuarista, Roberto Ribas, quien le dio la noticia del fallecimiento por teléfono a las 7 de la mañana: "Se impresionó mucho", dijo el letrado y aseguró que las mujeres "no tenían contacto desde hace más de un año".
Según Ribas, Polero no estaba al tanto de lo que Natacha iba a contar aquella noche en la mesa de Mirtha Legrand: "Jaitt estaba ilusionada con su visita al programa, no quería que la criticaran por su vestimenta y por eso llamó a Ana, para que la ayude con el vestuario. Polero fue a la casa de Natacha, eligieron la ropa y a último momento Natacha le rogó que la acompañara. Esto no le resultó extraño pues Ana tenía una relación casi maternal con ella".
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Ribas insistió en que "Ana no tuvo nada que ver con las denuncias ni con ninguna operación si es que existió". Además, agregó que Polero le manifestó: "Mi presencia, totalmente casual, me llevó a un juicio penal que espero que termine".
Polero es periodista y al momento del escándalo se desempeñaba como correctora en Infobae. En el pasado había sido productora de Bernardo Neustadt pero lo que se investiga en la Justicia es sus vínculos con los servicios de inteligencia. Durante un año fue empleada de la Agencia Federal de Inteligencia bajo las órdenes de su velador, Eduardo Miragaya, un ex fiscal que fue desvinculado del organismo en marzo del 2017.
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