La batalla por la gobernación de la provincia de Buenos Aires será clave para el resultado de las elecciones presidenciales. Como en 2015, el triunfo de Maria Eugenia Vidal revirtió la tendencia y coronó a Mauricio Macri por sobre Daniel Scioli, los armadores políticos del Gobierno entienden que deben buscar el mecanismo para repetir la historia. Y allí la pelea por las intendencias es un punto a punto que puede inclinar la balanza que hoy es desfavorable a Juntos por el Cambio.
En el entorno de la gobernadora entienden que pueden perder alguno de los territorios conquistados, pero se entusiasman con la posibilidad de arrebatarle otros al PJ, o hacer buenas campañas en feudos peronistas que antes les eran esquivos. Para eso será clave el trabajo de los puntales políticos que hoy tiene el PRO en territorio bonaerense, también conocidos como los "barones de Vidal".
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Barones PRO:
-Vicente López. Jorge Macri es un valioso armador político de Cambiemos en el conurbano. Retiene su distrito.
-Hurlingham. Lucas Delfino, mano derecha de Rogelio Frigerio en el Ministerio del Interior, corre con chances.
-Tigre. Segundo Cernadas va segundo en las encuestas (ganó en 2017) pero por delante de Malena Galmarini.
-San Martín. Santiago Medrano, ministro de Desarrollo Social de la provincia, pica en punta en territorio peronista.
-Mar del Plata. Apuntan a Guillermo Montenegro para reemplazar a Carlos Fernando Arroyo, que cambió de bando.
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-Tres de Febrero. Diego Valenzuela: Evalúan que hizo una buena gestión pero hubieran querido que fuera más agresivo con la comunicación de las obras. Paradoja del ex periodista.
-Pilar. Nicolás Ducoté puede perder la intendencia. Peligroso impacto: allí viven muchos líderes de opinión.
-Quilmes. Martiniano Molina: buena imagen, pero gestión deslucida "en un territorio que heredó devastado”, apuntan.
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