El arte y el psicoanálisis la salvaron de la oscuridad y le dieron herramientas para resignificar su vida. “Todos tenemos la inocencia herida”, dice Virginia Innocenti durante la charla con NOTICIAS en la cocina de su casa en Colegiales. En esa intimidad –informal, sin maquillaje y mate por medio– habla de dolores, logros, feminismo y elecciones de vida.
Es un año de buena cosecha. Regresó a la novela diaria, después de diez años de ausencia, con “Argentina, tierra de amor y venganza”, la superproducción de El Trece, donde encarna a una madre violenta y autoritaria. Una mala que le está dando muchas satisfacciones. Va por la segunda temporada de “Traducción de las noches”, una “ficción biográfica descarnada” de su autoría, que la tiene feliz y agradecida (Domingos, Centro Cultural de la Cooperación). Y su disco “En la luna” fue nominado a los Premios Gardel. Cuenta que le llevó toda la vida alcanzar este estado de bienestar, que hoy disfruta y cuenta también cómo lo logró.
Noticias: ¿Cómo describiría este momento de su vida?
Virginia Innocenti: Estoy madura, plena, en paz. Muy en sintonía con mi espiritualidad.
Noticias: Es un logro. ¿Cuánto le costó llegar a este estado?
Innocenti: Absolutamente. Me costó mucho trabajo cotidiano para estar en conciencia de lo que me tocaba vivir o elegía transitar. Me costó los 53 años que tengo.
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Noticias: ¿Cuánto influyó el psicoanálisis?
Innocenti: Muchísimo. Me analizo desde los 18 años. Soy una militante del psicoanálisis, una militante de la palabra. Es muy importante escuchar, ser consciente de lo que uno dice y de lo que se dice. También me ayudaron el yoga, la homeopatía, el tai chi, la antroposofía, la osteopatía y la arquería, entre otras cosas. Y los maestros, a ellos les debo mucho. Empecé a los doce años con Ricardo Passano y después estudié con Ricardo Bartís, David Amitín y Eric Morris. Y tuve la suerte de ser dirigida por grandes maestros, como Jaime Kogan, María Herminia Avellaneda, Oscar Barney Finn, Leonardo Favio. También mis maestros de danza y de música. Me gusta estar en estado de aprendizaje permanente.
Noticias: Dice que el arte la salvó. ¿De qué la salvó?
Innocenti: Todos tenemos la inocencia herida y meter las manos en el barro del dolor, resignificarlo y convertirlo en obra es muy sanador. Eso lo logré a través del arte.
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Noticias: ¿Cuando habla de dolor, se refiere a hechos puntuales de su vida?
Innocenti: En distintos momentos y con distintas obras de teatro he podido poner en palabras lo que me sucedía o lo que me ocupaba la cabeza y el corazón, y no me refiero sólo al dolor, también a la belleza del vivir. Todo con mucha intensidad. Soy muy sensible y he tenido que educarme, armarme un cuerpo que pueda sostener esa vibración. También hay un dolor ancestral con el que uno viene al mundo. De eso hablé en mi espectáculo anterior, “En la sangre, sueños de agua y desembarco”. Me llamo Virginia por mi bisabuela, su historia es tremenda. Tuve que trabajar todo eso, lo decía allí, porque muchas veces me encontraba llorando y con el tiempo entendí que ese llanto no era mío, sino de ella, de la otra Virginia.
Noticias: Su abuela Francesca fue muy importante también, ¿no?
Innocenti: Todo lo que hago es para parecerme a ella. Era una persona de una bondad, una dulzura… Era la única por la que me dejaba peinar, no me tiraba el pelo. Juntábamos fresias, hacíamos ramitos, me enseñaba a hacer los capelletis in brodo. Y me decía que yo era una mariposa entre seres feroces.
Noticias: ¿Qué quiso contar en “Traducción de las noches”?
Innocenti: Es una ficción basada en material biográfico contada con crudeza, humor ácido y música. Un cuento musical que intenta ordenar el caos de las heridas, cantar e iluminar lo trágico. Una mujer relata episodios de su vida, algunos muy dolorosos, y ese relato hace metáfora también en los padeceres ancestrales de las mujeres de su familia. Una historia sobre el renacer, el refundarse, un canto a la vida venciendo a la muerte.
Noticias: ¿Desde cuándo es feminista?
Innocenti: Desde mi adolescencia o antes. Siempre me rebeló y me causó malestar ver que había privilegios para los varones, el patriarcado, el trato social, cosas que estaban naturalizadas. A mi madre le hubiese gustado ser actriz y cantar, pero no estaba bien visto, mi abuela y mi papá se lo cercenaron. Tenía que ser madre y dedicarse al cuidado de los hijos. Siempre vi esa lucha entre el deseo y el deber. Ella quería que mis hermanas y yo trabajáramos e hiciéramos lo que ella no había podido, pero también teníamos que casarnos y tener hijos. Mucho mandato.
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Noticias: ¿Cómo ve la lucha por la legalización del aborto y la visibilidad que tienen las denuncias por delitos contra las mujeres?
Innocenti: Está muy bueno que se pueda hablar y que se termine con la hipocresía. Con mis trabajos, desde hace muchos años, hago un trabajo militante a favor de los derechos de la mujer, de las personas y de una sociedad más inclusiva y tolerante. Me parece que hay que lograr la separación de la Iglesia del Estado y de la Justicia. No quieren educación sexual en los colegios, no quieren los anticonceptivos y tampoco la despenalización del aborto. ¿Qué quieren? El aborto es una realidad y la mayoría de las muertes por abortos suceden en las clases vulnerables. La ley de legalización tiene que existir.
Noticias: ¿Sufrió abusos o situaciones incómodas con compañeros de trabajo?
Innocenti: Durante muchos años la televisión fue un mundo de hombres, no había técnicas, era difícil. Gracias al psicoanálisis pude soportar el embate. Por ejemplo, tuve compañeros de tira que a la mañana, mientras repasábamos la letra, contaban públicamente las historias que habían tenido la noche anterior. Muy machista y obsceno, me ha pasado más de una vez. Ahora se están cuidando más y las nuevas generaciones vienen de otra manera. Los veo en el elenco, estoy tan feliz, es un placer verlos cómo se manejan, hablan todo, realmente son pares.
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Noticias: Hacía diez años que no hacía una tira. ¿Cómo fue volver con una superproducción?
Innocenti: Estaba un poco asustada, tenía temor de no poder aguantar. El ritmo es demencial, hacemos magia, es una estructura de producción que sólo sucede en la Argentina. Pero estoy muy feliz. Me reencontré con gente que quiero mucho, trabajé en Pol-ka muchos años. Y estoy feliz con mi personaje, Libertad, porque puedo encarnar a personajes que he padecido. Ella encarna ese discurso que denuncio. Es una madre machista, autoritaria, violenta. Después se ve que ella también ha sido reprimida, violentada, justo en el momento de su despertar a la vida. Conozco muy bien ese tipo de personas represoras. Además, es un personaje que pegó muy bien en el público por los comentarios que recibo y la cantidad de gente que se sumó a mis redes sociales.
Noticias: ¿Se casó alguna vez?
Innocenti: Sí, a fines de 2009, con un psicoanalista, y al poco tiempo me divorcié.
Noticias: ¿Volvería a casarse?
Innocenti: No sé. Primero me gustaría encontrar a alguien con quien pudiera compartir un universo de sentidos. Después veremos.
Noticias: ¿Convivencia?
Innocenti: Lo mismo. No estoy cerrada a nada. Estoy agradecida a todos mis amores. A todos los he amado y he construido. Como diría Pablo Neruda: “Fue infinito mientras duró”. Pero no creo en el amor para toda la vida con determinadas pautas prefijadas. El amor es respeto y estar honestamente abierto al otro y a las necesidades de cada uno. Ahora estoy sola y en pleno duelo por la muerte de mi padre, que sucedió el año pasado, y la separación de mi última pareja.
Noticias: ¿Eligió no ser madre o simplemente no sucedió?
Innocenti: No se dio. En algún momento fue una materia pendiente y después, no. Me di cuenta de que podía maternar de otras maneras. Por ejemplo, que vaya gente joven a ver mi espectáculo y que salga tan conmovida y agradecida, me llena el alma. Lo que recibo es muy hermoso. Hombres y mujeres muy identificados. Es una obra que te mueve las bases, te vas llena de preguntas para revisar tu propia historia y el vínculo con los hijos. No todos somos padres, pero sí todos somos hijos.
Noticias: También grabó el disco “En la luna” que fue nominado a los Premios Gardel como mejor álbum conceptual.
Innocenti: Sí, es un año de mucha cosecha. Ese disco lo produje y lo grabé el año pasado. Estoy acostumbrada a la autogestión, supongo que porque vengo de un padre sobreviviente de la guerra. De muy chica ya imaginaba cosas, me contaba cuentos, me daba consejos, escribía poesía. Me considero una juglar.
Por Cecilia Escola
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