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CIENCIA | 22-09-2020 16:13

Baja de casos de coronavirus en el AMBA: por qué y cómo mantenerla

Especialistas advierten que es una situación inestable y que es imprescindible continuar con las medidas de prevención. Por qué no se puede hablar de un pico de contagios, sino de varios.

Mientras los nuevos casos de personas contagiadas con coronavirus en la Ciudad de Buenos Aires (CABA) y en el Gran Buenos Aires (GBA) parecen estar reduciéndose levemente en el primer caso y amesetándose en el segundo aún en niveles muy altos, los analistas tratan de comprender por qué sucede esto. Y, sobre todo, hasta qué punto puede ser algo relativamente estable o apenas un respiro pasajero. 

¿Ya hubo un pico de contagios y pasó? ¿Estamos aún en el medio de la tormenta? Y, lo que es más correcto desde el punto de vista epidemiológico: ¿es factible que en una pandemia no sea posible hablar de un solo pico sino de varios y que esta disminución no sea más que otra que habrá que cuidar mucho para que se extienda en el tiempo? ¿Una con la que habrá que seguir danzando, abriendo y cerrando actividades, hasta que haya una vacuna aprobada, distribuida y aplicada a la mayor parte de la población?

Contagios jóvenes

“Yo creo que ya hubo un máximo de casos, o más bien varios, en CABA, que duraron durante uno a dos meses -explica Roberto Etchenique, investigador del Conicet en el departamento de Química Inorgánica, Analítica y Química Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA-. Cada vez que los contagios bajaban un poco se abría alguna actividad o la gente se soltaba más y entonces los casos volvían a subir. Sí noto que desde hace unos 15 días los casos en CABA están disminuyendo, sin dudas”.

¿A qué se debería esto? “Las franjas etarias más jóvenes hace al menos dos meses que no cumplen con el aislamiento, primero en forma clandestina y ahora a la vista de todos. Eso generó una enorme cantidad de contagios, probablemente la mayoría asintomáticos, mientras que si algunas personas tuvieron síntomas leves no los reportaron para no quedar aisladas y así poder seguir con sus vidas”, analiza Etchenique.

Y advierte: “Hubo en cambio pocos muertos aún, alrededor de 3.000 en el distrito, debido a que los mayores se cuidaron mucho más. Si se relajan, al ver cómo baja la cantidad de casos confirmados, y salen de su auto-aislamiento podría haber un aumento importante en el numero de fallecidos, sin que se note un aumento apreciable previo en los casos”.

El físico Jorge Aliaga coincide en cierto modo con este análisis.  “Hay dos comportamientos en la sociedad: un grupo que está conformado por los exceptuados y los que no cuidan, que se van contagiando; y un grupo muy grande de la gente que se cuida, que esencialmente es la de mayor edad. Al haberse contagiado los primeros de modo masivo a través de contagios lentos pero sostenidos, hay ya una cantidad suficiente de personas que tuvieron Covid-19 como para llegar más o menos a la mitad de esa  población infectada. Entonces los casos bajan. Al ser población más joven hay menos fallecidos”.

También Aliaga (ex decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y hoy secretario de Planeamiento de la Universidad Nacional de Hurlingham) señala la necesidad de no tomar la actual situación ni como definitiva ni como asegurada. 

“El problema es que hay una enorme cantidad de la población que se está cuidando y que no posee una alta tasa de contagios. Entonces la situación es inestable. No es que ya bajó la transmisión, y bajó del todo y ya se queda allí. En la medida en que esa gente comience a salir más se contagiará y los casos volverán a aumentar. Esa es una de las posibles explicaciones de por qué volvieron a crecer tanto en Europa”. 

Con el agravante, puntualiza Aliaga, de que si esto pasa tendríamos contagios en los rangos etáreos de mayor riesgo con lo cual la tasa de fallecidos sería más elevada.

También en el conurbano

“Esta tendencia a la baja en la cantidad de casos diarios en el AMBA viene sosteniéndose de manera bastante estable por lo menos en las últimas tres semanas. Pareciera ir saliendo de la meseta tan alta en la que estuvimos. De hecho, la provincia de Buenos Aires viene manteniéndose con un número relativamente estable de casos nuevos por día básicamente a expensas del aumento que hay en las ciudades del interior de la provincia porque viene descendiendo cada vez más los casos del conurbano”, describe el médico sanitarista Leonel Tesler, director del Departamento de Ciencias de la Salud y del Deporte de la Universidad Nacional de José C. Paz.

“Las causas de esta tendencia a la baja son muy difíciles de determinar y hay una serie de hipótesis. Una es que, como sucedió en otras ciudades grandes del mundo, una vez que está infectada un porcentaje de la población relativamente alto empieza a cortarse la cadena de contagios, aunque no hay una explicación causal clara de esa hipótesis. Si podría ser que se esté replicando ese mismo fenómeno en el AMBA”, comenta Tesler.

A la vez que advierte: “Lo que es seguro es que para que se pueda sostener una tendencia a la baja es importante mantener las medidas de aislamiento aún cuando estemos en este esquema de aperturas progresivas y de una circulación mucho menos controlada de la que hubo al principio de la pandemia en el país”.

De picos y medidas preventivas

¿Y el pico? “Lo que está conceptualmente mal es preguntar cuándo viene el pico”, explica Jorge Aliaga. “Un pico se genera porque en un momento determinado hay menos casos que antes, y entonces uno se da cuenta que hubo un pico. De hecho, nosotros tuvimo uno pico el 24 de marzo, cuando tuvimos más casos que el primero de abril”, describe. 

“Si no hiciéramos nada los contagios se mantendrían, pero nosotros todo el tiempo estamos haciendo cosas para contener los brotes y entonces vemos esos picos”, continúa. “Es decir que, resumiendo, uno puede tener en principio tantos picos como quiera en función de las medidas que vaya tomando frente a los contagios, para contenerlos. A menos que ya tengas tanta gente contagiada que ya no haya epidemia porque ya los casos bajan definitivamente”.

Algo muy importante a tener en cuenta al analizar esta tendencia a la baja es lo que sucedió con la anterior disminución de los casos durante dos semanas consecutivas en la CABA, en agosto. De golpe empezaron a subir de nuevos los contagios reportados y se tocaron niveles máximos. 

“Si uno mira cómo fueron los sucesos, advierte que la última gran explosión de casos se produjo dos semanas después de la manifestación del 17 de agosto”, señala Tesler. 

Para advertir inmediatamente: “De manera que pese a que pueda haber cierta tranquilidad, pese a que se estén abriendo algunas cosas de a poco, está cada vez más demostrado que la aglomeración de gente, el dejar de respetar el distanciamiento social, el dejar de tomar las medidas que hacen falta para prevenir el contagio, lleva indefectiblemente a que aumente la transmisión del virus y eso se ve siempre catorce días después, que es cuando empiezan a manifestarse los síntomas”. 

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Andrea Gentil

Andrea Gentil

Editora de Ciencia, Medicina y Tecnología. Coordinadora carrera de Comunicación Digital, UNaB.

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