*** El reencuentro de un padre demasiado apegado a lo material y jaqueado por el miedo a la vejez, un hijo con conflictos familiares y personales, y una joven que debe convivir con ambos, da pie a Musiak para analizar relaciones complejas de poder y amor vinculadas con ese rompecabezas que solíamos llamar “familia”. Las buenas actuaciones compensan una puesta a la que le falta imaginación y, en ocasiones, apela demasiado a cierta mirada televisiva carente de relieve.
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