***1/2 Todos los elementos que pueden hacer que el cinéfilo se babee están aquí: solo dos actores, blanco y negro, tiempo más o menos real, el influjo de John Cassavetes, y la relación entre la fama y la vida cotidiana. Malcolm y Marie vuelven de la premiére de la película del primero donde actúa la segunda. Él está feliz: la noche fue un triunfo. Ella, no: él olvidó agradecerle al dar su speech. Punto de partida de un drama mezcla de “Shadows” con gotitas de “Opening Night”. Levinson aprendió las lecciones del estilo y las repite con un detallismo que sugieren cierta convicción. Pero hay algo falso en esos comportamientos coreografiados con una prolijidad exhibicionista: “Malcolm & Marie” es una película sobreescrita y sobreactuada, algo así como el elogio absoluto del guión. Una película teatral en el sentido más lato de esa mala palabra.
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