Thursday 12 de December, 2024

CLáSICA | 09-12-2022 00:55

Una diva soñada

"Tosca", de Giacomo Puccini. Con Anna Netrebko, Yusif Eyvazov, Fabián Veloz y elenco. Dirección escénica: Aníbal Lápiz. Dirección musical: Michelangelo Mazza. Teatro Colón.

★★★★ Anna Netrebko, la gran diva del panorama operístico en estas primeras décadas del siglo XXI, tuvo su primer encuentro con el público argentino en 2018, cuando debutó en el Colón con un concierto junto a su marido, el tenor Yusif Eyvazov. Con ese recuerdo imborrable aún fresco en la memoria de los espectadores, Netrebko regresó para personificar a otra diva, como es la protagonista de “Tosca”.

Desde su primera aparición, la soprano ratificó su estatus de estrella indiscutida. Su voz inconfundible, imponente y suntuosa, es para ella un instrumento, que domina con maestría, al servicio del drama. Con un canto pleno de expresividad, la soprano transmitió admirablemente las aristas de su personaje, esa artista celosa, apasionada, temperamental y capaz de hacer justicia por mano propia. En su célebre aria “Vissi d’arte”, brindó una interpretación tan deslumbrante como conmovedora.

Inevitablemente, la gran figura de la función fue Netrebko, pero el elenco estuvo a la altura de las circunstancias. Yusif Eyvazov, pareja de la soprano en la vida y en la ópera, fue un Cavaradossi de voz poderosa, que supo encontrar los matices exactos hasta llegar a una estremecedora versión de “E lucevan le stelle”. Como el villano Scarpia, el barítono Fabián Veloz tuvo una actuación memorable. Con sus gestos y con sus notables cualidades vocales, realzó todo el cinismo y la perversidad de su personaje.

“Tosca” es casi un thriller musical de ritmo cinematográfico, que no da respiro. El trío protagónico es medular, pero cada pequeño personaje cuenta en el engranaje dramático de esta genial creación de Puccini. En esta producción del Colón no hubo fisuras. Gustavo Gibert (Sacristán), Emiliano Bulacios (Angelotti) y Darío Schmunck (Spoletta) tuvieron actuaciones sólidas, mientras que el Coro Estable y el Coro de Niños se lucieron en el primer acto. Fue notable la tarea de concertación de Michelangelo Mazza, dando relieve a la riqueza de la partitura y logrando un estupendo desempeño de la Orquesta Estable.

La puesta fue una reposición de la producción de Roberto Oswald de 1992, a cargo de Aníbal Lápiz, fiel en cada detalle a lo que plantea el libreto y con un vestuario fastuoso. Un correcto marco para este impecable cierre de la temporada lírica del Colón.

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Margarita Zelarayan

Margarita Zelarayan

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