Friday 3 de May, 2024

COSTUMBRES | 22-04-2024 09:03

Belleza adolescente: La tiranía del skincare

Por qué las chicas comienzan cada vez más temprano a obsesionarse con la estética. La tendencia se llama cosmeticorexia y no es un juego.

Camila y Florencia tienen 12 y 13 años, y sin embargo se someten a rutinas de cuidado de la piel como si hubieran pasado los 30. Se filman y lo comparten en TikTok, recomendando uno u otro producto y hablando de sus bondades cual expertas. Sería enternecedor si no fuera preocupante. Es que Camila y Florencia son apenas un caso de los tantos que invaden las redes y preocupan a padres, dermatólogos, pediatras y psicopedagogos. El fenómeno es tan extendido que hasta se ha ganado un nombre: cosmeticorexia. ¿Qué es exactamente? El interés y uso desmedido de cosméticos y productos de cuidado facial, en general perjudiciales y no recomendados para pieles tan jóvenes.

Adolescente

Peligros y razones

La cosmeticorexia es la adicción a la compra de cosméticos, pero su gran problema no reside solo en esta conducta compulsiva. La gran preocupación que trae es el consumo de productos antiedad y químicamente activos que no son acordes con pieles jóvenes”, relata María Sol Cabezas Hurtado, médica pediatra y a cargo de la cuenta @mamipandapediatra. Agrega que hoy se ve cada vez más frecuentemente en menores de 18 años y piensa que tiene que ver con los nuevos modos de crianza. “Cada vez es más habitual la pregunta de adolescentes y pre adolescentes: ‘¿con qué me cuido la piel/cara?”, detalla.

Si bien este interés por el cuidado personal siempre existió, hoy se hace presente a edades muy tempranas. La influencia de las redes sociales es uno de los mayores causantes, aunque también podría apuntarse a los tratamientos y distintos estilos de maquillaje que utilizan las actrices y cantantes más jóvenes, desde las locales Lali, Tini y Nicky Nicole a íconos internacionales como Taylor Swift o Dua Lipa, a quienes las chicas siempre tienen en un pedestal de admiración. Asimismo, a los lanzamientos de productos orientados específicamente a este target, como kits de maquillaje de Hello Kitty o la colección de Sephora para teens (de hecho, hay quienes se refieren a esta problemática como “Sephora kids”). Como efecto, es muy común que las niñas y preadolescentes se maquillen y pinten las uñas desde temprano, e incluso que asistan así al colegio.

El mayor riesgo de esta conducta es que se trata de productos no probados para estas edades, que pueden producir efectos no deseados. “Desde dermatitis y quemaduras químicas hasta consecuencias desconocidas, podemos tener un poco de todo”, ilustra Cabezas Hurtado. Si ella tuviera que marcar un no rotundo en esta práctica (porque está claro que las chicas se crían en un cierto ambiente y no pueden ser por completo ajenas a este), apunta al uso de agentes químicos fuertes que proponen tratamientos como peelings y, sobre todo, a los tratamientos invasivos. “Aunque parezca obvio, en redes puede verse el video de una niña de no más de 9 años a la que se le inyectaron 'fillers' de labios”, advierte.

Maquillaje

Cuestión de piel

La dermatóloga Belén Hirigoity (@hirigoitybelen) suma precisiones sobre los posibles daños a la piel: “esta práctica tiene riesgos visibles y de aparición rápida, como dermatitis de contacto alérgica o irritativa, quemaduras y hasta la posibilidad de infecciones o acné; pero también hay riesgos no visibles ante el hecho de exponer a pieles inmaduras y por ende más permeables a principios activos no necesarios a su edad, ya que podrían generar una disrupción endocrina”. Cuenta que ve esto en su consulta, sobre todo en la adolescencia, donde le llegan pacientes con condiciones y afectaciones que son el resultado del sobreuso y mal uso de productos cosméticos no acordes a su piel. “Generan muchas veces acné cosmético, irritaciones y reacciones adversas ante la saturación de la piel por el exceso de productos, lo que llamamos piel asfíctica”, cuenta.

¿Y qué cuidados deberían tener los chicos a estas edades tempranas? Si no hay patologías, las únicas recomendaciones son la limpieza mañana y noche, el uso de protector solar por el día si van a estar expuestos al sol y alguna crema hidratante liviana que acompañe a la barrera cutánea. “Si el deseo de utilizar cosméticos es por una condición específica de la piel, como podría ser el acné, es importante acudir al dermatólogo para obtener la indicación de los productos y principios activos que puedan ser necesarios”, apunta.

Sin embargo, la recomendación general para los padres cuyos hijos quieren comenzar estas prácticas a edades muy tempranas es desalentar el uso masivo de productos e intentar dialogar escuchando y sin juzgar. “Promoviendo la autoestima y a ser independientes ante la información que reciben. Las respuestas simplemente negativas pueden no generar el resultado deseado; es necesario acompañar e interiorizarse”, puntualiza Hirigoity.

Un estándar inalcanzable

También el campo de la psicopedagogía plantea sus dudas y preocupaciones frente a este trastorno. “La cosmeticorexia puede conducir a una autoimagen distorsionada, baja autoestima y, en casos extremos, ansiedad y trastornos de la conducta alimentaria”, describe Soledad Belén Barreto, psicopedagoga en Espacio Psicope Integral y a cargo de la cuenta @sole_psicope. Explica que además de las posibles reacciones alérgicas e irritaciones cutáneas, este uso excesivo de cosméticos a una edad temprana puede alimentar una preocupación por la apariencia física. “Esta tendencia se ve agravada por la exposición constante a imágenes retocadas y filtradas en las redes sociales, lo que puede distorsionar la percepción de uno mismo y aumentar la presión para cumplir con los estándares de belleza inalcanzables”, agrega.

Con niñas y adolescentes permanentemente expuestos a una avalancha de imágenes idealizadas, la comparación con filtros e imágenes retocadas es inevitable. E igual de imposible es estar a la altura de esa expectativa irreal y esa búsqueda implacable de la perfección estética. “A todo esto se le suma la preocupación de que cada vez más pequeños acceden a este tipo de contenidos. Se están observando estas conductas en niñas de 6 y 7 años”, alerta la profesional.

Cremas

De hecho, una moda extendida entre las más chicas es realizar festejos de cumpleaños en los que juegan al spa, donde se les hacen las uñas, masajes faciales, maquillaje e incipientes limpiezas de cutis. Y aunque la aproximación parece muy lúdica e inocente, lo cierto es que marca un precedente que puede no ser saludable y convertirse en un patrón a seguir después.

Cómo actuar

Mejor que preocuparse es ocuparse. Entonces, ¿cómo cuidar a los chicos frente a este trastorno cada vez más común? Cabezas Hurtado aconseja monitorear los consumos de internet tanto de los niños como de los adultos del hogar, dado que los menores pueden verse influidos también por lo que los grandes ven. “Siempre hay que tener en cuenta que las poblaciones más jóvenes, de no ser correctamente guiadas, son impresionables y target específico de este tipo de contenidos que incitan al consumo”, sostiene.

Adolescentes

Barreto coincide y agrega que la familia juega un papel crucial en el fomento de una relación saludable con la imagen corporal y la apariencia. “Si bien es imposible prohibir de manera total el consumo de este tipo de contenido, se hace indispensable limitar el uso de redes sociales, y que cuando suceda sea en compañía de un adulto que supervise”, apunta. Fomentar la autoaceptación, la valoración de las cualidades internas y la diversidad en la belleza son aspectos vitales para contrarrestar los efectos negativos de la cosmeticorexia. Y ante cualquier signo de preocupación excesiva en los adolescentes, es importante no dudar y buscar ayuda profesional especializada.

Finalmente, Cabezas Hurtado suma otra mirada muy lúcida: como adultos somos quienes modelan la infancia y la adolescencia un poco a imagen y semejanza propia. “Como yo trato mi aspecto, mi cuerpo y mi modo de ‘envejecer’ será la ley en mi hogar. Si me miro siempre queriendo cambiarme, será raro que quien crezca debajo mío aprenda a quererse tal cual es”. Como suele suceder, la mejor enseñanza es el ejemplo.

Galería de imágenes

Vicky Guazzone di Passalacqua

Vicky Guazzone di Passalacqua

Comentarios