Tuesday 30 de April, 2024

COSTUMBRES | 05-04-2024 06:40

Islas de estabilidad: La nueva propuesta para sentirse bien

Crear espacios de bienestar en la vida cotidiana es la mejor decisión antiestrés. Hobbies, arte o meditación, todo vale para estar mejor.

En la década del 80, el sociólogo y futurólogo Alvin Toffler fue el primero en utilizar el término. Se refirió a la importancia de tener “islas de estabilidad” como espacios de bienestar que puedan proporcionar calma y certeza en el medio de los tiempos de cambio. Y si bien sus predicciones siempre tuvieron mucho que ver con el impacto tecnológico, hoy esto puede aplicarse a todo tipo de transformaciones, incluyendo ámbitos como la política y la ecología, en constante disrupción. En un mundo que parece saltar de crisis en crisis (y en un país donde ese contexto no es la excepción sino la regla), estas “islas de estabilidad” se despliegan como un antídoto accesible para paliar la incertidumbre y son muchos los expertos que las recomiendan. A continuación, algunas ideas para crear la propia.

Rompecabezas

Encontrar la receta justa

¿Y qué son exactamente las “islas de estabilidad”? Momentos de repliegue y calma que tendrán diferentes caras según quién los encarne. Para algunos será armar un rompecabezas, para otros leer un libro, resolver un sudoku o un cubo Rubik, entre muchas otras actividades posibles. La clave está en que sean capaces de brindar una pausa y ayuden a la persona a encontrar serenidad y certeza. “Se trata de tener un espacio diario con algo que uno pueda resolver y que nos ayude a tomar un respiro de esta realidad con varianza de cambio tan grande. No casualmente el récord de venta de rompecabezas se dio durante la Gran Depresión en Estados Unidos; era tan grande la incertidumbre que la gente corría a comprarlos para tener un momento en el día en el que supiera que había algo que tenía solución”, detalla Sebastián Campanario, periodista y economista, autor del reciente “Proxi +50: 50 ideas para tus próximos 50 años” (Sudamericana), donde precisamente aborda este concepto.

Sebastián Campanario

Este libro nació inspirado por tres frentes. El primero es el enorme protagonismo que tomó la agenda del bienestar luego de la pandemia, un momento en el que todos comprendimos nuestra fragilidad y comenzamos a hacer un ejercicio bastante introspectivo de preguntas profundas. El segundo tiene que ver con la transformación que se vive actualmente en las ciencias de la vida, con increíbles avances en biotecnología. Y el tercero se relaciona con un cambio demográfico muy inusual: “nunca hubo antes en la historia de la humanidad países que no tuvieran una pirámide demográfica sino una especie de rectángulo”, relata Campanario, que además cubre estos temas en su propio newsletter, “Proxi: exploraciones sobre lo próximo”. Esto quiere decir que hay tantas personas adultas como jóvenes. Y todo esto confluye en una suerte de revolución del bienestar.

Sebastián Campanario

Si bien en el libro hay todo tipo de temáticas, desde las que abordan este tema (como filosofía, neurociencias, viajes, literatura o historia), al autor le llaman especialmente la atención aquellas que tienen que ver con el bienestar mental. Dado que en la agenda cotidiana suele haber mucho énfasis en lo físico a partir de actividades de movimiento, dietas o recomendaciones de cómo dormir mejor, él puso el foco y le dedicó varios capítulos a la idea de la gimnasia cerebral, un término que estuvo de moda algunas décadas atrás y que hoy, con nueva evidencia científica, vuelve a escena. “Lo interesante de esto es hacer cosas que a uno le gusten. Para lograr que se conviertan en hábitos, deben ser amables y divertidos. Como los seres humanos no somos buenos prediciendo lo que nos va a gustar, lo óptimo es tratar de probar la mayor cantidad de cosas posibles”, recomienda. Él, por ejemplo, encontró su propia isla de la mano del cubo Rubik.

Amigos

Rituales necesarios

Otros especialistas también tienen su propia forma de referirse a esta idea. Para la psicóloga Viviana Kelmanowicz, autora del libro “El mapa del bienestar” (Urano, en librerías a partir de mayo), se trata de “la búsqueda de los silencios sagrados”. Le gusta este enfoque porque considera que se trata de generar rituales que permitan conectar con uno mismo y su paz interior. “Conectar con lo que deseás y buscar armonía para luego entender cuáles son las islas de estabilidad que podrías generar en tu vida diaria, ya sea solo o en compañía de otros”, describe.

Amigos

Para ella, es importante entender que el bienestar se cultiva, se construye y se entrena. Que, en resumidas cuentas, es una decisión consciente, que se reafirma a diario. Por eso, no alcanza con deshacerse de lo que nos hace infelices para incitar automáticamente sentimientos de felicidad (o tal vez sí, pero serán efímeros). Para tener bienestar a diario, es preciso trabajar en este tipo de prácticas. Además de los “silencios sagrados”, resalta otras muy estudiadas y de eficacia comprobada como el agradecimiento, cultivar las relaciones auténticas con personas queridas, el ejercicio, la amabilidad hacia otros y el autocuidado.

También coincide en que buscar el propio mapa del bienestar es una tarea personal. “Caso contrario, corremos el riesgo de pensar que todo es para todos. Y no es así, cada uno tiene que encontrar su camino, lo que sea coherente consigo mismo, sus valores y su vida”, recomienda la experta. Solo si se disfruta será posible (y más fácil) implementar la práctica a largo plazo. “También es importante entender que hablar de bienestar no significa negar el malestar o caer en la tiranía del positivismo, sino que se trata de un eje que debe estar en la agenda, porque disminuye enfermedades y promueve mayor armonía en la sociedad, entre otros efectos comprobados y muy beneficiosos”, enfatiza.

Real autocuidado

En esta revolución del bienestar, asimismo empieza a replantearse lo que significa el verdadero autocuidado. La psicóloga, doula y especialista en mindfulness Delfina de Achával (@delfinadeachaval) es una de las exponentes que brega por la idea de que bienestar es mucho más que tomar un vaso de agua con limón por la mañana, darse un masaje o realizar una clase de yoga, actividades beneficiosas pero que pueden pecar de superficiales. “Creo que el autocuidado tiene más que ver con aprender a poner límites a los demás, tratarnos con amabilidad y compasión, tomar decisiones que nos acerquen a nuestra esencia y vivir una vida alineada con nuestros valores. Esto puede cambiar la forma en la que nos vemos e interactuamos con el mundo”, destaca.

Delfina de Achával

En este camino, el mindfulness es un gran aliado para empezar a “darse cuenta” y poder tomar acción en un autocuidado más profundo y personal. Es que la atención plena, aquello a lo que invita esta disciplina, induce a una pausa consciente que despierta y saca del piloto automático. Con esto se logran beneficios como subir el nivel de entusiasmo y energía mientras se disminuyen los de dolor físico y mental, mejorar el sistema inmunológico y cerebral, así como las capacidades atencionales y de velocidad de procesamiento, reducir la ansiedad, el estrés, la depresión e irritabilidad y favorecer la regulación emocional.

“El mindfulness nos permite conocernos mejor y ganar claridad sobre quiénes somos. Nos permite ver nuestros hábitos, temores y condicionamientos, y así aprender a conocer nuestros sentimientos y valores más profundos”, sintetiza de Achával. Sin duda, la mejor puerta de entrada para reconocer cómo cuidarnos y en dónde se juega nuestro bienestar.

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Vicky Guazzone di Passalacqua

Vicky Guazzone di Passalacqua

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