Según la consultora Voices, nueve de cada diez argentinos/as, los amigos son muy o bastante importantes en su vida, y esta valoración está presente en todos los segmentos de la población del país. Por otra parte, la mayoría de la población se encuentra satisfecha con esta área de su vida, marcadamente los mayores de 50 años.
Acerca de los valores, la amistad es uno de los tres que más simboliza a los argentinos, junto a la solidaridad y la familia. Voices difundió un reciente estudio de opinión pública sobre la comodidad que las personas sienten al hablar sobre distintos temas con sus amistades. Los emergentes de esta investigación muestran que, en el vaivén de las charlas con el círculo más cercano, hay tópicos que tienen más fluidez o menos que otros temas.
La política y la situación económica personal son verdaderos “elefantes blancos”, con la mitad de los encuestados sintiéndose incómodos al hablar de estos temas con sus amistades, entre un 49% y 47% respectivamente. Mientras que dos de cada diez declararon que no se sienten nada cómodos cuando estos temas se ponen sobre la mesa con sus allegados.
Luego, en el ranking de temas que hacen que los argentinos se sonrojen al conversar con sus amigos, aparecen los miedos personales, mencionados por cuatro de cada diez, un 37 % aproximadamente, seguidos por su apariencia física con 31%, su sexualidad o temas relativos al sexo con 29%, y su relación de pareja con 28%, que incomodan a 3 cada 10 encuestados/as respectivamente. Por su parte, un cuarto de la población del país, no se siente tranquilo al conversar sobre su salud mental, religión y temas étnicos o raza.
De 1006 casos encuestados en todo el territorio, dentro de un rango de edad a partir de los 16 años, Voices destacó que las mujeres se sienten más incómodas que los hombres al hablar de política (54% versus 43% entre los hombres), y tendencialmente ellos se sienten algo más incómodos que ellas al hablar sobre su situación económica personal, lo cual podría estar relacionado con residuos de los roles tradicionales de género.
Según la consultora, entre quienes tienen 16 a 29 años, los niveles de confianza para hablar con los amigos disminuyen en casi todos los temas: los jóvenes se sienten menos cómodos conversando con sus amistades en comparación con las personas de mayor edad. La reticencia de la juventud para hablar con sus amistades sobre su situación económica, con un 58% de ellos sintiéndose incómodos de dialogar sobre sus finanzas personales frente al 40% de los mayores de 50 años.
Casi cuatro de cada diez jóvenes no se sienten cómodos/as hablando de salud mental (38%) ni de sexo/sexualidad (36%) con sus pares. También se observa que el 27% de los encuestados con menor edad no se sienten tranquilos al hablar sobre su salud física con su círculo íntimo. Estos resultados sugieren que, a pesar de que estos tópicos están mucho más naturalizados y visibilizados, y que el acceso a información sobre temas sensibles es mayor que en otros tiempos, todavía se enfrentan barreras significativas para hablar abiertamente sobre ellos.
Por su parte, hablar sobre la relación de pareja genera mayor incomodidad entre los adultos de 50 años y más (35% mencionan estar poco o nada cómodos/as hablando sobre esto) que entre el segmento más joven (22%). La incomodidad sobre los temas no es la misma en jóvenes varones y jóvenes mujeres. Ellas se sienten más incómodas hablando con sus amigas de política, de su apariencia y salud física, de sus miedos, mientras que ellos muestran más tabúes al hablar de sexo o sexualidad.
A medida que aumenta la edad de los encuestados, el Índice de Comodidad en el Diálogo es más alto: mientras que 6 de cada 10 personas de más de 50 años se sienten muy o bastante cómodas comunicándose con sus amigos en casi todos los temas relevados, esta cifra desciende a 5 de cada 10 de las personas de entre 30 y 49 años, y cae a 3 de cada 10 jóvenes de 16 a 29 años. Es decir, hay una diferencia de 26 puntos porcentuales entre los más jóvenes y los de mayor edad.
Los datos del índice muestran una consolidación de la confianza a medida que avanza la edad, de modo tal que es posible pensar en una consolidación de los vínculos de amistad a medida que avanzan los años, lo cual abriría la posibilidad de la confianza para hablar sobre varios temas con los allegados, aun de aquellos tópicos más sensibles.
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