El Chardonnay es la cepa blanca francesa que se cultiva principalmente en Borgoña, Chablis y Champagne. En la Argentina sigue siendo la reina de las blancas. Los conocedores señalan que el país produce vinos de esta varietal de guarda, vinos muy armónicos, muy frutados que pueden ser vinos frescos del año pero también grandes vinos de guarda. El 93,5% del total se cultiva en Mendoza y San Juan.
Matías Ciciani, enólogo de Escorihuela Gascón, considera que el Chardonnay sigue siendo la tercera cepa más vendida y producida por la bodega. Un punto de vista que muchos especialistas comparten dentro del panorama de la producción argentina que coloca a la varietal blanca dentro del podio, junto con el Malbec y el Cabernet Sauvignon.
Ante la pregunta de ¿Cómo surgió el Chardonnay?, Ciciani responde: “Se cree que nació como un cruce natural entre la variedad Pinot Noir y la Gouais Blanc, una cepa traída por los romanos desde Croacia. El resultado se asentó en Borgoña, Francia. Con el tiempo, se expandió a regiones como Champagne. Luego, en los siglos XIX y XX, llegó a otras zonas de Europa, América, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica. Esta uva tiene la particularidad de adaptarse a diferentes condiciones climáticas, lo que da como resultado perfiles únicos según la región en la que se cultive”.
Los expertos estiman que está varietal se destaca por dos razones principales: por un lado, es típico de una de las zonas más importantes de la viticultura mundial, Borgoña. Por otro lado, en palabras de Matías Ciciani, “envejece superbién y tiene características de elegancia muy marcadas”. Gracias a su historia y prestigio, las botellas de Chardonnay alcanzan los precios más altos en subastas de coleccionistas. Para su producción, el enólogo de la bodega Escorihuela Gascón explicó que las siguientes condiciones son ideales: climas fríos, donde las variedades blancas pueden madurar sin golpes de calor. “También tratamos siempre de mantener las cepas hidratadas, en buenas condiciones hídricas”, aseguró.
Sobre a tendencia actual de consumo de este vino blanco, Ciciani explicó: “El consumo del Chardonnay depende mucho del estilo y del terroir de donde provenga. Para un Chardonnay fresco se recomienda combinar con ensaladas de todo tipo, platos vegetarianos en general. Y un Chardonnay de guarda, con fermentación o guarda de madera, se puede llegar a combinar con determinados guisos como lentejas (que han sido típicamente maridados con vino tinto). Pero, para mí, la mejor de las combinaciones es con quesos añejos o pescados de profundidad.”
“Creo que el consumo del Chardonnay y de los blancos ha ido subiendo en los últimos años de forma sostenida, también el de otros varietales blancos como el Sauvignon Blanc. El Chardonnay sigue siendo la bebida más extendida del mundo. Las principales regiones vitivinícolas lo producen. Es la reina de las blancas.” , concluyó Ciciani, referente de la bodega Escorihuela Gascón que lleva más de 140 años de experiencia en la industria vitivinícola y uno de sus vinos más destacados es el clásico Chardonnay.
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