¿Por qué el rosa vuelve a un primer plano en el mundo de la moda, cuando los estereotipos femeninos se derrumban como nunca antes? Algunos hechos puntuales pueden ayudarnos a entender el fenómeno.
La primera de esas explicaciones tiene un origen estrictamente fashion. Pierpaolo Piccioli, director creativo de Valentino, causó sensación en la semana de la moda de París, en marzo, con una pasarela completamente rosa. El tono era tan vibrante como el rojo característico de la etiqueta y con él vistió a las modelos y pintó pisos y paredes en la locación del evento. La embajadora de la marca, la carismática Zendaya, también vistió de rosa ese día, en la primera fila del desfile, y subió a Instagram varios equipos en la tonalidad protagonista de la nueva colección. Las réplicas no se hicieron esperar y el último verano europeo marcó el regreso masivo de un color tan amado como rechazado. ¿Las razones de Piccioli para su elección? "El rosa es el color del amor, de la comunidad, de la energía y de la libertad", explicó oficialmente, en relación con el contexto de la guerra en Ucrania, que empezaba a vivir el mundo por esos meses.
Mientras para el diseñador de Valentino, el rosa simboliza los mejores valores de la sociedad, para otros grandes nombres de la moda, significó cosas muy diferentes. El famoso “rosa Dior”, por ejemplo, más suave y en la gama de los pasteles, representó para el creador francés un signo de refinamiento. En cambio, para una transgresora como Elsa Schiaparelli, el “shocking pink”, emblema de su etiqueta, fue un modo de irrumpir con fuerza en el mundo fashion, inspirándose en las telas que usaban las mujeres de la Puna.
"Es la sociedad la que 'hace' el color, lo define y le da significado”, dice Michel Pastoureau, un medievalista conocido por sus estudios sobre los colores. La frase es citada por Valerie Steele, una de las más interesantes pensadoras alrededor del fenómeno de la moda y directora del museo FIT (Fashion Institute of Technology) de Nueva York.
Justamente, antes de la pandemia, Steele organizó un muestra con el nombre “Rosa: historia de un color punk, hermoso y poderoso”. En el catálogo de la exhibición, se aclara que recién en la década del '50, el tono adquirió la asignación “femenina”, siempre opuesta al celeste o azul varonil. Los '60 reforzaron esta imagen con muñecos y decoraciones infantiles cada vez más rosadas. Pero también, sin dejar de aludir a las mujeres, surgieron asociaciones del color con el erotismo y hasta la estética porno.
Hoy, el rosa explosivo que reinstala Valentino parece revisar esos estereotipos con una imagen de la mujer empoderada y disruptiva. Femenina, sí, pero no dulce, ni refinada, ni boba.
La película de Barbie
Otra de las razones por las que el rosa vuelve a primer plano es el inicio de la filmación de una película postergada mil veces pero nunca abandonada: “Barbie”. La inspiración, obviamente, es la famosa muñeca de la empresa Mattel creada en 1959. El rol principal es interpretado por Margot Robbie (quien también es productora), de quien ya circularon imágenes vestida como la muñeca, por supuesto, en color rosa. Su infaltable compañero, Ken, está en las manos de un galán probado: el multifacético Ryan Gosling.
Lo más interesante del proyecto, que planea su estreno para 2023, es su directora: Greta Gerwig. La cineasta que el mundo descubrió con “Lady Bird”, alcanzó fama mundial con su versión de “Mujercitas”, otra novela que ha sido considerada un pilar de los “valores” femeninos. En ella, Gerwig demostró que detrás de esa historia “para chicas”, se reflejaba la lucha de una escritora por competir con sus textos en un mundo de hombres. ¿Logrará con “Barbie” algo similar? El mundo muere de curiosidad por conocer algo del guión que, se sospecha, girará alrededor de la idea de la perfección corporal y el desvío de la norma. ¿Tendrá algo de otra famosa reina del rosa, la Elle Woods de “Legalmente rubia”, que inmortalizó Reese Whitherspoon?
Mientras las intrigas se disipan, el look Barbie, rosa y estridente, es adoptado cada día por más mujeres famosas. Desde Kim Kardashian hasta Tini, todas lo lucen en versiones “cut out” (con cortes estratégicos), sexies y de alto impacto.
Un rosa nuevo, reinterpretado, más lejos que nunca de antiguos clichés.
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