Tenía 73 años y hacía tiempo que estaba internado en el Hospital Finochietto. El “Negro”, como siempre lo llamó todo el mundo; murió hoy en medio de la crisis que atraviesa el país y el mundo.
Fue un artista total, que abarcó más de una disciplina y en todas se destacó. Muchos lo recordarán como el diseñador gráfico y dibujante exquisito que se expresó en las páginas de una publicación mítica de los '70, “El expreso imaginario”. En esa época también participó de la famosa ópera rock “Hair” y más tarde, de “Jesucristo Superstar”.
Para todos hoy, es el hombre que hizo bailar al país con “Me siento bien” junto a su banda Fontova y sus sobrinos. Tal vez porque había nacido en una familia de músicos (cantantes líricos, pianistas, hasta dueños de un consevartorio propio) fue en ese rubro en el que se instaló y tuvo su mayor crecimiento. Todos los géneros musicales le interesaban y los adaptaba siempre a su estilo: zambas, salsa, rock y cumbia.
Gracioso, extrovertido, encantador, a los que lo conocieron en los pequeños escenarios de pubs y bares, tan habituales en los '80, no les extrañó el salto a la televisión, de la mano de otro grande, Jorge Guinzburg. Con él se lució en el programa “Pero es nada”, interpretanto a la inolvidable Sonia Braguetti, una empleada de la limpieza siempre dispuesta a llevarse a la cama a todos los invitados del conductor.
En 2005 ganó el premio Carlos Gardel por su disco Fontova 2004. Sus últimos trabajos fueron en las películas “Metegol”, “Sin hijos”, “Aballay y “Ánima Buenos Aires”.
En 2013 publicó el libro de cuentos “Humano- Cero humano”.
Hoy Argentina despide a uno de sus artistas más queridos.
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