***** Contó bien: son cinco estrellas. “31 minutos” es una de las cosas más geniales que le pasaron a la televisión. ¿Latinoamericana? No restrinjamos. Es cierto que hay algo de los Muppets aquí: después de todo, es lo que pasa delante y detrás de cámara en un noticiero conducido por muñecos y marionetas y personajes hechos con lo que hay a mano. Pero esa es toda la similitud: “31 minutos” no sólo es un programa para niños, sino un desaforado ataque a los lugares comunes que nos rodean, especialmente los del periodismo y la televisión pero no solamente. Lo más surreal, lo más absurdo cobra peso y credibilidad al tiempo que genera risas constantes. El paso del tiempo, la política, los abusos del poder económico, las modas de todo tipo, el habla engolada, la corrección política, la propia vida cotidiana son pasadas por un molino de humor y convertidas en broma constante. Netflix incorporó una temporada de doce episodios de media hora cada uno, pero hay mucho más. Habrá que esperar y, mientras, disfrutar de estas joyitas.
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