Guapis

**** En los EE.UU. hubo en estos días una campaña para “cancelar Netflix” por esta película, campaña a la que raramente (o no tanto) se subieron los de extrema derecha y los de extrema izquierda. ¿La razón? Dicen que esta película explota la “sexualización temprana” de un grupo de chicas. En realidad es la historia de la hija de unos inmigrantes del África islámica en París, de once años, que se une a un grupo de otras chicas que concursa con coreografías. Es decir, una película justamente sobre los prejuicios y, también –la directora lo entiende perfectamente– esa frontera explosiva entre la niñez y la adolescencia. Hay una gigantesca ternura a la par de un realismo perfecto en esta película que requiere, como es obvio, un espectador sin prejuicios. Algo que escasea, como lo denotan los extremistas ignorantes en cualquier parte.