Habiendo participado de reuniones de cambio climático (COP- Conferencia de las Partes) desde la COP 10 en Buenos Aires en 2004, la COP 26 de Glasgow tiene un trasfondo diferente. Esta es la primera reunión dónde la agenda de la economía real, los negocios y la inversión privada tienen la palabra principal.
Al seguir las noticias de la COP 26 en los medios este hecho aparece ocultado por las declaraciones de presidentes, primeros ministros, activistas y demás actores públicos. Sin embargo, el liderazgo y movilización de las finanzas privadas se reflejan en el interés de grandes fondos y bancos que suman unos 130 billones de dólares (130 trillion dollars en inglés) en activos administrados de invertir en soluciones al cambio climático.
El documento presentado por la Glasgow Financial Alliance for Net Zero hace pocos días en Glasgow explica que el mundo necesita invertir entre 100 y 150 billones de dólares para poder cumplir con la meta del Acuerdo de París en los próximos 30 años, 35 billones hasta 2030. Estas inversiones abarcan todas las regiones del mundo, para Latino América se estiman 1,5 billones de dólares, de estos 700 mil millones de dólares para Brasil. Podemos estimar que nuestro país debería atraer entre 100 y 200 mil millones de dólares en ese período para la mitigación, la adaptación. La atracción de estas inversiones podría ayudar a nuestras empresas a lograr la competitividad que necesitarán para enfrentar los grandes cambios que se avecinan.
El primer paso en este camino de las inversiones climáticas es el conocimiento de las emisiones a nivel de empresas y sectores grandes emisores, el segundo es la evaluación y divulgación del riesgo climático, en tercer lugar, es la fijación de metas de mitigación de emisiones basadas en la ciencia y el cuarto es la internalización del costo de las emisiones en los instrumentos contables y financieros de las empresas. Estas etapas de evaluación permiten iniciar el camino del posicionamiento de las empresas como parte de la solución al principal problema de la humanidad, el cambio climático.
Para que estos compromisos se realicen es necesario que algunas normas a nivel nacional y global sean implementadas, una de las más pedidas por el sector privado es el establecimiento de un mercado global de emisiones a partir del cierre de las negociaciones del Artículo 6 del Acuerdo de París y su consecuente limitación de las emisiones de GEIs.
Hay mucho trabajo por hacer y el sector privado argentino debe prepararse para este gran desafío y oportunidad. “Argentinos, a las cosas…”
Martín Fraguío es Director de Carbon Group Agro-Climatic Solutions.
por Martín Fraguío
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