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EMPRESAS | 13-08-2020 12:25

Ganadores de la pandemia: Laboratorios, entre vacunas y remedios

Las farmacéuticas extranjeras están muy activas en el país. Pfizer prueba la solución al coronavirus. Las acciones de Bayer y Novartis.

El COVID-19 ha puesto al mundo en pausa. Sin embargo, actúa como acelerador de múltiples cambios: impulsa y obliga a subirse a la transformación digital, despierta el ingenio de emprendedores y empresas y funciona como catalizador de innumerables sectores. Uno clave en este contexto es el de la industria farmacéutica.

Dispusimos los recursos necesarios para garantizar el suministro de medicamentos y vacunas. Para ello contamos con un equipo que, bajo estrictas medidas de seguridad y máximos estándares de distanciamiento, asiste a la planta de manufactura en Villa Soldati”, cuenta Nicolás Vaquer, country manager de Pfizer, compañía norteamericana que afronta ahora el desafío mayor en el punto más álgido del virus a nivel local: hallar la vacuna. Se está desarrollando en alianza con el laboratorio alemán BioNTech. Así, previa aprobación regulatoria de la Administración Nacional de Medicamentos (Anmat), los estudios clínicos iniciaría este mes. “Aún estamos atravesando el proceso de estudios clínicos, que permitirá determinar su seguridad e inmunogenicidad”, manifiesta Vaquer con prudencia. En paralelo, avanza en el lanzamiento de tratamientos para diferentes áreas terapéuticas, como oncología e inflamación, a la vez que se prepara para la llegada de los primeros biosimilares.

Para la suiza Novartis, el foco en la Argentina está en la continuidad del abastecimiento, “lo que representa un esfuerzo para los sectores regulatorio y de calidad, que sostuvieron la liberación de productos”. “Tenemos por objetivo reimaginar la medicina; y el COVID-19 potenció las ideas y proyectos en marcha respecto a cuál es el mejor modo de, no solamente ofrecer innovación a los pacientes, sino cómo hacérsela llegar, ayudar a sostener sus tratamientos previos, iniciar nuevos y transitar efectivamente el sistema de salud”, destaca Sarah Bonhomme, su gerenta general para el Cono Sur (Argentina, Chile y Uruguay). “De igual manera se trabajó junto con los centros de investigación para mantener en tratamiento a los pacientes participantes de los numerosos estudios clínicos que llevamos a cabo en el país”, completa.

Similar fue la reacción de otro gigante, el alemán Bayer. “Aunque no nos está resultando fácil, el COVID-19 no frenó ni postergó los planes: en el área de productos farmacéuticos de prescripción, en solo semanas transformamos los puntos de contacto con los médicos para continuar apoyándolos, acercándoles información para dar soporte a sus pacientes y evitando contacto presencial en consultorios y hospitales”, cuenta Christophe Dumont, CEO de Bayer Cono Sur. Y se explaya: “En consumo masivo, repensamos la producción de la línea de multivitamínicos, para lograr abastecer la demanda adicional. Abrimos nuevos canales de comercio digital para facilitar el acceso y modificamos estrategias comerciales creando plataformas que servirán de acá en adelante para continuar creciendo y tomando nuevas oportunidades”. La incorporación de la venta electrónica es sin dudas un denominador común que trascenderá a este momento crítico y también a la nueva normalidad.

Otro patrón que se replica es el de la inevitable adaptación de la forma de trabajo: salvo los sectores encargados de la distribución de productos, en la firma de origen suizo todos teletrabajan. “Desarrollamos numerosas instancias digitales que nos permiten mantenernos cerca, aún con el distanciamiento social: implementamos conferencias médicas, reuniones de equipo e inclusive visitas regionales de manera online, con mucho éxito y un alto nivel de compromiso. Se empieza a delinear el ‘nuevo normal’ de nuestra vida laboral, incorporando herramientas y modalidades de relacionamiento que serán posiblemente las habituales al salir de la pandemia”, analiza Bonhomme. “Tuvimos que aprender a estar conectados y colaborar activamente de manera virtual”, resaltan desde Bayer sobre un formato que, si bien ya era conocido para una parte importante de los 2.800 empleados que tiene en Cono Sur, se vio acelerado. “Gracias al esfuerzo de los colegas que operan en forma remota, los procesos logísticos, regulatorios, administrativos, entre otros, han continuado su curso ininterrumpidamente, garantizando que lo producido llegue a los pacientes”, resalta Vaquer, de Pfizer.

Se suma además una mirada más humana, del empleado, el cliente y la comunidad. En Pfizer cuentan con una plataforma con propuestas de ejercicios, cocina, juegos, entre otros. Además, presentaron el programa de asistencia “Healthy Pfizer Living”, que da apoyo y asesoría 24/7 sobre bienestar emocional, hábitos saludables y educación en materia de salud. Novartis donó dinero a las fundaciones Sí y Horizonte de Máxima, elementos de higiene para zonas vulnerables del conurbano bonaerense y barbijos y kits de protección al personal de salud y entregó más de 200.000 comprimidos de hidroxicloroquina Sandoz a la provincia de Buenos Aires. Bayer donó dinero para alimentos, insumos, equipamiento médico y de seguridad para hospitales bonaerenses y colaboró con Cruz Roja y la campaña Seamos Uno.

Más que nunca es evidente que la batalla requiere de esfuerzos mancomunados. “Hay abiertos numerosos canales para el trabajo colaborativo con el Gobierno, las sociedades médicas y todos los actores relevantes del sistema de salud argentino”, reconoce Bonhomme. Mientras avanza con el desarrollo de la vacuna, Vaquer lo describe así: “Colaboramos con toda la industria a través de un plan de cinco puntos: compartir herramientas y datos a la comunidad científica, crear equipos multidisciplinarios de colegas que se focalicen en el abordaje de la pandemia, compartir con otras compañías nuestro desarrollo clínico y experiencia regulatoria para apoyar alternativas, armar un equipo de respuesta rápida para el futuro, conformado por científicos, profesionales clínicos y técnicos de distintos sectores de la industria; y ofrecer nuestra capacidad productiva para que, cuando se encuentre un medicamento o vacuna efectiva, podamos acelerar su producción y así llegar con rapidez a la mayor cantidad posible de personas en el mundo”.

por Marianela Lavate

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