Según un estudio publicado en The Economist, la Argentina está –junto a India e Italia– entre los tres países del mundo con mayores restricciones sociales (bueno para la salud), pero entre los que menos medidas de asistencia han brindado a hogares y empresas (malo para la economía). Mientras que el mundo ha dispuesto salvatajes por más del 10% del producto global, la Argentina anunció un paquete de ayuda fiscal de apenas 1,3% y un paquete de ayuda crediticia que no está dando resultados.
Este panorama se agrava por la elevada participación del trabajo informal y cuentapropista, y las restricciones crediticias de las empresas que hacen imposible “desensillar hasta que aclare”. Si el Gobierno no adapta rápidamente su política económica para pasar del “piloto automático” al modo “economía de guerra”, la recesión será más profunda y la recuperación posterior más lenta.
La cuarentena –imprescindible por razones sanitarias– es social y económicamente insostenible si no va acompañada de medidas audaces de transferencias a los trabajadores y empresas más afectados. Es correcta la preocupación del Gobierno por cuidar las cuentas públicas, pero un quiebre generalizado de la economía terminará por deprimir aún más la recaudación con mayor impacto sobre el déficit fiscal. Es necesario actuar de manera contundente. Es económica, fiscal y humanamente más conveniente tomar medidas ahora que lamentar las consecuencias después.
La dinámica pandémica anticipa un escenario relativamente prolongado para las restricciones sociales. La economía argentina carece de espacio fiscal para amortiguar el impacto social y económico con recursos genuinos, sea deuda o impuestos. Hoy todo el costo de las medidas recae sobre el Banco Central. Se requiere una respuesta inteligente y sofisticada que integre la estrategia fiscal y monetaria de corto plazo con una estrategia de reversión de las medidas a mediano plazo (¿2021?). Sin ello, el Gobierno estará sometido a elegir entre altísimo desempleo o altísima inflación.
* Economista y diputado (Juntos por el Cambio)
por Luciano Laspina
Comentarios