Ante el comunicado del grupo empresarial español Inditex, afirmando que se desvincularía de las operaciones comerciales de la tienda de ropa Zara en el país, las repercusiones en empresarios y economistas se vieron reflejadas en las redes sociales. El economista Miguel Braun, el emprendedor Rodolfo Llanos (presidente de la Union de Emprendedores) y el empresario Pier Paolo Barbieri de UALA, fueron los primeros en aportar sus comentarios en el hashtag de Twitter de la noticia.
“El grupo de distribución de moda Inditex ha alcanzado un principio de acuerdo con la multinacional Regency Group para transferir la gestión de las operaciones de sus marcas Zara y Zara Home en Argentina y Uruguay”, comunicaron desde el grupo español Inditex, responsable de las tiendas Zara en Argentina.
La empresa, propiedad del empresario Amancio Ortega Gaona, una de las 20 personas más ricas del mundo con un patrimonio valuado en 65.000 millones de dolares, informó mediante un comunicado el acuerdo con la multinacional Regency Group. La corporación ibérica Inditex, que controla las operaciones del emblemático local en Argentina, procedió a otorgar al conglomerado centroamericano la responsabilidad empresarial. Un modelo de gestión que se viene adoptando en las otras subsidiarias de Colombia, Perú, Ecuador y Paraguay, entre otros.
“Con este acuerdo, Inditex homologa el modelo de gestión de sus marcas con el desarrollado en la mayor parte de los mercados de la región, a través de un contrato de franquicia gestionado por Regency, grupo empresarial que lleva más de 25 años operando con gran éxito las marcas de Inditex en países como Colombia, Perú, Panamá, Ecuador y Paraguay”, señalaron de la firma española. En ese aspecto, el grupo empresarial, de origen panameño, maneja hace más de 20 años marcas de Inditex como Stradivarius, Converse, Forever 21, Under Armour y Aeropostale.
La repercusión del acuerdo rememoró en varios referentes del mundo empresarial otras situaciones similares. Uno de los casos más recordado fue la firma chilena Falabella, que cerró su operación en la Argentina en forma definitiva en 2021. Con un modelo basado fuertemente en la importación de ropa, muchos economistas preveían que a Zara se le estaría dificultando operar en el país por las restricciones impositivas vigentes.
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