Otra vez en el barrio donde se crió, Hurlingham. Otra vez en casa de sus padres. A partir de la pandemia, a la diseñadora gráfica Araceli Carrizo se le cayeron sus tres principales clientes, los tres de sectores paralizados por la cuarentena: una compañía de teatro, una escuela de danza y un instituto terciario de aeronáutica. Debió mudarse del departamento que alquilaba en Villa Crespo y reconvertirse a la enseñanza online de herramientas de diseño para pequeños clientes que las necesitan para vender en la cuarentena. Araceli ahora consigue menos de la mitad de sus ingresos habituales y cobra el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).
Entre marzo y abril ya se registró la pérdida de 319.000 empleos formales en el país. La ONU advierte que podrían desaparecer hasta 825.000 puestos de trabajo en la Argentina. Y la pregunta es cómo se van a reinsertar en el mercado laboral aquellos que cayeron en el desempleo durante la pandemia.
El informe completo:
Navent, grupo de clasificados online, es dueño del portal de búsquedas laborales Bumeran. Su manager local, Federico Barni, cuenta que el mercado pide hoy ingenieros y otros técnicos que aceleran y mejoran el comercio electrónico. Advierte sobre los problemas que enfrentarán los desempleados con menor calificación laboral, como los que trabajaban en bares y restaurantes.
El gabinete económico analiza medidas para la pospandemia, pero está poco claro cómo se incentivará el empleo. Se prevé que la semana próxima anuncie que las empresas que aumenten la dotación de personal podrán seguir recibiendo el subsidio al salario del programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), mientras que para el resto de las compañías la subvención se transformará en crédito a tasa cero.
Itai Hagman, economista y diputado del Frente de Todos, plantea que es clave que el Gobierno evite que se caigan empresas y emprendimientos para que puedan estar listos para la salida del aislamiento. Integrante del Frente Patria Grande, de Juan Grabois, Hagman aboga por que el Estado sea garante del empleo de aquellos que no puedan recuperarlo.
Hagman anticipa que será necesario el impuesto a las grandes fortunas y una reforma tributaria integral para que el Estado se haga de los recursos para sostener una renta básica que reemplace el IFE, obras públicas y apoyos a los sectores económicos más rezagados.
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