La motivación es el verdadero combustible de las organizaciones. Las empresas no deben conseguir que los empleados trabajen, el verdadero mérito es que quieran trabajar.
El primer paso es identificar los puntos fundamentales de la motivación: La motivación trascendente es el impulso de llevar a cabo una tarea por sus consecuencias y se complementa con la motivación extrínseca (económica). También existe la motivación intrínseca (autorrealización) proviene del gusto por el contenido de trabajo o por el entorno humano. Las tres se mezclan y, aunque pueden distinguirse, no pueden separarse.
El aburrimiento surge de sentir lo que antes era un reto como algo rutinario, parte de la motivación radica en la sensación de crecer, si aprendés y te gusta, trabajar se vuelve una retribución en sí misma. Crear desafíos no es asignar cada vez más tareas, se trata de la distancia entre lo que sabemos y lo que nos proponen. Cuando nos piden menos de lo que podemos hacer, no incrementamos nuestras competencias y a la larga sentimos insatisfacción.
10 pasos para aplicar la motivación en tu equipo
- Buscá la ubicación ideal, no todas las personas se desempeñan de igual forma llevando a cabo las mismas tareas, tenemos un perfil determinado que encaja mejor en puestos específicos, es importante que cada uno se encuentre en el puesto que más se ajuste a sus habilidades y competencias profesionales.
- Tené presente en la vida personal de los miembros. Premiá e incentiva la coherencia y el cumplimiento de los acuerdos, revalida la palabra, la responsabilidad y el compromiso.
- Poné en práctica visionar futuros, plantear múltiples escenarios. Planea a futuro incluyendo a tus colaboradores, las expectativas que tenes de su trabajo en un período determinado .Sé claro plantea los estándares lo más asertivamente posible. Incorporá desafíos a corto plazo y estimulá al equipo a ir por más.
- Crea un espacio y contexto para hablar de las emociones.
- Reconoce y celebra las victorias y logros públicamente, así como tus propios errores.
- Reconocete humano e incorporá el derecho y beneficio del error. Equivocarse es útil, inspira, contagia.
- Plantea los feedbacks personales en privado, en un ambiente confidencial donde la mirada está puesta en el territorio a ganar y en el aprendizaje. No creas que es justo exponer a alguien que “merece un castigo” cuando esto sucede y vos tenes la autoridad, sos el único que queda expuesto. Promové aprender de los errores, esto moviliza la disposición al cambio y a integrar los aprendizajes.
- En época de crisis planteala abiertamente y busquen juntos acciones contingentes. Motivá la práctica de encontrar oportunidades en un escenario adverso en lugar de lamentar los golpes recibidos.
- Quien comanda a un equipo debe practicar la mirada sistémica, pensar, crear y sostener un ecosistema diverso y horizontal nos mantiene motivados a todos. Entender que lo distinto aporta y enriquece legitimando el respeto por la diversidad, amplía las posibilidades y opciones estratégicas.
Al fin y al cabo motivar no es dar ánimos, un jefe no es un porrista corporativo, es quien brinda a su equipo respaldo y motivos para querer trabajar.
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por CEDOC
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