Tuesday 24 de September, 2024

EMPRESAS Y PROTAGONISTAS | 22-08-2023 08:13

Abriendo caminos

La Neuroeducación es una herramienta para dar respuestas a las necesidades de los niños y adolescentes de hoy. Luisa Andreoli y el Dr. Alejandro Alter exponen cómo integrarla en el sistema educativo, empoderando a jóvenes con habilidades emocionales y cognitivas para animarse a innovar y enfrentar tiempos de disrupción.

La educación, en su esencia, es el camino para guiar a las generaciones futuras y tiene dos funciones principales: ayudar a las personas a desarrollar sus capacidades innatas y a desenvolverse satisfactoriamente en el mundo que los rodea. Sin embargo, este sendero ha estado marcado por paradigmas y estructuras que requieren revisión ya que en muchos casos no cumple con ninguno de estos dos cometidos.  ¿Cómo podemos adaptar la educación para nutrir tanto la mente como el espíritu, para empoderar a los jóvenes con las herramientas necesarias para enfrentar un futuro incierto? Luisa Andreoli, diplomada en Neuroeducación y el Dr. Alejandro Alter, especialista en Psiquiatría y Psicoterapia con Master en Adicciones, se han abocado al trabajo de explorar estos desafíos y las oportunidades que se presentan. “Mi enfoque está en prevenir situaciones graves en los chicos a través de la educación. Por ejemplo, cuando carecen de gestión emocional, es más probable que recurran a adicciones para anestesiar su dolor. Las herramientas de autoconocimiento, autoestima y habilidades para el autocuidado no siempre son parte de la currícula tradicional, y nuestra labor se centra en llenar este vacío”, asegura.

- ¿Cómo colaboran juntos en el ámbito de la educación?

Nuestra colaboración se centra en proporcionar a los estudiantes prácticas, reflexiones y herramientas que van más allá de la información teórica. Luisa se enfoca en potenciar el desarrollo de talento y gestión emocional, mientras que yo aporto mi experiencia médica y terapéutica. Juntos, buscamos crear una educación integral que prepare a los jóvenes a enfrentar los desafíos de la vida con resiliencia y habilidades prácticas.

- ¿Qué opinan sobre la educación tradicional y cómo ven su evolución?

La educación tradicional  se ha enfocado en transferir formas limitadas de competencias académicas y eso desatiende la maravillosa diversidad de aptitudes, inteligencias múltiples e intereses que los jóvenes tienen. En lugar de centrarse únicamente en contenidos, debemos brindar a los estudiantes herramientas prácticas, y entrenarlos en las habilidades que necesitan para progresar y crear un mundo más equitativo y sostenible: la creatividad, la comunicación, la autoestima, la autoconfianza, el civismo, la conexión y la cooperación.  En ausencia de esto es inexorable que sigan aumentando los niveles de estrés y ansiedad en niños y adolescentes afirma Luisa.

Por eso ante un escenario cada vez más febril, la solución no está en hacer mejor lo que hacíamos antes. Tenemos que hacer otra cosa. Es imperativo que nos replanteamos la educación y los centros escolares. Sólo la educación puede salvar a una sociedad de un posible colapso, ya sea violento o gradual.

- ¿Cómo estar tan seguros de qué es posible?

Transformar la educación y otros paradigmas es posible cuando hay intensión de hacerlo y nos lo proponemos de manera colectiva porque tenemos un elemento que nos distingue notablemente del resto de las formas de vida y es nuestra capacidad imaginativa y de crear nuevos escenarios. Gracias a la imaginación no vivimos en el mundo como los demás animales, nosotros creamos los mundos en los que habitamos.  Cuando logramos mirar los desafíos y la adversidad desde un mayor nivel de conciencia, no desde la misma que los creó, así es como evolucionamos. Tanto Alejandro como yo creemos que en la educación es donde se esconde el poder de crear un futuro para todos porque tiene el potencial de cambiar radicalmente el curso de la vida de una persona a mejor. Y esto es aplicable a todos los extractos sociales. Pero no se produce de un modo automático, requiere de un método, prácticas y procesos.

Según el Dr. Alter, lo primero que hay que tener en cuenta es la individualidad de cada chico, de dónde viene, qué busca, quién es, cuáles son los desafíos que le tocan afrontar. "Los adolescentes no tienen su neocortex totalmente desarrollado, el adulto le presta parte de esa autoconfianza. Es importante reconocer las diferencias en el desarrollo cognitivo y emocional entre los estudiantes. Además, y esto es fundamental, se requieren docentes centrados, que comprendan no solo el contenido, sino también que registren como están ellos y sus alumnos”, asegura Alejandro, a lo que Luisa complementa la importancia de respetar sus sueños y aspiraciones, "nunca desanimar sus sueños", en un recordatorio de que cada sueño es una semilla de potencial. Solo se adquiere expertís cuando se tiene pasión por lo que uno hace, continua.

- ¿De qué manera están trabajando para implementar los principios de la Neuroeducación?

Brindándole a los chicos herramientas para su bienestar. Nuestro enfoque se centra en las escuelas, donde impartimos charlas y talleres, no solo para los estudiantes, sino también para los padres y docentes. Además, colaboramos con jardines, primarias y secundarias, adaptando los contenidos a las necesidades particulares de cada institución.

- ¿Qué tipo de temas abordan en estas charlas y talleres?

Los temas varían según las necesidades y grupo de estudiantes. Desde la gestión emocional y autoconocimiento, hasta el manejo de situaciones difíciles, prevención en adicciones y bullying. También ofrecemos talleres para jóvenes que están en la etapa de definir su vocación y para padres que buscan herramientas para apoyar a sus hijos en su desarrollo. En este mundo donde las habilidades necesarias para el éxito están en constante cambio, la educación debe evolucionar para preparar a los jóvenes para el futuro. "El 60% o 70% de personas que terminan una secundaria no consiguen trabajo. Porque hoy la habilidad es otra. Está en generar propuestas de valor y quizás vas a tener que combinar una, dos, tres disciplinas o una carrera", enfatiza el Dr. Alter. Adaptabilidad y resiliencia son las monedas de cambio en la economía actual, y la educación debe cultivar estas habilidades en los estudiantes. La educación del futuro, para Luisa y Alejandro, debe ser una mezcla cuidadosamente orquestada de conocimiento, desarrollo de talento, compasión y habilidades. Debe nutrir el intelecto y el corazón, empoderar a los jóvenes para que se conviertan en líderes de su propio viaje y transformar el aprendizaje en una aventura apasionante y significativa. Con expertos como ellos a la vanguardia, hay una esperanza palpable de que la educación puede y debe, evolucionar hacia algo más profundo, más humano y con mayor impacto positivo en nuestras vidas. La promesa de la educación

www.abriendocaminosweb.org

FB: @alealter

FB: @luisa_andreoni_

 

por CEDOC

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