Los adultos mayores integran todas las sociedades, ya que el envejecimiento es un proceso natural de los seres vivos. Los avances ocurridos en el mundo, en relación al estilo de vida, condiciones ambientales y sistema sanitario, han favorecido el aumento de la expectativa de vida que sumado a la disminución de la natalidad provocan el aumento de la proporción de personas mayores. El envejecimiento saludable es el proceso de fomentar y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez. La exposición a una serie de influencias positivas y negativas del entorno en el curso de la vida puede influir en el desarrollo de otras características de salud, como factores fisiológicos de riesgo (por ejemplo, hipertensión arterial), enfermedades, lesiones y síndromes geriátricos más amplios. Junto con estos cambios fisiológicos, el envejecimiento también puede venir acompañado de profundos cambios psicosociales y ambientales, como el aislamiento, la soledad, la depresión y la falta de ingresos, lo que también puede tener efectos importantes en la dieta.
A medida que avanzamos en edad, mantener una alimentación saludable se vuelve aún más relevante, especialmente en la etapa del adulto mayor. Una nutrición adecuada desempeña un papel fundamental en la salud y el bienestar de las personas mayores, ya que contribuye a un envejecimiento activo y saludable. Adoptar una alimentación equilibrada y adaptada a las necesidades individuales puede marcar la diferencia en la calidad de vida.
Uno de los aspectos más importantes de una alimentación saludable para los adultos mayores es garantizar un aporte adecuado de nutrientes esenciales. Esto implica incluir alimentos ricos en proteínas, vitaminas, minerales y fibra en cada comida. Las proteínas son necesarias para el mantenimiento de la masa muscular, la fuerza y la salud ósea, mientras que las vitaminas y minerales fortalecen el sistema inmunológico y promueve un funcionamiento óptimo del organismo. Además, la fibra dietética juega un papel crucial en el funcionamiento adecuado del sistema digestivo y la prevención del estreñimiento, un problema común en los adultos mayores.
Es importante tener en cuenta la hidratación adecuada en el adulto mayor. La deshidratación puede ser un riesgo significativo, especialmente en climas calurosos o cuando hay dificultades para percibir la sed. Beber suficiente agua y consumir alimentos ricos en líquidos, como sopas caseras, jugos naturales frescos y variedad de frutas con alto contenido de agua, ayuda a mantener un buen equilibrio hídrico.
Es esencial destacar que cada persona es única, y las necesidades dietéticas pueden variar. Por lo tanto, es recomendable que los adultos mayores consulten a un profesional de la salud, como un nutricionista, para obtener una evaluación personalizada y recibir recomendaciones específicas de acuerdo con su estado de salud.
Autores: Lic. Julieta Del Rosso, Lic. Lucia Ines Elissalt, Lic. Luisina Ferreyra, Lic. Amalia Marchini y Lic. Marilda Torres.
por CEDOC
Galería de imágenes
Comentarios