Alimentarnos no alcanza, también importa cuándo lo hacemos

¡Hola! Soy Luis Augusto, coordino la Escuela Natural donde junto a un maravilloso equipo y como parte de mi vida “te acompañamos a sentir naturalmente tu vida”.

Te cuento cual es la creencia…

Creemos que para nuestro cuerpo el comer de noche es igual que comer de día. Pero comer cuando ya no hay luz solar altera la digestión, el sueño, el descanso y desbalancea todo nuestro metabolismo.

¿Cuál es el nuevo saber?

La comunidad científica lleva tiempo debatiendo cuál es el mejor alimento para tener un estado de salud íntegro. Sin embargo, los expertos creen que no sólo lo que comemos es fundamental para nuestro bienestar, sino también cuándo lo hacemos.
El sueño humano generalmente se consolida en un sólo período. Una consecuencia metabólica importante de esta organización de los estados de sueño y vigilia es que debe mantenerse diariamente un período prolongado de ayuno total, generalmente durante el período nocturno.
La consolidación del período de sueño es probablemente responsable del hecho de que las transiciones de vigilia-sueño y sueño-vigilia en el hombre están asociadas a cambios fisiológicos que generalmente son más marcados que los observados en animales.
El hombre también es único en su capacidad para ignorar las señales circadianas y mantener la vigilia a pesar de una mayor presión para ir a dormir, sus implicaciones hormonales y metabólicas han comenzado a ser reconocidas. El reloj biológico circadiano anticipa y adapta nuestra fisiología a las diferentes fases del día. Nuestro reloj biológico ayuda a regular los patrones de sueño, el comportamiento de alimentación, la liberación de hormonas, la presión arterial y la temperatura corporal entre otras.
Cada vez más investigadores sugieren que nuestro organismo funciona de manera óptima cuando alineamos nuestros patrones de alimentación con base en los ritmos circadianos: los ciclos naturales de 24 horas que indican a nuestros cuerpos cuándo levantarse, cuándo alimentarnos y cuándo dormir.
Así es que muchos estudios demuestran que afectar de manera crónica este ritmo (alimentarse a deshoras o aliviar el hambre con cualquier cosa a medianoche, por ejemplo) podría ocasionar problemas metabólicos, otras variadas enfermedades y claro, un frecuente bajo rendimiento cognitivo y físico, entre otras disfunciones.

¿Cuál es la prueba del nuevo saber?

El Dr. Satchin Panda, profesor del Instituto Salk y experto en la investigación de los ritmos circadianos en sus investigaciones argumenta que la gente mejora su salud metabólica cuando come sus alimentos en un lapso diario de ocho a diez horas, al ingerir el primer bocado en la mañana y el último por la tarde. Sin embargo, muchas personas toman colaciones y comen pequeñas porciones casi desde que se levantan hasta poco antes de irse a la cama. La persona promedio come durante un período de quince horas al día, comienza con algo como leche y café poco después de levantarse y termina con una copa de vino, cenando tarde o comiendo un puñado de papas fritas, nueces u otro tipo de tentempié antes de irse a acostar.
Otro estudio que valoró la duración de la ingesta diaria, expuso que el grupo estudiado superaba las 14.75 hs. comiendo. Sin embargo, cuando aquellas personas se alimentaron sólo 10 a 11 hs. diarias durante 16 semanas informaron ser enérgicos y mejoraron el sueño. Los beneficios persistieron durante un año.
Adicionalmente, la melatonina (hormona) producida por las células neuroendocrinas de la mucosa gastrointestinal juega un papel importante en el reloj biológico interno, relacionado con la ingesta de alimentos (hambre y saciedad) y esto parece ser una codificación para la organización circadiana y estacional. La interrupción de la fisiología circadiana debido a la alteración del sueño o al trabajo por turnos puede provocar diversas enfermedades, acelera el envejecimiento y promueve la tumorigénesis en el hígado y el sistema gastrointestinal.
La identificación de la melatonina en la regulación del ritmo circadiano permite a los investigadores y médicos abordar las enfermedades desde una perspectiva biológica.
Los estudios clínicos han demostrado que la interrupción de la regulación circadiana puede conducir a enfermedades metabólicas al cambiar los horarios de ingesta de alimentos.
Al respecto se ha evidenciado que la melatonina, hormona que se segrega al inicio del anochecer alcanza su punto máximo durante la noche y la insulina que regula la glucemia toca su punto mínimo en la noche, es decir, los seres humanos normales tenemos un ritmo circadiano de secreción de insulina que aumentan durante el día y caen durante la noche, una explicación bien establecida de que la excelente respuesta biológica humana a las comidas son más altas en la mañana que en la noche.
Durante el día el páncreas aumenta la producción de la hormona insulina que controla los niveles de glucosa en la sangre y luego disminuye la cantidad de esta hormona durante la noche. Las comunidades de billones de microorganismos que forman parte de los microbiomas en nuestros intestinos (antes conocida como flora intestinal) también participan del ritmo diario. Estos ritmos están programados en nuestro ADN: en cada órgano hay miles de genes que se encienden y apagan casi a la misma hora todos los días. Los ritmos de ese microbiota están regulados por los alimentos y el tiempo de alimentación, lo que puede alterar tanto la estructura de la comunidad microbiana como la actividad metabólica, afectando significativamente nuestra función inmune y metabólica.
Los ritmos circadianos con patrones de 24 hs. regulando el comportamiento, los órganos y nuestras células, alinean las funciones biológicas con patrones ambientales regulares y predecibles para optimizar la función y la salud. La interrupción de estos ritmos puede ser perjudicial y provocar síndrome metabólico, cáncer o enfermedades cardiovasculares, por nombrar sólo algunos.
La mayoría de las pruebas en seres humanos sugiere que consumir la mayor parte de nuestros alimentos temprano es mejor para nuestro bienestar corporal, mental y energético. Innumerables investigaciones demuestran que el control de la glucosa en la sangre es mejor por la mañana y empeora por la noche. Además, el cuerpo utiliza más calorías y los alimentos se digieren de manera más eficaz en la mañana y hasta las 4 o 5 PM según el reloj biológico circadiano orgánico (Nobel 2017).

¿Qué nos aconseja para nuestro beneficio? ¿cómo lo ponemos en práctica?

La falta de luz solar por la noche hace que el cerebro libere melatonina, que nos prepara para dormir. Comer ya entrada la noche envía una señal contradictoria a los relojes del cuerpo distinta a la que envía durante el día de luz.
La alimentación como comida (no como nutriente) y el estilo de vida contemporáneos reprograman el reloj, que según los tiempos en los que nos alimentamos generan profundas consecuencias en la fisiología. Lo cual pone súper atención en los beneficios de la crono-alimentación.
El desfasaje de los sistemas corporales se produce si continuamente ingieres alimentos a una hora del día en la que no estás expuesto a la luz brillante, como si un reloj estuviera en la zona horaria de Argentina y otro en Australia. Envía a tu fisiología señales contradictorias sobre si hay que aumentar o disminuir la velocidad metabólica
Una comprensión detallada de la cronobiología proporciona estrategias para mejorar los horarios de alimentación y optimizar la frecuencia según la edad y la actividad individual de la persona.
Comer a la hora inadecuada del día estresa los órganos involucrados en la digestión, obligándolos a trabajar cuando están programados para permanecer en reposo, lo cual puede aumentar el riesgo de enfermedades al cambiar o alterar nuestros ciclos normales diarios, aumentando el riesgo de desarrollar muchas enfermedades.

Si diariamente ingieres alimentos a una hora del día en la que no estás expuesto a la luz brillante, tu metabolismo se altera.

Aunque los estudios sugieren que comer durante el día es lo ideal para la salud metabólica, podemos poner en acción algunas estrategias. Podrías disfrutar de una merienda cena o una cena ligera de rápida digestión como una fruta, manzanas si deseas algo dulce, o tomates/palta si deseas algo salado. Y dormirás maravillosamente, con el estómago vacío (de lo cual podremos hablar en otro tiempo) y tendrás súper energía si evitas cenar. Recuerda, no me creas ni una palabra, intenta ponerlo en práctica.

Luis… ¿cuáles son los propósitos, la misión, las modalidades y metodologías de los acompañamientos que propones hoy junto a tu equipo? ¿cómo llegaste a esta labor?

El camino de vida es un viaje en tren que se inicia con una historia de vida, de aprendizaje, de muchas enfermedades y una hermosa historia formativa evolutiva. De mecánico de automóviles, oficio maravilloso si los hay, hasta esta actual estación en la cual me desempeño como agente educador en salud.

Así es que luego de egresar de la secundaria técnica, fui profesional de la salud, odontólogo, doctor en odontología, posdoctorado y posteriormente las estaciones se sucedieron con más entusiasmo y estuve en más de 20 posgrados universitarios en salud integrativa y tradicional, maestrías y especialidades en diversas ciudades del mundo y hasta mi formación en nutrición deportiva en el Barza Innovation HUB del Futbol Club del Barcelona.

Paralelo a ello, desde los 19 años me inicié como ayudante alumno en función docente universitario y transité por esta estación durante 30 años, como docente e investigador en salud, siempre apasionado por la biología y la fisiología humana. Mi anhelo, mi deseo era llegar a la sociedad toda, y de manera integral y no dividida, por un lado, un diente, por el otro la comida, por el otro la pierna, por otro el intestino, etc.

El ser humano es uno, una totalidad y aprendí de mi vivencia de enfermedades y logré darme cuenta de que somos distintos y únicos, no es lo mismo mi gripe que la gripe de otra persona incluso en el mismo tiempo, la misma edad, género y actividad.

La singularidad es muy poderosa, pues las palabras “sociedad” y “todo el mundo” son sólo eso, porque es necesaria la transformación individual pero integral para dar contenido a aquellas palabras, por ello leerán más abajo el propósito y la visión que compartimos los que hacemos este acompañamiento natural. El aprendizaje más maravilloso ha sido el escuchar, que es emocionante y ¿qué es escuchar?

PROPÓSITO: EDUCAMOS EN COHERENCIA. Inspiramos y educamos al ser humano desde la singularidad de su salud para construir su bienestar corporal, mental y energético como estilo de vida, y así, cambiar y mejorar la sociedad, y transformar al mundo.
MISIÓN: CONSTRUIR EL BIENESTAR. Construir escuchando, cimentar el mejor estilo de vida singular y natural individualizado en cada ser humano integral para educarlo y ayudarlo a recuperar y/o mejorar vivenciando y desarrollando su propio camino de vida natural en salud y promover esta transformación en la sociedad.

Si deseas tomar el poder de tu vida y saber más sobre los” Acompañamientos para Sentir Mi Vida” (“AsentirV”) de la Escuela Natural, puedes informarte en el siguiente vídeo. Puedes realizar todos tus comentarios bajo el video, queremos comunidad y retroalimentación. Si deseas ir más profundo aún, te invito a una entrevista gratuita con el maravilloso equipo que coordino y conmigo, sólo tienes que completar este formulario https://airtable.com/shr52AOELMIoKxINl.

En la próxima charla puedo contarte que ninguna actividad o situación o persona son estresantes, el que se estresa eres tú, por la incapacidad de gestionar tu propio sistema. ¿cómo se entiende esto?